“Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo”

–Aristóteles, Ética a Nicómano

En semanas anteriores, he escrito sobre diferentes temas, sin embargo considero que todos ellos dependen de que nosotros tengamos una inteligencia emocional lo suficientemente desarrollada para poder implementar las estrategias sugeridas.

Para empezar a hablar del tema hay que definirlo, por inteligencia emocional se entienden la habilidad de percibir, reconocer y controlar los propios sentimientos y saber interpretar los de los demás. No implica ahogar mis emociones, sino saber identificarlas, equilibrarlas y dirigirlas de manera que me permitan ser funcional.

Resulta entonces que la inteligencia emocional es una habilidad que puede desarrollarse y resulta básica para poder desempeñarme de manera adecuada y funcional dentro de un entorno social.

Si cuento con una baja inteligencia emocional puedo presentar alguna, o varias, de las siguientes conductas:

• Respuestas impulsivas
• Agresividad
• Ira
• Desesperación
• Ansiedad
• Nerviosismo
• Depresión
• Estrés
• Miedo
• Indisciplina

Muchas veces, nos dejamos llevar por el sentimiento que estamos experimentando en un momento específico, dejando de lado la parte racional que me permitirá ubicar si el entorno en el que me encuentro es el adecuado para poder manifestar ciertas conductas. Esto se debe a que la parte impulsiva de mi cerebro es más primitiva y por lo mismo reacciona con mayor velocidad que la parte lógica.

¿De qué manera puedo prevenir respuestas impulsivas?

• Respirando profundamente cuando me sienta molesto, estresado o preocupado.
• Dar tempo a mi parte lógica para analizar la situación a la que me enfrento.
• Identificar qué me está haciendo sentir de esta manera y porqué.
• No tomarme las cosas de manera personal.

Lecturas Recomendadas

• Inteligencia Emocional PDF » El propósito de las emociones y sus competencias.
• Manejo del estrés » Claves para reconocerlo y hacerle frente.
• ¿Cómo manejar la Ira? » Aprende a controlarla de forma efectiva.

Para que nosotros tengamos una alta inteligencia emocional, necesitamos un alto grado de auto-conocimiento, no es un ejercicio rápido en el que podamos ver los resultados en cuestión de días o semanas. Sin embargo la constancia y el esfuerzo que invirtamos en ello nos facilitará el manejo de muchas situaciones a futuro.