El duelo de los padres ante el nido vacío
“Hay dos regalos que debemos ofrecer a los niños, uno son raíces y el otro son alas”
–Anónimo
En la actualidad, cuando llegamos a escuchar la palabra duelo, inevitablemente lo asociamos con pérdida, muchas veces creemos que solamente nos referimos a este cuando pasamos por una ruptura o la muerte de un ser amado, sin embargo el término es tan amplio que puede verse diversificado para referirnos a varias situaciones de la vida, aunque a veces cueste hacer dicha relación.
Es importante aclarar a que nos estamos refiriendo cuando hablamos de NIDO VACÍO, para la psicología es parte de lo que se conoce como ciclo vital de la familia, es común escucharlo como parte de psicología del desarrollo o bien como parte de la terapia familiar sistémica, es una herramienta que nos ayuda a entender ¿Cuál es la etapa por la que está atravesando la familia? para así dar respuesta o solución a los problemas que se presentan en la dinámica familiar.
A lo largo de los años han sido diversos los autores que lo han estudiado, por lo cual se puede decir que existen diversos modelos, el que comúnmente suele utilizarse más es el de Lauro Estrada en el cual nos menciona que la familia pasa por 6 etapas:
- Desprendimiento
- Encuentro
- Los hijos
- La adolescencia
- El reencuentro
- La vejez
Cuando hablamos de NIDO VACIO también hablamos de una etapa de REENCUENTRO ¿Por qué? porque es aquí cuando la pareja se reencuentra después de que los hijos han crecido y han dejado el hogar, esto les da la oportunidad de reencontrarse como pareja y así alimentar la relación, aunque en ocasiones esta etapa también suele causar conflicto en las familias, ya que en muchos casos las parejas encuentran que ya no existen intereses en común, gustos, etc… más bien se dan cuenta que desgraciadamente con el paso de los años, se fue dejando de lado la relación al grado que lo único que los mantenía unidos eran los hijos, es por ello que esta complicada experiencia en ocasiones desemboca en el divorcio, aunque podría pensarse que no afecta en la misma medida que en una familia con niños pequeños, la realidad es que si, un divorcio afecta a la familia e hijos aunque estos se encuentren en una edad adulta.
¿Por qué relacionar el duelo con el nido vacío?
Porque finalmente los padres experimentan una pérdida, aunque más bien se podría considerar como un cambio en la dinámica familiar ya que los hijos siguen existiendo, sin embargo ya no se encuentran en el mismo hogar, muchas veces estos se van para formar sus propias familias o bien para ser independientes y realizarse, sea cual sea el caso es normal ver que alguno de los padres o ambos terminan resintiendo dicha ausencia por lo cual consciente o inconscientemente realizan acciones que van encaminadas a impedir que los hijos dejen el hogar o que regresen a este.
Lamentablemnete esto ocurre sin darse cuenta que en realidad perjudican a sus propios hijos más de lo que les ayudan, porque en algunos casos si consideramos que se trata de personas casadas, la relación con sus parejas termina desgastada lo cual ocasiona divorcios y esto se debe a que “ sin querer” los padres se terminan entrometiendo en las relaciones de sus hijos, lo cual genera duda y si dejamos que esto siga, con el tiempo se incrementa lo que genera dichas separaciones pero en caso de tener hijos en común se vuelven separaciones más dolorosas y difíciles para ambas partes, en el caso de la pareja, pero en algunos casos los padres lo terminan viendo como una ganancia ya que han logrado su objetivo los hijos han vuelto al hogar, lo cual a su percepción termina generando que la pareja vuelva a tener un interés en común, en esta situación ver por el bienestar de los hijos y los nietos.
Por otro lado debemos considerar que no solo las personas que están casadas con hijos enfrentan dicho fenómeno, sino también aquellas personas que se desempeñan como padres solteros, llega un momento en sus vidas en el cual deben dejar ir a los hijos aunque se podría decir que en esta situación a estas personas suelen afectarle un poco más dicho cambio en su dinámica, porque se han acostumbrado durante estos años a que los hijos ven como figura única de amor o único apoyo al padre o a la madre, es por eso que no conciben la idea de que los mismos puedan hacer una vida solos o en pareja, en algunas personas se puede observar que desarrollan actitudes o comportamientos que terminan generado sentimientos de culpa en los hijos, lo cual a la larga forja la idea de que el padre o la madre no pueden estar solos por lo cual muchas veces esto los lleva a cambiar su propia dinámica familiar o individual a fin de integrar a los padres a su vida, esto con la finalidad de que no se sientan solos y puedan llegar a tener alguna estabilidad emocional, vaya en pocas palabras que el padre o la madre vuelva a ser como “antes”.
Cabe aclarar que no todos los padres desarrollan estos comportamientos, actitudes o sentimientos ante el nido vacío, existe gente que lo ve como una nueva oportunidad para retomar aquello que al nacer los hijos quizá, pospusieron o bien para hacer cosas
A manera de conclusión, desde mi perspectiva, además de importante es sano que se vivencie el duelo ante el nido vacío y sobretodo se reconozcan las afectaciones que puede tener en los hijos los comportamientos y actitudes de los padres, pero de igual forma se debe reconocer las emociones que genera en los padres el que los hijos se vayan de casa, por lo que también se debe procurar ser comprensivos, aunque claro debemos aprender a diferenciar cuando estas emociones se deben por el reciente desprendimiento de los hijos o más bien se está tomando estas emociones como arma para que los hijos regresen a casa.
nuevas, cada persona tomará de forma distinta el duelo ante dicha situación. ¿Se debe vivenciar el duelo, ante el nido vacío? Desde mi punto de vista creo que sería lo más conveniente y sano ya que con esto se ayuda a la misma persona a aceptar el cambio que existe en su vida, tal vez como todo duelo le cueste trabajo, tomará tiempo y ocasionalmente algunas lágrimas aceptar esta ausencia en el hogar, sin embargo a la larga se entenderá que es parte de la vida misma, lo cual permite que todo se acomode a fin de que ambos se vean beneficiados, los padres al ver a sus hijos realizados y los hijos sentirán satisfacción al saber que existe un equilibrio entre su familia de origen y la nueva familia que ellos formaron.
Lectura recomendada: Herrera, P. Adela, (2005) Nido vacío: Una oportunidad para seguir creciendo
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