personas tóxicas

Personas Tóxicas: ¡Conócelas, enfréntalas y evítalas!

Todos en algún momento hemos tenido que lidiar con personas tóxicas, aquellas que nos hacen la vida imposible y nos comparten gratuitamente sus nubes negras.


En algunas ocasiones se trata de un jefe tirano que, en lugar de motivarnos a lograr objetivos, nos infunde miedo y/o estrés para “enseñarnos” a hacer bien el trabajo.


O tal vez, has tenido una amistad tóxica que sólo te llama para quejarse y culpar a todos de lo que le pasa, y/o tengas algún familiar que “siempre tiene problemas”.


Si tenías o tienes una pareja, es muy probable que hayas sido víctima de una suegra o un cuñado(a) tóxico que te hacía la vida imposible de la manera más inoportuna.


La realidad es que todos, alguna vez, hemos sido víctimas o hemos conocido a una persona tóxica en nuestra vida o tal vez nosotros mismos lo hemos sido.


Lo cual, no es tan raro como pudiera parecer ya que, de alguna manera, todas las personas tenemos en mayor o menor medida un cierto grado de toxicidad.


No obstante, para establecer relaciones sanas y cuidar nuestro bienestar emocional, es indispensable identificar y poner un alto a personas, emociones y hábitos tóxicos.


En este tutorial develamos las principales características de las personas tóxicas, sus rasgos de personalidad, cómo identificarlas y, sobre todo, como ponerles un alto.


¿Quiénes son las personas tóxicas?


Las personas tóxicas se distinguen por manifestar una actitud hostil ante la vida, y la suelen expresar o exteriorizar principalmente con las personas que les rodean.


Estas personas han hecho de la toxicidad un estilo de vida y se encuentran permanentemente haciendo daño a los demás y a ellas mismas, incluso sin darse cuenta.


Es tanto el tiempo que llevan adoptando este tipo emociones y comportamientos negativos que no saben cómo sentirse y actuar de otra manera.


La gente tóxica es aquella a la que le encanta destruir la autoestima de los demás y con frecuencia boicotea las metas y sueños de sus amigos, compañeros, pareja y/o familiares.


Nunca se detienen a mirar por el bienestar del otro y se encargan de robarle la energía para poder sentirse bien con ellos mismos, aunque aun así no lo logren.


Para qué entiendas cómo actúan, vamos a simular que este tipo de personas son como una araña que teje su red con un propósito: conseguir aquello que quieren.


Cuando alguien cae en su telaraña, la persona se convierte en un títere que, de no liberarse de los hilos de la araña, puede terminar por consumirla física y emocionalmente.


Dicho de otra forma, una persona tóxica es esa persona que no te permite avanzar, que te desgasta física y sobre todo emocionalmente absorbiendo todo tu tiempo.


A través de la manipulación, se las ingenia para conseguir aquello que quiere.


Una persona tóxica puede ser cualquiera, un amigo, un jefe, un compañero de trabajo o de estudios, un conocido, un vecino, un familiar, etc.


Es por ello que tratar con gente tóxica no es sencillo y cuando se trata de una persona cercana puede resultar complicado no vernos afectados por ella.


comunicación tóxica


Diferencia entre personas tóxicas y sanas


Todas las personas, sin excepción tenemos rasgos tóxicos que determinan nuestra manera de sentir y de actuar en el día a día.


Esto no es nada extraño, ya que, la misma sociedad en la que nos desenvolvemos es tóxica y por lo tanto es imposible no relacionarnos sin actuar con un cierto grado de toxicidad.


Es decir, todos tenemos ciertas áreas inmaduras en nuestra personalidad que determina la forma en la que nos comportamos y nos relacionamos con los demás.


Pero, entonces, ¿cuál es la diferencia entre una persona tóxica y una sana?


La diferencia radica en que la gente tóxica no es consciente de que su manera de pensar, sentir, actuar y relacionarse es dañina para ellas mismas y para los demás.


Son personas que están tan acostumbradas a convivir día con día con sus rasgos tóxicos que no reconocen lo dañino que esto puede ser.


Por el contrario, las personas sanas, son mucho más conscientes de este tipo de rasgos y tratan de eliminar aquellos que les hacen daño.


Una de las maneras en las que suelen identificarlos es cuando otra persona se los hace ver y éstas reflexionan de manera más profunda acerca de ese comportamiento tóxico.


Sin embargo, una persona tóxica, jamás va a ser capaz de reconocer que el problema está en ella misma y buscará culpar a los demás.


La gente tóxica necesita hacer daño a los demás, por lo menos emocionalmente, para sentirse bien con ella misma.


Es la típica persona que suele culpar a todo el mundo por todo lo que le ocurre en su vida. Por ejemplo, al gobierno, al tráfico, a los “ineptos” que no hacen bien su trabajo, etc.


monstruo tóxico


7 tipos de personas tóxicas


1. El hipócrita


Es esa persona que parece que lo hace todo por ti, que te ayuda, que mira por tu bien, pero que poco a poco y sin darte cuenta termina alejándote de las cosas que realmente quieres.


Te echa indirectas controlándote como: “es lo que te conviene”, te recordará tus errores y te descalificará: “que pesado eres”, “no puedes hacerlo”, “que tonto eres”.


Es el tipo de persona que finge ser un verdadero amigo, compañero e incluso hasta un hermano, pero siempre lo hará con la finalidad de estar muy cerca de ti y ver cómo sacarte ventaja.


Una vez que se haya ganado tu confianza, su comportamiento y los mensajes que te envíe serán ambivalentes.


Por un lado, te tendrá en un pedestal y te hará ver lo maravilloso que eres, pero después comenzará a descalificarte y a hacerte comentarios negativos para controlar tu autoestima.


Esto lo puede lograr ya que al elogiarte hace que creas en todo lo que te dice, por lo que, cuando te descalifica es más fácil que te genere dudas acerca de ti mismo.


Este tipo de gente tóxica no descansa hasta que no logran hacerte sentir inferior a ellas para que sientan que pueden “brillar” ante ti y sentirse aparentemente superiores.


2. El mediocre


Es esa persona que continuamente se hace la herida, la pobre, se lamenta para escabullirse de ciertas cosas y encasquetártelas a ti.


Deja de asumir responsabilidades y se aprovecha de tus buenas intenciones. Te tomará el pelo. Suele ser conformista y mediocre, “para qué esforzarte si total…”.


Cada vez que le cuentas alguno de tus sueños y objetivos personales, lo único que va a hacer será desmotivarte y convencerte de que no vas a poder lograrlo.


Puede ser que esto no lo haga con una mala intención, simplemente que su manera de ver las cosas es bastante negativa y siente que el mismo no es capaz de lograr lo que desea.


Para estas personas, lo único que importa es llegar a fin de mes, evitar lo mejor posible los problemas y no tener que enfrentarse a nuevos retos que los hagan salir de su zona de confort.


A pesar de que el daño que pueden causar a los demás no es tan directo, estar cerca de ellos puede ser bastante contagioso y puede hacer que se te quiten las ganas de lograr lo que deseas.


3. El culpabilizador


La culpa es uno de los sentimientos más negativos que podemos experimentar, por esta razón, muchas personas suelen utilizarla para manipular a los demás.


“Con lo que yo he hecho por ti, y así me lo pagas…”, “esto pasa por tu culpa”, “si me hubieras hecho caso, esto no hubiera pasado”, etc.


Este tipo de persona tóxica pretenderá hacerte sentir culparte de todas las cosas que suceden a su alrededor dejando de hacerse responsable incluso de sus propias acciones.


Esta culpabilidad va a ser que sientas como si estuvieras en deuda con esta persona y de esta manera tendrás más disposición para hacer lo que él o ella te pide que hagas.


4. El agresivo


Es aquel que desprecia, ofende y critica destructivamente a las personas con las que se rodea.


Suele ser sarcástico y te lanzará pequeñas púas, como si fueses un juego de dardos hacia tu persona, tirando por tierra aquello que digas.


Son personas con las que es sumamente difícil tratar y son bastante intimidantes puesto que son violentas a nivel físico y verbal.


En el ámbito en el que se encuentren, ya sea en el laboral, familiar, social, etc. Su objetivo siempre será el despertar el miedo de los demás para así sentir que tienen poder y autoridad.


Detrás de esa violencia que muestran continuamente hacia los demás, se esconde una enorme inseguridad, la cual les impide relacionarse de manera adecuada y tener vínculos sanos.


En el ámbito laboral es bastante común encontrar a este tipo de gente tóxica, sobre todo en altos cargos.


Algunas de las frases más comunes de los jefes tóxicos agresivos suelen ser las siguientes:


“Definitivamente tu no vales para este puesto”, “la mayoría de mis empleados son unos ineptos”, “nadie sabe hacer nada en esta empresa”, “este trabajo es una porquería”, etc.


personas agresivas


5. El chismoso


Es aquella persona que miente a los demás, y te miente a ti para conseguir aquello que quiere.


Suele hablar mal de los demás por detrás, a sus espaldas y por supuesto, con malas intenciones.


Crea rumores dentro de su círculo social o en el ambiente laboral en el que se desenvuelve, alterando la información e incluso inventando aquello que desconoce con tal de crear polémica.


El chismoso, utiliza las mentiras y el chisme para establecer relaciones con los demás.


Estas relaciones son bastante superficiales y se basan en la falsedad ya que un día puede hablar de la persona que tiene a la derecha y se lo cuenta al de la izquierda y viceversa.


Para este tipo de persona tóxica, el placer se encuentra en ser escuchado por los demás con atención y crear una especie de aliados a pesar de que hable en secreto de todos.


Otra de las razones por las cuales el chismoso habla de todos es que no tolera el silencio y antes de hablar de sí mismo prefiere hablar de los demás sin pensar en las consecuencias de ello.


persona chismosa


6. El psicópata


Proyecta una imagen hacia los demás que no es la que corresponde, se esconde tras una máscara.


Son impulsivos, caprichosos, obsesionados, antisociales, falsos, crueles y orgullosos de sí mismos. Además, sólo les interesa el poder, suelen ser rencorosos y viven amargados.


Los psicópatas están en todos lados ya que no solo se trata de asesinos en serie o estafadores, pueden ser personas aparentemente normales como compañeros de trabajo, escuela, etc.


Y es que, son unos verdaderos expertos en el arte del engaño, teniendo como único objetivo traicionar y arruinar la vida de los demás.


Son como una especie de camaleones que saben perfectamente como aparentar una imagen distinta a la de ellos mismos y ocultar sus verdaderas intenciones.


Generalmente lo único que quieren es estar en una posición de poder, sexo y mejorar enormemente sus finanzas a pesar de que eso implique hacer daño a los demás.


Por eso, suelen acercarse a personas que tienen éxito en su vida, para robarles y destruirlas por medio de la manipulación y el control.


7. El envidioso


Pretende parecer el rey o la reina del mambo, aunque esconde un gran sentimiento de inferioridad.


No te escucha. Y gracias a su egocentrismo, y su afán de protagonismo acaparará toda la atención pretendiendo eclipsarte.


Puede ser que aparentemente se lleve muy bien contigo, pero en el fondo esconde un gran sentimiento de envidia hacia ti ya que anhela todo aquello que tu posees.


Y es que el acto de envidiar, va mucho más allá y la persona que la experimenta siente una profunda insatisfacción debido a la creencia de que nunca va a poder tener lo que tu posees.


Es incapaz de voltear a verse a sí misma y reconocer sus propias habilidades, virtudes y todo aquello con lo que cuenta ya que se centra únicamente en lo que tú tienes.


Por lo que deja de ser protagonista de su vida para convertirse en alguien poco auténtico que solo busca imitar y opacar al otro para sentirse importante.


¿Por qué atraemos personas tóxicas?


Atraer constantemente personas tóxicas no es ninguna coincidencia del destino. Hay ciertos aspectos de nuestra conducta que nos hacen más vulnerables a ser víctimas de ellas.


Algunas de las principales razones por las cuales atraemos personas tóxicas son las siguientes:


1. No saber decir “NO”


Personas que todavía no han identificado sus límites personales y están acostumbradas a ceder ante las demandas de los demás ya que si no lo hacen sienten que están actuando mal.


Por lo que prefieren ceder ante todo para tratar de “quedar bien” con el otro a pesar de pasar por encima de ellas mismas y de sus propios límites.


Al hacer esto se convierten en un blanco perfecto para las personas tóxicas que buscan dominar y manipular a los demás.


2. Esperar la aprobación ajena


Personas que se olvidan de lo que ellas mismas desean y basan sus decisiones en las opiniones de terceras personas.


Cuando alguien hace un comentario negativo acerca de lo que hacen, se sienten sumamente heridas y frustradas ya que siempre buscan tener la aprobación de todos para sentirse bien.


Debido a esto y a que nunca va a tener la aprobación de todos, su autoestima se ve constantemente herida y amenazada.


Esto hace que disminuya su seguridad y a la vez que aumenta su necesidad de aprobación, lo cual saben aprovechar perfectamente las personas tóxicas.


necesidad de aprobación


3. Juzgarse a uno mismo


Personas que tienden a ser bastante duras y críticas con ellas mismas por lo que son más propensas a culpabilizarse por todo.


Su nivel de exigencia es tan alto que caen fácilmente en la trampa de sentir que cometen muchos errores los cuales tienen que pagar de alguna manera.


Es como si vivieran cargando todo el tiempo un sentimiento de culpa tan grande que sienten que incluso los errores de los demás también son culpa suya.


Esto para el culpabilizador, el psicópata y las personas manipuladoras es una garantía de que van a poder dominarlos y manipularlos fácilmente.


4. Comunicación pasiva


Las personas que han adoptado un estilo de comunicación pasiva con los demás difícilmente se darán a respetar ni establecerán límites con los demás.


Y es que, la principal característica de este tipo de comunicación es no compartir opiniones personales ni proteger nuestros derechos ni necesidades.


Por esta razón, la persona que adopta este tipo de comunicación no sabrá como defenderse ante posibles amenazas, ofensas y/o cualquier tipo de violencia verbal.


Es como si sus propios límites, derechos y necesidades no tuvieran ningún valor y los únicos que contaran fueran los de las demás personas.


¿Cómo alejar a las personas tóxicas?


1. No les hables de tus metas


Evita contarles tus planes y metas personales a personas que únicamente te van a criticar y/o a desmotivar para que no las lleves a cabo.


Personas a las que cada vez que les hablas de tus sueños y lo que quieres lograr te dicen cosas como:


“De nada sirve que te esfuerces, nunca lo vas a lograr”, “solo estás perdiendo tu tiempo”, “no eres lo suficientemente capaz para hacerlo”, “esas son fantasías”, etc.


Si por alguna razón te es muy difícil alejarte de esa persona, tal vez porque sea un compañero de trabajo, un hermano, etc.


Procura que lo que hables con el(ella) sean cosas más neutras que no tengan que ver con tus aspiraciones en la vida y tus nuevos proyectos.


Evita también comenzar a quejarte y ser pesimista acerca de sus temas de conversación solo por empatizar.


Recuerda que este tipo de personas convierten la queja en un deporte en el que siempre van a ganar.


¿De verdad merece la pena que haya una competencia? Por supuesto que no.


Si se aprovechan de cualquier conversación para soltar su retahíla, quizás no es la persona a la que debas acudir para soltar algo que te ahoga.


2. No discutas con ellas


No intentes hacerles entrar en razón. Recuerda que esto no es una competición, pero estás en su terreno y tu contrincante tiene todas las de ganar.


No intentes demostrarle que tu situación es peor o mejor que la suya porque estas en desventaja.


Recuerda que no vas a lograr nada discutiendo, sino todo lo contrario, ya que es muy probable que termines cayendo de esa manera en su juego.


Una vez que entras en su juego, esta persona logrará su cometido que es robarte tu tranquilidad y terminarás pasando un mal rato a cambio de nada.


Así que lo mejor, cuando la otra persona busque provocarte, es que te hagas a un lado, apoyándote en frases como:


“No voy a discutir esto contigo, lo siento”, “cuando estés más tranquilo(a) hablamos”, “no voy a entrar en conflicto por esto, ¡hasta luego!”, etc.


mentalidad de personas tóxicas


3. Evita solucionar sus problemas


No intentes solucionar sus problemas. Ese no es el fin de su queja ni mucho menos tu cometido.


Podemos tender una mano a las personas que necesitan ayuda, pero todo tiene un límite. Los problemas de los demás son exactamente eso: problemas de los demás.


Cuando alguien no intenta hacer nada por solucionarlo, aun teniendo la fortaleza y las herramientas, hasta ahí llegó lo que podemos ofrecerle.


Recuerda que solucionarle los problemas a los demás no es la mejor manera de “quedar bien” con ellos.


Si eres constantemente chantajeado(a) por alguien que demanda tu ayuda todo el tiempo, sino pones un alto, esto cada vez irá más en aumento.


Lo mejor es aprender a decir que NO, ser firme con tu respuesta y no dejarte manipular por una persona que no trae algo positivo a tu vida.


límites personales


4. Establece límites personales


Todos tenemos que tener bien definidos cuales son nuestros propios límites personales para comenzar a hacerlos valer en situaciones en donde se ponen en juego.


Los límites varían de una persona a otra y dependen de nuestras creencias personales y valores.


Sin embargo, algunos de los más comunes que es importante que tomes en cuenta a la hora de establecer tus tuyos propios son los siguientes:


  • Reconoce y valora tus propias opiniones.
  • Conoce y haz valer tus propios deseos y necesidades personales.
  • Di que NO cuando no quieras hacer algo.
  • No permitas que violen tu privacidad.
  • No permitas que te maltraten física o psicológicamente.

Una vez que tengas todos tus límites personales claros asegúrate de ponerlos en práctica identificando aquellas situaciones en donde se estén poniendo en juego.


Recuerda que tú, así como todas las personas, tenemos derecho de hacerlo valer.


5. Distancia emocional


Intenta distanciarte físicamente de las personas tóxicas una vez que las hayas identificado. Si no puedes, entonces aléjate emocionalmente de esa persona.


Es decir, deja de procurar la relación e intentar mejorarla, por el contrario, asegúrate que el contacto que tengas con el(ella) sea muy limitado.


Esto quiere decir, hablar con esa persona únicamente cuando sea estrictamente necesario y no vincularte de manera más profunda con ella.


Recuerda que todo lo que diga o haga, es producto de su propia frustración y no tiene nada que ver contigo.


Así que cada vez que sientas que lo que esa persona diga o haga te está afectando emocionalmente, aléjate y recuerda que está hablando de ella y no de ti.


No te conviertas en alguien que no quieres y terminar con un gran desgaste emocional.


Mi consejo ante este tipo de personas es alejarse de su camino lo antes posible, ignorarlas y seguir con tu vida.


Hazte valer, y defiende tus derechos a decir “SÍ” o a decir “NO”. No vives por, ni para esas personas, vive por y para ti. No esperes nada de nadie, y espéralo todo de ti.


¿Por qué las personas se vuelven tóxicas?


Existen muchas razones por las cuales una persona puede llegar a convertirse en alguien tóxico. Algunas de las más comunes son las siguientes:


1. Traumas de la infancia


Algunas personas pueden haber atravesado por situaciones más o menos difíciles que hayan dejado en ellas una herida profunda que nunca pudieron sanar.


Estas heridas son distintas dependiendo del caso en particular y pueden ir desde haber vivido violencia física y/o psicológica en casa hasta haber tenido unos padres ausentes.


Esto no quiere decir que todas las personas que hayan tenido problemas en casa durante la infancia vayan a ser tóxicas, sin embargo, es un factor predisponente.


Sobre todo, cuando nunca se hacen conscientes de que hay algo en ellas mismas que tienen que sanar y aprenden a vivir con ello como si fuera normal, aunque les cause malestar.


2. Vivir con personas tóxicas


Haber estado conviviendo en un entorno tóxico por muchos años, ya sea en casa, en la escuela, en el trabajo, etc.


Es un factor que puede influir bastante a la hora de adoptar una personalidad tóxica.


Y es que, todos somos seres sociales y de manera inconsciente tendemos a imitar la conducta de los demás, sobre todo cuando son personas que frecuentamos a diario.


Por ejemplo, si toda la vida has escuchado a tus padres quejarse de todo lo que les sucede, es probable que terminemos adoptando una actitud similar.


Por eso la importancia de identificar el tipo de entorno en el que nos desenvolvemos normalmente y alejarnos de aquello que nos pueda contaminar.


entorno de las personas tóxicas


3. Trastorno mental


El padecer ciertos tipos de trastornos mentales y no recibir un tratamiento nos hace más propensos a tener actitudes tóxicas.


Algunos ejemplos pueden ser el caso de la psicopatía en donde la persona puede llegar a tener actitudes sumamente peligrosas hacia los demás.


El trastorno paranoide de la personalidad que tiene como característica principal la desconfianza por lo que siempre está a la defensiva ya que cree que todos le harán daño.


Una persona con este tipo de trastorno tiende a ser agresiva y guarda rencor hacia los demás con los cuales no se vincula emocionalmente.


Personas con un trastorno histriónico de la personalidad las cuales quieren llamar la atención todo el tiempo sin importarles la manera en la que tengan que hacerlo.


Entre otros tipos de trastornos mentales que, si no son bien tratados, la persona puede caer fácilmente en la toxicidad.


Contenidos sobre personas Tóxicas


Más allá del dolor que nos pueda causar una persona tóxica, las preguntas que nos vienen a la mente a la hora de relacionarnos con ellas son:


“¿Qué hago si convivo frecuentemente con una persona tóxica?”, “¿cómo ponerle límites a este tipo de personas”, “¿qué puedo hacer para proteger mi bienestar emocional?”.


Incluso también podríamos llegar al grado de cuestionarnos a nosotros mismos sobre nuestro grado de toxicidad, y si estamos actuando de manera prudente o no.


Y es que, cualquier persona puede caer en la trampa de comenzar a adoptar emociones tóxicas, estar dentro de una relación tóxica, tener amistades tóxicas, etc.


La finalidad de los siguientes artículos es ayudarte a reconocer estas situaciones, pero, sobre todo, que puedas hacerles frente y dejes a un lado la toxicidad de tu vida.