La terapia narrativa: técnicas y ejercicios
No hay persona que no convierta sus experiencias en historias, y la terapia narrativa utiliza esas historias para potenciar nuestra autopercepción.
Todos tenemos una historia sobre nuestra propia vida, un enfoque único sobre nuestra forma de ser, habilidades, aspiraciones y dificultades.
Somos los expertos de nuestra historia personal y como lo dice este tipo de terapia: “somos los narradores de nuestra propia existencia”.
¿Te imaginas poder narrar una historia en donde eres “una leyenda viva”, el héroe indiscutible de tu propia historia y no una víctima más?
Por supuesto, ser el héroe o la víctima es algo que depende de la persona que cuenta la historia, de su estado de ánimo y su visión del mundo.
Pero, concretamente ¿cómo puede ayudarnos la terapia narrativa? Acompáñanos a descubrir en qué consiste y en que casos podemos aplicarla.
¿Qué es la terapia narrativa?
La terapia narrativa es el enfoque terapéutico que sitúa al usuario cómo el experto de su historia, optimizando su percepción y confianza personales.
Fue creado en los años 70s por David Epston y Michael White, quienes la emplearon para ayudar a sus pacientes a entenderse mejor a sí mismos.
Utilizaban las propias experiencias de las personas, para demostrarles que los problemas no estaban en ellas, es decir, que ellas no eran el problema.
Y que la forma en que percibían su historia de vida, estaba determinada por el significado que decidían otorgarle a aquello que les sucedía.
Es por esto que los terapeutas narrativos creen que la identidad del cliente está determinada por las historias que se cuentan acerca de su vida.
La terapia narrativa pretende que volvamos a contar esa historia bajo una nueva perspectiva, desarrollando una percepción respetuosa y no culpable.
Especialmente, aspectos personales que tal vez no habíamos identificado, revalorizándolos o reescribiendo su significado de forma productiva.
Con frecuencia el significado que asignamos a nuestras experiencias, suele tener una influencia perniciosa sobre nuestra autoimagen o capacidades.
La terapia narrativa considera que todas las personas cuentan con habilidades, creencias y valores para reducir la influencia de sus problemas.
Fundamentos de la terapia narrativa
Michael White y David Epston concibieron este enfoque terapéutico como una forma de tratamiento no patologizante, basado en 3 fundamentos:
1. La terapia narrativa es respetuosa
Todos los clientes que acuden a este tipo de terapia son tratados como personas que cuentan con las capacidades suficientes para salir adelante.
Jamás serán vistos como problemáticos o deficientes. Por el contrario, se les hace ver que ellos no son el problema, los problemas son externos a ellos.
2. La terapia narrativa no culpa
Los problemas que existen en la vida del cliente, pueden ser causados por una gran variedad de factores que no tienen que ver con ellos mismos.
Nunca se culpa al cliente por sus problemas. Así que se les hace hincapié, en que no tiene sentido culpar a otros o a sí mismos por sus problemas.
3. El cliente es el experto
La relación cliente-terapeuta está basada en la igualdad. El terapeuta jamás se pondrá por encima del cliente, ni tratará de verse como un experto en el tema.
De hecho, se considera al cliente como el experto de su propia vida, siendo el terapeuta una especie de guía, que lo llevará a descubrir sus propios recursos.
¿Cómo funciona la terapia narrativa?
La terapia narrativa percibe las historias del cliente con asombro y curiosidad, para buscar junto a él, aquellos tesoros que pueden ser descubiertos.
En este tipo de enfoque, el terapeuta no actúa como experto y, por el contrario, ayuda a la otra persona a darse cuenta de que es la experta de su propia vida.
Por lo que demuestra al cliente, que su propia historia de vida está llena de posibilidades: sueños, valores, habilidades o metas que podría descubrir.
Durante esta búsqueda, el terapeuta aborda ciertas experiencias de la historia del cliente, para unirlas a través del tiempo en torno a un tema.
Afrontando aquellos problemas específicos que el usuario quiere resolver, a través de un cuidadoso uso del lenguaje y la aplicación de estrategias.
Una vez que se han encontrado, la terapia narrativa va desarrollando esa historia a través de preguntas y técnicas que contribuyen a su enriquecimiento.
La función clave de la terapia narrativa es moldear la historia que el cliente se cuenta a sí mismo, sobre su propia vida y la repercusión de sus acciones.
El terapeuta narrativo es el guía que ayuda a redescubrir esa historia, modificarla o generar una nueva que influya positivamente en la persona.
Uno de los principales objetivos de la terapia narrativa es que aparezca en el cliente, ese sentimiento de dirigir su vida hacia donde él lo desea.
Factores en la terapia narrativa
Para la terapia narrativa los factores que más influyen en la interpretación que damos a los eventos que nos suceden, son los siguientes:
1. Edad
Aunque todos somos distintos, la edad cronológica es un factor crucial para darle un determinado significado a nuestras experiencias de vida.
Por ejemplo: no es lo mismo que nos ocurra un evento traumático a los 5 años que a los 25, ya que los 25 años hemos desarrollado más habilidades.
2. Estatus socioeconómico
Seguramente la historia de vida de una persona que haya nacido en una familia con muchas dificultades económicas será distinta a una que no.
Tal vez la persona que nació en una familia pobre tuvo que trabajar desde muy joven, mientras que la que nació en una familia rica estaba estudiando.
3. Etnicidad y cultura
La historia de vida de las personas que pertenecen a una etnia o cultura diferente, y el significado que dan a lo que les ocurre puede ser muy distinto.
Por ejemplo: grupos conformados por personas con una lengua, religión o tradiciones ajenos entre sí, tendrán una visión particular acorde a esas influencias.
4. Género
Hombres y mujeres que, a pesar de vivir sucesos similares, reaccionan de acuerdo a lo que perciben o se les ha inculcado en función de su género.
Por ejemplo, puede ser que a un niño le hayan enseñado que tiene que ser fuerte y valiente, y a una niña que debe ser más delicada y precavida.
Postulados de la terapia narrativa
- Todas las personas tenemos una historia única e irrepetible, que podemos contar y enriquecer conforme pasa el tiempo.
- La forma en que nos contamos nuestra propia historia confiere significado a nuestra existencia y determina nuestra identidad.
- El significado que damos a nuestra experiencia suele ser sesgado o negativo, lo que influye en nuestra forma de ser, pensar y sentir.
- Los factores que más influyen al asignar este significado a nuestra existencia son la edad, el género, el estatus económico y la etnicidad.
- Cuando descubrimos historias alternativas sobre nuestra vida, armonizamos mejor con quienes somos y lo que queremos llegar a ser.
- La terapia narrativa tiene como objetivo principal ayudar a las personas a contar, cambiar o renovar su propia historia de vida.
- La terapia narrativa es un enfoque terapéutico no patologizante, no culpable, y que percibe al cliente como el experto de su propia vida.
- La relación cliente-terapeuta está basada principalmente en el respeto y la convicción de que cualquiera puede superar sus problemas.
- El enfoque de la terapia narrativa jamás percibe a las personas como si ellas fuera el problema, sino que más bien lo externalizan.
Técnicas de terapia narrativa
En la terapia narrativa se suelen emplear diversas técnicas y estrategias, entre las que más se utilizan podemos encontrar las siguientes:
1. Construcción narrativa
En un principio el terapeuta se encarga de orientar al cliente para que cuente su historia con sus propias palabras de forma totalmente libre.
Durante el proceso, ambos tratan de encontrar nuevos significados en la historia del cliente que les permita alterar la ya existente o crear otras nuevas.
A este proceso de alteración y/o creación de nuevas historias se le conoce como “re-autoría” o “re-narración”.
Su finalidad es que el usuario sea consciente de que tiene el control sobre sus propias interpretaciones y es capaz de crear nuevos significados.
2. Externalización
Por medio de esta técnica se intenta cambiar la perspectiva de la persona para que deje de verse a sí misma como problemática.
Al inicio, lo más común es que el cliente se describa en su relato como una persona con problemas, ahí es cuando comienza la externalización.
El terapeuta lo irá reorientando para separar sus problemas (que son un factor externo), de su propia identidad o percepción interna.
Cuando el cliente va dejando de verse como una “persona problemática”, entonces puede percibir sus desafíos personales como superables.
Parece sencillo, sin embargo, esta técnica es a menudo un gran desafío para el terapeuta.
3. Deconstrucción
Deconstruir un problema se refiere lograr hacerlo mucho más específico, es decir, explorar sus causas y encontrar el origen de las dificultades.
Cuando un suceso se presenta de forma recurrente, repitiéndose muchas veces o es muy dominante, las personas tienden a generalizarlo.
Esto significa que con el tiempo se pierde la perspectiva, al grado de desconocer el origen del problema, confundiendo o ignorando sus causas.
La tarea de la terapia narrativa es ayudar al cliente a dividir su historia en partes, y así ir develando el problema real al que se está enfrentando.
Un ejemplo de ello podría ser una persona que se siente frustrada porque sus compañeros de trabajo no lo reconocen como un buen profesional.
Como vemos, este problema es muy general y sería difícil crear un plan de solución, en este caso, el terapeuta lo dividirá en partes para hallar su origen.
Esto ayudará a que el cliente conozca mejor su conflicto al no ser reconocido, y lo que debería aprender para comunicar mejor sus competencias.
4. Resultados únicos
Consiste en crear una visión mejorada de la historia, lo que a veces implica cambiarla, es una técnica compleja pero vital en la terapia narrativa.
No sólo va de “pensar positivo”, sino de construir una historia con contenido altamente significativo, para promover una identidad funcional.
Aunque esta técnica pueda sonar para algunos, que se está tratando de evitar el problema, realmente sólo se está replanteando y resignificando.
Ejercicios de terapia narrativa
Aunque la terapia narrativa es más bien un diálogo entre cliente y terapeuta, hay ejercicios que pueden realizarse en casa entre las sesiones.
Si te interesa este enfoque terapéutico, algunos de los ejercicios más interesantes que puedes comenzar a realizar desde ahora, son los siguientes:
1. Mapa de Posición
En una hoja en blanco dibuja una cuadrícula y divídela en cuatro partes. Cada una de esas partes estará destinada a un área de tu vida.
Estas áreas pueden ser, por ejemplo: familia, relaciones sociales, objetivos personales, trabajo, etc. Elije las más significativas para ti.
Una vez que lo tengas hecho, vas a escribir en cada área lo siguiente:
- Etiquetado, el nombre que le darías al problema en concreto.
- Efectos, las consecuencias del problema en tu vida.
- Evaluación, del impacto de esas consecuencias.
- Valores, que surgen al pensar en las causas de esos efectos.
Plasmar los problemas en papel nos permite separarnos de ellos y darnos cuenta que no radican en nosotros, sino que son externos y salvables.
2. Preguntas narrativas
Una vez plasmados y especificados los problemas en las diferentes áreas, tendremos una visión más objetiva de ellos y de sus posibles soluciones.
Finalmente, es necesario comprender cada uno de los problemas con mayor profundidad, para ello, debemos realizar preguntas del siguiente tipo:
Referencia
- ¿Has logrado hacer algo como esto antes?
- ¿Tiene algún ejemplo en dónde hayas logrado cambiar con éxito?
- ¿Por qué esta forma de actuar es mejor que la antigua?
Propiedad
Si observas tus logros en retrospectiva…
- ¿Cuáles fueron los pasos que seguiste para lograrlo?
- ¿Qué hiciste primero? ¿Y que después?
- ¿Cómo te preparaste para enfrentarlo?
- ¿Cuáles crees que fueron los puntos de inflexión que lo hicieron posible?
- ¿Hubo algo en especial que te dijeras a ti mismo y que te dio ánimos o fuerza?
- ¿Tu comportamiento fueron consistente con tus valores?, Exactamente ¿Cómo?
Precisión
- ¿Cuál era la expresión de tu rostro cuando…?
- ¿Qué fue lo que te hizo hacer eso en ese momento de tu vida?
- ¿Quién hubiera predicho ese evento?
- ¿Qué sentiste cuando…?
- ¿Quién más vio eso?
- ¿Cuál fue la importancia de ese cambio o evento en tu familia?
- Si aplicaras estos conocimientos ahora mismo: ¿En qué sentido marcarías una diferencia?
- ¿Cómo mejoraría la situación?
Inclusión
- ¿Qué han visto los demás que les haga pensar que puedes hacer eso?
- ¿Qué crees que motivó (a otra persona importante) a hacer ese cambio?
- ¿Cómo calificarías la forma en que ustedes dos se desempeñaron cuando…?
- ¿Su desempeño fue o es congruente con sus expectativas?
- ¿Qué imagen tendrán los demás de ti cuando realices ese cambio?
- ¿De qué manera impactaría tu decisión en la vida de…?
- ¿Qué efectos positivos sobre (personas significativas) crees que tenga ese cambio?
3. Historia de vida
Como sabemos, uno de los objetivos de la terapia narrativa es encontrar nuevos significados que influyan positivamente en nuestra identidad.
Este ejercicio trata precisamente de eso: relatar tu historia de forma productiva y alentadora. Los pasos para llevarla a cabo son los siguientes:
- Escribe el título del “Libro de tu vida”. Por ejemplo: “La curiosa historia de vida de Juan”, “Juan: Una historia de esperanza”, etc.
- Haz una lista de capítulos (por lo menos 7) para tu libro, asignándoles títulos que representen los eventos o etapas más importantes de tu vida.
- Escribe una pequeña oración, que describa cada capítulo de manera resumida. En el último elabora una descripción sobre tu vida en el futuro.
- Por último, puedes agregar tantos capítulos como desees, obviamente, para proyectar tu vida en fechas venideras, y el grandioso desenlace.
¿Qué te ha parecido este creativo ejercicio? Su objetivo es ayudarte a organizar las creencias, ideas y aspiraciones que tienes acerca de la vida.
Brindándote la oportunidad de crear una historia que tenga más sentido para ti, y en donde puedas elegir el significado de tu presente y tu futuro.
Otra cosa interesante que notarás al realizar el ejercicio, es que serás consciente de que el pasado ya no existe, y que no tiene más poder sobre ti.
4. Artes expresivas
El arte y la creatividad son magníficos recursos para contar o expresar nuestra historia, y a veces de formas que jamás hubiéramos imaginado.
Hoy en día tenemos a nuestro alcance diferentes métodos y técnicas artísticas para ayudarnos a expresar aquello que sentimos y vivimos.
Algunas de las diferentes maneras en las que puedes hacerlo son las siguientes:
Escribir un diario
Escribir un diario de manera constante tiene múltiples beneficios. Plasmar lo que nos ocurre y sentimos en papel ya es en sí mismo terapéutico.
Cuando escribimos en un diario reflexionamos cuestionándonos sobre cómo nos afectan los problemas, cómo surgieron y cómo nos hacen sentir.
Incluso ayuda a potenciar los efectos de la terapia narrativa, ya que nos hacemos más conscientes de nuestra propia historia personal al escribir.
Dibujar o pintar
Si tu forma de expresar lo que llevas dentro es por medio de la expresión pictórica, puedes crear dibujos simbólicos que representen tu problema.
La pintura y los dibujos son la metáfora perfecta de lo que significa una experiencia, dótalos de formas, figuras y colores que simbolicen tus sentimientos.
Visualizar
Otro potente recurso para crear nuevas y mejores historias es a través de la imaginación. Imagina como podría ser tu vida en 1 mes, 2, 5, o 30 años.
Visualiza tu vida como en una línea de tiempo que gradualmente va tomando una nueva dirección, y anota las mejores ideas que lleguen a tu mente.
Este ejercicio te ayudará mucho en terapia narrativa si lo compartes con tu terapeuta, quien sabrá orientarte para encontrar nuevos significados.
¿Qué te pareció la terapia narrativa?, ¿Ya habías escuchado de ella? Si tienes alguna duda o comentario contáctanos ¡Nos gustaría conocer tu opinión!