¡Nos hemos separado! Conductas ante la separación de los padres
“Los niños sanos no temerán a la vida si sus mayores tienen la suficiente integridad para no temer a la muerte”
-E. Erikson
La separación de un matrimonio es una de las situaciones más difíciles de afrontar, ya que trae consigo dolor, angustia, frustración, rabia y desesperanza. Es complejo que la familia acepte esta ruptura y por tanto todos los miembros también se vean afectados por ello, sin embargo, hay que poner más atención a los hijos pudiendo ser los más afectados ante esta situación.
Es inevitable que la separación de los padres cause efecto alguno en los hijos, sin importar la edad, ellos lo perciben y viven como un duelo ya que es una perdida y significa un cambio en la manera de vivir.
A decir verdad, en algunos casos los hijos son los más beneficiados ante las separaciones, más aún si estos provienen de familias en donde existe violencia hacia ellos o hacia alguno de los padres, por lo que llegan a visualizar la separación como un salida o escape ante tal situación; independientemente de lo anterior suele existir siempre un reajuste familiar y por tanto personal. En ocasiones los padres no suelen percatarse de estos cambios hasta que existen detonantes mayores, como bajas en las calificaciones por poner un ejemplo.
Ver a los hijos sufrir por este proceso es una más de las preocupaciones que los padres enfrentan, estos no saben cómo reaccionaran ni como tomaran la separación; por lo que tenemos que evitar decirle frases como “papá está de viaje” o “nos mudaremos a casa de los abuelos por un tiempo mientras arreglan la nuestra”; debemos tener en cuenta que los niños por más pequeños que sean comprenden las situaciones que viven en su entorno, de una u otra manera saben que está sucediendo algo.
Ante la separación de sus progenitores no es raro que el niño asuma algunas de las siguientes actitudes dentro del sistema familiar, ya sea por decisión personal o por la influencia de uno de sus progenitores:
- Esfuerzos dirigidos a promover el regreso del padre ausente, o por lo menos a que mantengan una comunicación frecuente entre ellos.
- Resentimiento contra el progenitor custodio (casi siempre se trata de la madre) por haber “causado” la salida del hogar de su pareja.
- Resentimiento contra el progenitor ausente, por haberse ido del hogar.
- Alianza con alguno de sus progenitores para agredir al ausente, o en algunos casos para promover su regreso.
- Mensajero entre sus padres, a veces no sólo para transmitir mensajes instrumentales sino también otros con fuerte carga emocional de tipo agresivo. (Sauceda García, El menor ante el divorcio de sus padres, p. 250).
Generalmente ante este tipo de situaciones los niños comienzan a presentar cambios en la conducta, tales conductas pueden llegar a intervenir en su desarrollo emocional, físico y psicológico. Solo por ejemplificar, a continuación se enuncian algunas:
- Para los más pequeños es común que sientan rabia ya que esto es algo nuevo, un cambio más, algo a lo que se enfrentaran y con lo que crecerán, pudiendo sobrevenir el miedo ante tal situación causando un nivel de inseguridad mayor.
- Regresiones, es decir los niños se vuelven más infantiles, más dependientes de mamá o papá, comienzan a hacerse pipí en la cama, a querer dormir acompañados por citar a algunos ejemplos.
- Para los niños en edad escolar los cambios se presentan en el rendimiento escolar, el cual tiende a bajar, comienzan a perder intereses, se vuelven agresivos o tímidos.
- Pérdida del apetito, pueden no sentir hambre por periodos largos, pueden comenzar a ingerir mayor cantidad de alimentos altos en azúcar, se vuelven melindrosos por así decirlo.
- Perdidas de peso considerables o en su defecto el aumento de peso por la ingesta de azucares.
- Alteraciones en el sueño, posiblemente comiencen a dormir más horas, se sientan agotados o pidan dormir acompañados tal y como ya se ha mencionado.
Conductas ante la separación de los padres
¿Cómo ayudar a nuestro hijo?
- Tomarnos unos minutos para sentarnos y platicar con ellos sobre la separación los ayudará a estar al tanto y asimilar lo que está sucediendo en casa. Como padres debemos saber que es importante hablar claro y preciso, sin mentiras y con palabras acorde a la edad de los niños.
- Resolver sus dudas al relatar la historia, si son niños en edad preescolar dibujarla y describirla juntos será una buena actividad que les permitirá comprender la situación. Es importante dibujarla y dejarla al alcance de los más pequeños para que ellos mismos puedan tomarla cuando sientan dudas.
- Prestarles la atención debida, durante esta etapa se sentirán menos protegidos, por lo que no está demás, con el simple hecho de preguntarles como les fue en el colegio, se fijarán que aún existe atención hacía ellos.
- Indicarles que no son los culpables de la separación; además de las palabras existen los actos, como los abrazos, las caricias, un simple gesto, pueden cambiar la visión del niño.
- Expresarles el cariño y amor que se les tiene, e informarles que este no cambiará.
Hay que recordar que todo depende en como los padres perciben la separación, es decir, si los padres creen que la mejor solución es la separación entonces se ajustarán mejor a la crisis, tendrán menos dificultades psicológicas y por consiguiente los niños adoptarán todo lo positivo que se les demuestre, los cambios en la conducta serán menores y la comprensión más rápida.
Lecturas Recomendadas
- Crisis emocionales » Momentos para transformarse o conformarse.
- Etapas del duelo amoroso » Terminé una relación de pareja y me siento fatal.
Solo hay tomar en cuenta un último punto, debemos tener especial cuidado en no involucrar a los niños en los problemas de pareja, ellos no son parte del problema, ni mucho menos la solución para permanecer juntos.