¡Estoy embarazada y me aterra engordar!
“El embarazo de una mujer es una etapa de cambios en todos los aspectos, especialmente físicos. Uno de los cambios físicos más notorios es el aumento de peso.”
Cuando una mujer embarazada se obsesiona con su aumento de peso, siente que se ve demasiado gorda y trata de evitar engordarse, puede haber desarrollado un desorden alimenticio conocido como pregorexia o anorexia del embarazo.
¿Qué es la pregorexia?
La pregorxia aparece en mujeres embarazadas a las que les horroriza engordar. Con la finalidad de reducir peso y mantener su “figura esbelta” adoptan patrones alimenticios como la inducción al vómito, las dietas restrictivas y el ejercicio excesivo, conductas que suponen un riesgo para su propio bienestar y el de su hijo.
Usualmente, las mujeres que padecen pregorexia ya sufrían anorexia antes de quedar embarazadas. Sin embargo, pueden desarrollar anorexia por primera vez durante el embarazo aquellas mujeres que se angustian cuando aumentan de peso, aunque nunca hayan tenido desórdenes alimenticios.
¿Cómo identificar cuándo se sufre de pregorexia?
Las mujeres pregorexicas difícilmente reconocen sus propios síntomas, por lo regular es la familia la que se da cuenta de sus comportamientos extremos.
- Disminución en el consumo de alimentos
- Conteo de las calorías que ingieren
- Todo el día piensan en cómo reducir las calorías de su dieta
- Rechazo de su apariencia física
- Desinterés por su embarazo
- Realizan ejercicio excesivo y compulsivo
- Se encuentran obsesionadas por el aumento de peso
- Se inducen el vómito
- Presentan marcas en los nudillos de los dedos con los que se provocan el vómito
- Usan fajas para disimular el crecimiento abdominal
- Mantienen un peso bajo durante todo el embarazo
Esta enfermedad afecta tanto a la madre como al bebé y a la misma placenta. El bebé tendrá suficiente alimento mientras la placenta tenga de donde extraer los nutrientes; cuando la madre no consume los suficientes, la placenta se desnutre, lo que puede causar la muerte de la madre y/o del bebé.
Consecuencias en la madre:
- Desnutrición.
- Anemia por falta de ingesta de hierro.
- Descalcificación ósea por disminución de la ingesta de calcio y aumento de las necesidades maternas de calcio.
- Baja producción de leche en el postparto.
- Alteraciones hormonales.
- Alteraciones dermatológicas como caída del cabello, y piel seca y deshidratada.
Consecuencias en el feto:
Durante el primer trimestre: es importante tener buenos niveles de ácido fólico para disminuir el riesgo de malformaciones del sistema nervioso central. Las mujeres pregoréxicas al no seguir una dieta equilibrada, tienen una disminución de ácido fólico en sangre por lo que aumenta el riesgo de sufrir defectos del tubo neural como la espina bífida. Las malformaciones asociadas a la malnutrición se ven aumentadas en estas pacientes. Las tasas de aborto espontáneo también aumentan en las mujeres pregoréxicas.
Durante el segundo y tercer trimestre: las mujeres pregoréxicas presentan un riesgo mayor de sufrir un parto prematuro y de concebir un feto con retraso de crecimiento. Los hijos, por lo tanto, tienen más posibilidades de sufrir:
- Retraso mental.
- Parálisis cerebral.
Muerte fetal intrauterina. - Problemas cardiovasculares, digestivos y de formación ósea.
- Algunos estudios correlacionan madres pregorexias con niños con un nivel intelectual más bajo y con dificultades fisiólogicas y emocionales.
Lo más recomendable es que una mujer embarazada suba entre 10 y 15 kilos durante todo el embarazo, para una madre con sobrepeso se espera que sea entre 7 y 10 kilos y una madre con bajo peso podrá subir entre 15 y 20 kilos. Esto debe lograrse mediante una dieta saludable, por lo que es importante tener orientación médica al respecto.
Tratamiento
Las mujeres pregoréxicas no reconocen su patología por lo que el tratamiento no implica sólo conseguir que coman más y mejor.
Recomendado
Sino que precisan también de un tratamiento psicológico y psiquiátrico, tanto durante el embarazo como durante el postparto. En este sentido, la comprensión y el apoyo familiar es muy importante para superar esta patología.