Proyección Psicológica ¿Qué es y cómo gestionarla?
La proyección psicológica es el mecanismo de defensa más común, tanto, que estamos acostumbrados a escuchar el típico: “¡No te proyectes!”.
Prácticamente no hay quien no la haya experimentado… ¿Te ha pasado “alguna vez”, que no soportas la forma de ser de otra persona?
Tendemos a señalar los errores ajenos, aunque en el fondo nos cuesta admitir, que tal vez (y sólo tal vez) también los padecemos, o no sabemos gestionarlos.
Incluso puede ser que te lleguen a molestar acciones o comportamientos de otros, aún sin tener “nada que ver contigo”, al grado de criticarlo abiertamente.
Si esta situación te suena familiar y quieres saber qué es exactamente una proyección psicológica y porque ocurre, te invito a que nos sigas leyendo.
¿Qué es la proyección psicológica?
La proyección psicológica es un mecanismo de defensa, que consiste en atribuir un impulso o rasgo indeseable a otra persona para negarlo como propio.
Ya que, al adjudicar ese deseo o característica reprimida a un tercero, podemos mantener a salvo nuestra autoimagen y sensación de valía personal.
Por ejemplo, alguien con un intenso y reprimido deseo de robar, señalará que alguien más, tiene la clara intención de robarle.
La teoría de la proyección psicológica fue desarrollada por el psiquiatra Sigmund Freud, quien es considerado el padre del psicoanálisis.
Freud notó que sus pacientes solían acusar a otras personas, de tener los mismos sentimientos y/o comportamientos que ellos mismos mostraban en terapia.
Un ejemplo común, es el del hombre que siente celos excesivos hacia su pareja, y que cada vez que sale, cree que puede engañarlo y la acusa de ello.
Sin embargo, es él quien ha sido infiel en algún momento de la relación (o le gustaría serlo), y realmente, no tiene motivos para dudar de su pareja.
Otro ejemplo, es el del “perfeccionista” que constantemente critica a los demás diciendo que son “torpes”, y que siente que no los soporta.
Cuando en realidad, es él mismo quien padece un intenso temor a la crítica, y a ser percibido o exhibido como ineficiente ante los demás.
Hay muchísimos ejemplos de proyección psicológica, en donde a las personas les cuesta reconocer que ciertas cosas que les molestan de otras, son en realidad conflictos internos que no han podido resolver.
Tipos de proyección psicológica
Existen diferentes tipos de proyección psicológica que podemos expresar en un momento dado. Algunos de ellos son los siguientes:
- Proyección Emotiva: Ocurre cuando proyectamos en otros las emociones que estamos experimentando y que nos cuesta aceptar o incluso no logramos reconocer en nosotros mismos.
Algunos ejemplos de ello pueden ser cuando decimos cosas como: “Hoy la noche es más triste que otros días”, “noto que te sientes frustrado(a)”, “veo que te sientes aburrido(a)”. - Proyección de atributos: Cuando proyectamos en otras personas aquellos rasgos o características propias que no queremos reconocer.
Un ejemplo de ello puede ser una madre gritándole a su hija de 3 años: “!Eres una egoísta desconsiderada!”. - Proyección por afectos: Cuando sentimos algo hacia una persona que no queremos reconocer o que incluso no somos del todo conscientes que lo estamos sintiendo.
Por ejemplo, cuando decimos que: “Juan nos tiene mucha envidia”, pero en realidad somos nosotros los que envidiamos a Juan en algún aspecto. - Proyección de carencias: Cuando queremos cargar a otro con nuestras propias deficiencias o necesidades ya que no soportamos que estén en nosotros mismos.
Ejemplo: “Roberto eres muy intolerante a las críticas, como puedes ser tan susceptible”, cuando somos nosotros mismos los que no soportamos ser criticados por alguien.
¿Por qué nos proyectamos en los demás?
Seguramente te estarás preguntando: ¿por qué nos proyectamos psicológicamente?, ¿cómo funciona la proyección psicológica?
Lo que sucede es que a partir de la primera infancia y de manera inconsciente comenzamos a evadir partes de nosotros mismos.
Especialmente aquellas que pensamos pueden provocar que los demás nos rechacen, sobre todo las personas que amamos.
Conforme vamos creciendo nos volvemos sensibles a la opinión de las demás personas e intentamos hacer cosas para que no hablen o piensen mal de nosotros.
Por ejemplo, si los padres nos inculcan de niños que debemos de ser amables todo el tiempo, obedientes, que debemos de hacer las cosas bien…
Entonces, vamos a desechar todo aquello que parezca que va en contra de eso y que pudiera ser reprensible o vergonzoso.
Todo esto que rechazamos lo enviamos a nuestra parte inconsciente, como si hiciéramos de cuenta que eso “no existe”. Sin embargo, ahí sigue y en cualquier momento puede salir a la luz.
Esto metafóricamente explicado sería como si quisiéramos sumergir una pelota en una piscina grande de plástico…
Por lo que haremos esfuerzos constantes para que no salga del agua, pero en cualquier momento que nos descuidemos va a emerger a la superficie.
Así como la pelota, esa parte que rechazamos de nosotros mismos, naturalmente va a tender a emerger a la superficie, y en este caso puede hacerse por medio de la proyección.
Esto ocurre a nivel interno y sin darnos cuenta, ya que la función de nuestro cerebro es protegernos para no sentirnos incómodos.
Y la manera de evitar esa incomodidad, es proyectando en los demás las propias cualidades que consideramos negativas para no lidiar con ellas.
15 Frases sobre Proyección Psicológica
El fenómeno de la proyección psicológica ha sido tan común, que de una u otra forma, muchos pensadores, artistas y científicos ya lo habían llegado a expresar.
A continuación, te compartimos algunas frases célebres o pensamientos que ejemplifican de manera bastante clara el concepto de la proyección psicológica:
- “No te quejes de la nieve en el tejado de tu vecino, cuando también cubre el umbral de tu casa” – Confucio
- “Es de necios reparar en vicios de otros cuando se olvidan los propios” – Cicerón
- “Errar es humano, pero echarle la culpa a los demás es más humano todavía” – Chaplin
- “Si nosotros somos tan dados a juzgar a los demás, es debido a que temblamos por nosotros mismos” – Oscar Wilde
- “Acusar a otros es ignorancia, a uno mismo es entenderse. No acusar ni a otros ni a sí, esa es la verdadera sabiduría” – Epiceto
- “Lo más difícil es conocernos a nosotros mismos, lo más fácil es hablar mal de los demás” – Tales de Mileto
- “Si quieres conocerte, observa la conducta de los demás. Si quieres comprender a los demás, mira en tu propio corazón” – Friedrich Schiller
- “Gran parte del aprendizaje sobre mí mismo, lo logré observando las peculiaridades de quienes me rodean” – Friedrich Hebbel
- “El caído ve su circunstancia en los ojos ajenos con tanta avidez, que él mismo ignora su propia caída” – William Shakespeare
- “¡Si nos fuese dado el don de vernos como vemos a los demás! De cuantos despropósitos y absurdos nos libraríamos” – Robert Burns
- “Todo lo que nos irrita de otros nos lleva al entendimiento de nosotros mismos” – Carl Jung
- “Por los defectos de los demás… el sabio corrige los propios”. – Publio Siro
- “Poquísimos son los hombres que pueden tolerar en los demás sus propios defectos” – Arturo Graf
- “Si no tuviéramos defectos, no sentiríamos tanto placer descubriendo los de los demás” – Rochefoucauld
- “Es mucho más difícil juzgarse a uno mismo que juzgar a otros. Quién logra juzgarse a sí mismo adecuadamente es un verdadero sabio” – Saint-Exupéry
5 claves para gestionar la Proyección Psicológica
Es difícil superar del todo la proyección psicológica porque la mayoría de las ocasiones no somos conscientes de ello.
Sin embargo, siempre hay cosas que se pueden hacer para reducir la proyección y ser más conscientes de lo que nos está ocurriendo internamente.
Para poder lograrlo, presta atención a los siguientes consejos:
1. Saber en qué consiste la proyección
El paso más importante y más difícil en ocasiones de dar es precisamente ser conscientes de que hay ocasiones en las que proyectamos.
No todas las personas conocen esta teoría y no se imaginan que han estado proyectando constantemente a lo largo de su vida.
Si estás leyendo este artículo, acabas de dar el paso más importante que es saber que existe e informarte acerca de ella.
2. Presta atención a lo que dices
Es necesario comenzar a prestar más atención a lo que decimos y también podremos analizar las relaciones negativas que tenemos en nuestra vida.
Así como las cosas o personas que no nos agradan y/o que tendemos a criticar continuamente.
Para ello puedes responder preguntas como las siguientes: “¿Quiénes son las personas con las que no te llevas bien?”.
“¿Qué es lo que más te molesta de esas personas?”, “¿Qué es lo que más críticas de una persona?”.
3. Mira hacia adentro
Lo que tendemos a hacer normalmente cuando proyectamos es mirar todo el tiempo hacia afuera.
Estamos atentos a lo que ocurre y a lo que hacen los demás, sin embargo, no nos preocupamos por lo más importante que es mirar dentro de nosotros mismos.
Así que es recomendable que siempre que notemos que vamos a emitir un juicio de valor o señalar algo o a alguien, antes de hacerlo, volteemos a vernos a nosotros mismos.
Podemos preguntarnos cosas como: “¿Cómo me siento?”, “¿Qué me está provocando eso que estoy viendo?”, “¿De qué manera puedo relacionarlo conmigo mismo?”, etc.
4. Pregúntate: ¿Para qué?
Antes de emitir un juicio de valor hacia otra persona o hacerle algún comentario que te esté generando conflicto, detente un momento y pregúntate: “¿Para qué… qué quiero lograr?”.
Esto te va a llevar a reflexionar acerca de la verdadera razón por la cual quieres comunicarle eso a la otra persona.
Cuando se trata de una proyección, puedes darte cuenta de que aquello que quieres decir no va a aportar nada al otro y seguramente solo lo hagas para desahogarte.
5. Acude con un profesional
Es recomendable acudir con un profesional ya que para uno mismo puede ser muy confuso identificar cuando estamos realmente proyectando y cuando no.
Asistir con un profesional no solo nos ayudará a dejar de proyectar tanto en los demás las cosas que rechazamos, sino que también nos ayudará a conocernos mejor y a tener una mejor relación con nosotros mismos.
Conclusiones
Para finalizar, me gustaría mencionarte que considero que el problema no es tanto la proyección en sí, o el estar haciendo ver a otros lo que realmente poseemos nosotros.
Aunque eso, sin dudas, podría traer consigo que aparezca algún conflicto interpersonal y dar pie a que existan malos entendidos con las demás personas.
A pesar de ello, me parece que la peor parte es que mientras más nos proyectamos, más nos alejamos de nosotros mismos.
Es decir, mientras más proyecto, menos reconozco lo que hay en mí y cuando eso pasa me voy olvidando poco a poco de quien soy en realidad por estar mirando al exterior.
Está claro que todos buscamos ser felices, pero, ¿Cómo vamos a encontrar la felicidad sin conocernos a nosotros mismos?, ¿Cómo vamos a saber qué es lo que nos gusta y nos hace bien?
Gran parte de encontrar el equilibrio emocional y la felicidad radica en conocernos y reconocer nuestras fortalezas y debilidades para saber cómo manejarnos mejor en el mundo.
Vale la pena hacer el esfuerzo de profundizar más en nosotros mismos, aprender a reconocer y a lidiar con aquello que nos parece insoportable es el único camino para superarlo.