¿Tanto tiempo para mí? Acerca del retiro y la jubilación
“Sólo la propia y personal experiencia hacen al hombre sabio”
–Sigmund Freud
A los 65 años, las personas llegan a la última etapa del desarrollo, ahora son adultos mayores. Sin embargo, la forma en que se vive este periodo, es muy diferente en relación con los demás e incluso con uno mismo.
Las condiciones físicas, cognitivas y psicológicas en que llegue una persona a esta fase del desarrollo, depende de la interacción entre los dos tipos de envejecimiento: El primario que es un proceso gradual e incontrolable, inherente a la vida misma; y el secundario, que es controlable y resultado de las enfermedades, el abuso o los excesos, e incluso, el desuso de las capacidades y habilidades.
En esta etapa la persona se da cuenta que la fuerza física ya no es la misma e incluso algunas capacidades cognitivas han decaído, por ejemplo la memoria, los sentidos, los reflejos, etc., pero aún se siente con vitalidad y con la capacidad de seguir activo, talvez no en la misma intensidad que unos años antes, pero tampoco quiere estar sentado o hacer nada los próximos 15 o 20 años.
Por lo general, este es el momento de la vida en que el sujeto puede permitirse dejar de trabajar; se espera que tenga una pensión que le permita retirarse del mercado laboral para disfrutar del fruto del trabajo de toda una vida.
Sin embargo una duda recurrente en las personas cercanas al momento del retiro o jubilación es ¿Ahora qué voy a hacer? ¿Qué haré con tanto tiempo libre?
Esto es comprensible, debido a que durante 40 años o más ha dedicado su vida al trabajo y se entiende que el cambio de vida genere cierta ansiedad, tanto a lo desconocido como ante la idea de ya no ser productivo, sin embargo, es necesario tomar este cambio como parte de la vida, como la posibilidad de adueñarse de su tiempo y de gozar los resultados de su esfuerzo.
Entonces ¿Qué puede hacer una persona de esta edad?
Respuestas hay tantas como personas en el mundo, cada quién tiene una manera diferente de vivir esta etapa, pero algunas de las opciones pueden ser:
- Buscar o formar un grupo de personas de la misma edad con las que pueda seguir conviviendo.
- Aprender algo nuevo, por ejemplo, a tocar un instrumento musical, a pintar, hacer manualidades, etc.
- Encontrar o retomar un pasatiempo.
- Dar clases acerca de la profesión u oficio que ejercieron.
- Trabajo independiente.
- Viajar por su cuenta o en excursiones.
Estas son sólo algunas ideas, pero como ya se mencionó anteriormente, cada quién encuentra su propia forma de disfrutar esta nueva etapa.
En México existe la posibilidad de buscar Centros de Adultos Mayores que ofrecen el servicio de atender a las personas mayores durante medio día, las actividades son variadas y son atendidas por profesionales o personas especializadas en el cuidado de adultos mayores. En otros países se puede acercar a instituciones dirigidas a la atención de esta población o, ¿por qué no?, comenzar una.
Lecturas Recomendadas
- Pensamientos Recurrentes » ¿Qué son y cómo combatirlos?
- Terapeuta Online » ¿Cuándo y porqué consultarlo?
Gracias por visitar el blog de Ayuda Psicológica en Línea, si te gustó este artículo de psicología del desarrollo agradeceremos lo compartas en tus redes sociales, si tienes algún comentario con gusto lo leeremos.