3 diálogos de padres a hijos
1 – Establecer una plática en tiempo y forma: para ello los dos deben estar presentes sin ningún distractor, una dinámica es dejar apagado el celular, televisores y cualquier otro estimulo que pueda interferir. Dedicar de una a dos horas para ambos todos los días a la misma hora o bien fines de semana sin interrupciones. De esta manera la atención es recíproca.
¿Cómo persuadir?, hagan un trato en el que los dos se verán beneficiados, en general podrías proponer algún incentivo que a él o ella le agrade dárselo al final de la semana o mes, procura que no sea monetario ni objetos materiales.
2 – Anexa mensaje en conversación: Si tienen una plática en la que tienes oportunidad de hacer una observación u orientación, adáptalo a manera de reflexión, sobre todo que salga espontáneamente. No obstante tú mismo/a puedes introducir temas de conversación que se acerquen a lo que deseas decirle. Trata de dejarle curiosidad para que el pregunte más acerca del tema.
Ejemplo: Cuando era niño, me gustaba el videojuego gameplus, pero un buen día mis padres me ordenaron dejar de jugar si no hacia mis deberes, así que tuve que ingeniármelas para convencerlos para ello me esmere más en mis tareas.
3 – Pedirle su opinión acerca de temas que él o ella domina perfectamente, pero además le agraden. Aunque ya seas experto en el tema, esto los hará sentirse valorados o que se han ganado tu confianza.
Puede que surja lo contrario, para ello puedes pedirle dos cosas a la vez, aunque no lo parezca ¡funciona! , esto hará que se convierta automáticamente en una actividad a la que no se puede negar. A su vez permite aumentar su estima, ser disciplinados y obtener un reconocimiento.
Ejemplo: Hijo/a un favor me puedes escribir como le hago para solucionar esto, ya me contaron que eres muy bueno/a, déjamelo con tu mamá (otra persona puede ser) paso en una hora por él.
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Obligatorio: el principal factor es el ejemplo que tú les des, pero sobre todo aportará a mejorar cualquiera de las situaciones que estés viviendo con él o ella. Nos pareciera que no tiene relación alguna, ¡todo lo contrario! esto nos sirve para mantener una relación sana y cercana que nos permita generarle confianza y atender sus necesidades en tiempo y forma. Prohibido rendirse.