Ser bueno no está de moda… ¿Cómo ser una buena persona?
Se habla mucho acerca de cómo ser buena persona y de su importancia al momento de relacionarnos con los demás, pero quién o qué define lo que es “ser buena persona”.
Estoy segura de que alguna vez has escuchado frases como: “este mundo no está hecho para las personas buenas” o “en esta sociedad si eres buena persona te comen vivo”.
Dando a entender que, si eres una persona amable, bondadosa y respetuosa te tomarán por débil, dándole espacio a las personas tóxicas para que puedan aprovecharse de ti.
Pero ¡nada más lejos de la realidad!… actuar con bondad no es sinónimo de ser débil, y la solución no es ponerse a la altura de la gente egoísta y corresponder con malicia.
O mostrarse con una actitud negativa que no nos corresponde, sino en saber diferenciar entre “actuar con bondad” y “depender de las expectativas y la aprobación ajenas”.
Es decir, evitar caer en la manipulación. Aquí abordaremos las principales inquietudes e implicaciones sobre “cómo ser buena persona” y sus características psicológicas.
¿Cómo es una buena persona?
Actualmente la Real Academia de la Lengua define “bondad” como: “la natural intención de hacer el bien, una forma de cortesía o la amabilidad de una persona hacia otra”.
Por lo tanto, puede decirse que, una buena persona es aquella que busca actuar de forma correcta, cuida del bienestar de los demás y toma acciones para mejorar su entorno.
No obstante, habría que definir respectivamente lo que significa o implica “actuar de manera correcta”, “cuidar del bienestar de los otros” y “mejorar nuestro entorno”…
El concepto de “bien” o “bueno” es una noción presente en todas las culturas, y que además, resulta indispensable para la convivencia y la implementación de normas.
Sin embargo, el concepto de lo que significa “ser buena o mala persona”, puede variar de una cultura a otra, de un grupo o colectivo a otro, e incluso entre individuos.
En un estudio publicado por la Journal of Cross-Cultural Psychology se comparó la percepción de lo que significa “ser una buena persona” para siete culturas diferentes.
En ella, se identificaron 3 rasgos: la benevolencia, la conformidad y el tradicionalismo, cualidades que la mayoría de los entrevistados utilizaron al describir a una “buena persona”.
Entendiendo la benevolencia como la expresión o muestra de cariño, y la conformidad y tradicionalismo como rasgos asociados a la humildad, la cortesía y el respeto.
Analizadas estas características pareciera que “ser buena persona” es algo sencillo, y de hecho lo es (al menos para la mayoría), ¿En qué radica entonces el dilema?
Básicamente, en que, el concepto de “bondad” al tener un amplio margen de interpretación, se presenta con bastante frecuencia como una oportunidad para manipular.
De tal forma que, más que “ser buenas personas” intentamos “ajustarnos” al concepto de bondad de los demás, lo que afecta principalmente a personas con baja autoestima.
¿Cómo ser una buena persona?
Debido a que, para la mayoría de las personas la concepción de “ser bueno” se asocia al “trato que se da a los demás” la habilidad de ser empático cobra una importancia relevante.
En específico, la disposición a escuchar de forma activa y la capacidad para reconocer las emociones ajenas, por lo que, el desarrollo de la inteligencia emocional es fundamental.
Una investigación realizada por la Universidad de Yale reveló que, las emociones tienen un papel clave en la ideación y la construcción del “criterio moral” de los individuos.
Por lo tanto, para ser una buena persona es necesario: reconocer las emociones con precisión, lidiar con ellas, y aprender a utilizarlas para desenvolverse en el escenario social.
Desde un punto de vista psicológico, una buena persona se equipara al perfil del individuo con un equilibrio emocional óptimo, que se comunica asertivamente y es productivo.
En resumen, los rasgos psicológicos necesarios para “ser una buena persona” y además de ello, “ser percibido por los demás como tal” pueden describirse como vienen:
- Autoestima y seguridad en sí mismo.
- Capacidad de empatizar con los demás.
- Desarrollo de la Inteligencia emocional.
- Formación de un criterio moral equilibrado.
- Habilidad para comunicarse asertivamente.
- Adaptación y contribución al entorno social.
Si necesitas más información sobre estos temas puedes consultar los artículos sobre el reconocimiento de emociones y los mecanismos para fortalecer la autoestima.
¿Qué es “ser bueno de verdad”?
A este punto podrían recitarse los consejos trillados del tipo “siembra un arbolito” o “visita a tu abuela”, pero, como ya vimos, eso no es (necesariamente) ser bueno, sino parecerlo.
Os suenan frases como: “He aprendido a ponerme una coraza”, “Cuando estoy con la gente me pongo una careta”, “Me muestro así, pero realmente soy de otra manera”.
La mayoría de personas que han pasado por malas experiencias con los demás se transforman, se vuelven desconfiadas, inseguras, resentidas, vengativas, y malpensadas.
Crean una máscara para enfrentarse a la sociedad que condiciona sus relaciones, ya que terminan por desarrollar vínculos superficiales a través de una personalidad ficticia.
Es por ello que aquí os dejo algunas de las pautas que funcionan (y no funcionan) para ser buena persona, sobre todo, al momento de construir relaciones con los demás.
Lo que NO funciona:
- Pretender gustar a todo el mundo.
- Actuar de forma impulsiva.
- Pensar que los demás deberían actuar como nosotros.
- Sopesar lo que es justo e injusto sin hacer nada por remediarlo.
- Entrar en conflicto con otra persona porque opina diferente.
- Fingir que no te afecta una situación cuando lo estás pasando mal.
- Decir “Sí” a todo.
- Obligarse a actuar o decir cosas que no se sienten realmente.
- Preocuparse por lo que pueden estar pensando los demás.
- Desconfiar de todo el mundo hasta que se demuestre lo contrario.
Sirve para ser buena persona:
- Expresar con respeto tu opinión siempre que tengas la oportunidad.
- Dar ejemplo con nuestra conducta.
- Pensar en las consecuencias.
- Tomar conciencia de lo que podemos hacer y lo que no.
- Pensar que uno mismo puede marcar la diferencia.
- Expresar tus emociones, contar cómo te sientes, buscar ayuda.
- Aprender a decir “NO”.
- Aprender a diferenciar entre “debo” y “quiero”.
- Abrirse a conocer a la gente sin prejuzgar.
- Saber alejarse a tiempo de las personas que no nos convienen.
Pareciera que se está asociando el “ser una persona fuerte, valiente y segura” con ser una persona egoísta , y ser una persona bondadosa con ser frágil o dé carácter débil.
Confundir estos términos puede acarrear que crezcas como una persona tóxica, y que las relaciones que formemos se basen en la manipulación, la inseguridad y el engaño.
Espero que estas pautas sobre cómo ser una buena persona te hayan resultado interesantes y de utilidad. Si tienes cualquier duda o comentario contáctanos. ¡Hasta la próxima!