¿Será que mis padres son los principales responsables de mi baja o alta autoestima?
Debemos dejar en paz el pasado y perdonar a todos.
Debemos estar dispuestos a empezar a amarnos.
-Louise Hay
Si bien es cierto, que una de las principales funciones de los padres es fomentar el desarrollo físico de los hijos, también es importante el papel de los padres en la autoestima de sus hijos, su desarrollo emocional y cognitivo a lo largo de la vida. Velar por la autoestima de los hijos es crucial.
“La autoestima es un conjunto de percepciones, pensamientos, evaluaciones, sentimientos y tendencias de comportamiento dirigidas hacia nosotros mismos, hacia nuestra manera de ser y de comportarnos, y hacia los rasgos de nuestro cuerpo y nuestro carácter. En resumen, es la percepción evaluativa de nosotros mismos” (Bonet, 1997).
Es la percepción emocional que uno tiene de sí mismo, es el amor a uno mismo. Este amor propio es influenciado, en gran medida, por la relación que los demás mantengan contigo (si alguien es rechazado por los demás, probablemente presente baja autoestima).
En los primeros años de vida, creamos las primeras relaciones y vínculos emocionales en nuestra familia; con padres y hermanos. La relación más fuerte emocional y física se da con los padres, en especial con la figura materna.
Un vínculo estable, seguro, protector y lleno de amor eleva la autoestima de una persona en su desarrollo, creándole confianza para desempeñarse en la vida, se sentirá una persona importante y con valía, a diferencia de un niño que es descuidado o abandonado por diversas circunstancias.
EL PAPEL DE LOS PADRES EN LA AUTOESTIMA
Este vínculo ha de ser creador de seguridad y confianza en sí mismo, a diferencia de la sobreprotección, buscando la autonomía basada en el amor propio. (Es de vital importancia tener este conocimiento como padres también).
Sin embargo, muchas veces identificamos estos vínculos algo inestables, y no porque los padres no nos amaran, de algún modo ellos hicieron su mayor esfuerzo, es relevante comprender que también vivieron carencias emocionales que no les permitió adquirir las herramientas afectivas para fomentar la autoestima en los hijos. Además, encontramos otros factores que condujeron a una autoestima inestable, como desaprobación de maestros, compañeros de la escuela, amigos etc.
Algunas de las frases que han entorpecido el amor propio en la infancia pueden ser:
- «Si te portas mal, ya no te voy a querer»
- «No vas a poder hacerlo»
- «Le diré tu a papá lo que hiciste…» (Infundir culpa y miedo)
- «Eres muy chico para entender»
- «Eres demasiado torpe»
- «Me dan vergüenza tus bajas calificaciones, etc.»
Incluso ser alabados por nuestros logros, puede provocar ansiedad o presión por conseguir constantemente esa aprobación de los padres, es importante demostrar que el cariño no depende de las acciones o cualidades.
La percepción de uno mismo se ve devaluada y es entonces, que en las etapas de la adolescencia y la adultez, se viven períodos de melancolía, de vacío y de insatisfacción consigo mismo, lo cual a la larga puede provocar depresión.
Perdonar a los padres, es crucial para comenzar la sanación de tu autoestima, adquirir la capacidad de aceptar tu historia de vida, la cual te ha formado en la persona que hoy eres, y que el pasado que pudiste ver como negativo, al día de hoy puede traer grandes capacidades emocionales en tu vida.
“Somos responsables en un ciento por ciento de todas nuestras experiencias”.
“Echar la culpa a alguien es una de las maneras más seguras de seguir con un problema. Al culpar a otro, renunciamos a nuestro poder. Entender las cosas nos permite distanciarnos del problema y controlar nuestro futuro.
El pasado no se puede cambiar, pero el futuro va siendo configurado por lo que pensamos hoy. Para liberarnos, es imprescindible que comprendamos que nuestros padres hicieron lo mejor que podían dado el entendimiento, la conciencia y los conocimientos que tenían. Cada vez que culpamos a alguien, dejamos de hacernos responsables de nosotros mismos” (Hay, 1991).
Quererte por ser quien eres, no por lo que haces. Sentirte bien contigo mismo, saberte querido, simplemente, por existir…
Una autoestima sana y sólida es aquella que no se fundamenta, en hacer las cosas “bien o mal”, en ser más o menos “atractivo” físicamente, sino el amor propio tiene que ver con autoconocimiento y aceptación. Identificando las cosas de ti que te gustan, tanto las que no te agradan y amarte con todas esas cualidades y defectos.
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