¿Existe la Depresión sin Tristeza? Síntomas y características
¿Realmente puede existir la depresión sin tristeza? Es una inquietud frecuente en personas que, a pesar de no estar tristes, viven un extraño sentimiento de vacío emocional.
En la cultura popular, la depresión se asocia a un estado de tristeza muy acusado, pero una depresión clínicamente diagnosticada es mucho más complicada que eso.
Existen muchas personas que están sumamente deprimidas y nadie a su alrededor lo nota, en ocasiones ni siquiera ellas mismas logran identificarla.
La depresión es un trastorno emocional grave (que puede incluso afectar la integridad física), y es muy importante aprender a reconocerla, aun cuando no sea demasiado evidente.
¿Puede existir la depresión sin tristeza?
Si, la depresión sin tristeza existe. Se puede padecer depresión sin estar triste, ya que la tristeza es sólo uno de los muchos síntomas de depresión.
Según el DSM-V, para que una persona sea diagnosticada con depresión debe presentar al menos 5 de los diferentes síntomas de la enfermedad.
Por lo tanto, una persona con depresión puede manifestar cualquiera de esos síntomas, sin que necesariamente la tristeza este incluida entre ellos.
Síntomas de la depresión sin tristeza
Una persona deprimida puede sentirse fatigada, pesimista, tener dificultades para concentrarse, tener poco o nulo interés en actividades que antes disfrutaba y no estar triste.
La depresión puede disminuir el deseo sexual, la concentración o la energía para realizar tareas cotidianas, e incluso provocar una intensa sensación de entumecimiento emocional.
Es curioso, pero una persona deprimida puede llegar a alejarse tanto de sus propias emociones que puede literalmente no sentir nada o casi nada.
Por ejemplo, cuando ve sufrir a otra persona y por más que intenta no puede ponerse en su lugar, como si fuese inmune al dolor ajeno y no le provocase nada.
Además, un deprimido puede presentar problemas de sueño, pérdida o aumento significativo de peso, dificultad para tomar decisiones, sentimientos de culpa, etc.
Lo más común en las personas que sufren depresión sin tristeza (depresión no disfórica) es que actúe somatizándola a través de síntomas corporales.
Por lo que una persona también puede manifestar depresión a través de síntomas corporales como dolores de cabeza, insomnio, problemas gastrointestinales, fatiga crónica, entre otros.
Aunque hay distintos tipos de depresión, podemos tomar como referencia los síntomas del trastorno depresivo mayor que es uno de los más comunes.
¿Cómo reconocer la depresión sin tristeza?
Entre las principales razones por las cuales una persona puede padecer depresión sin estar triste podemos encontrar las siguientes:
1. Entumecimiento emocional
La depresión las hace sentirse como si estuvieran adormecidas. Como mencionamos anteriormente, una persona con depresión puede no sentir nada o casi nada.
No sólo no se sienten tristes, sino que tienen dificultad para sentirse alegres o enojadas, y en algunos casos no sienten nada en absoluto.
2. Adicciones
No sólo se refiere a sustancias tóxicas como el alcohol, la mariguana o la cocaína con las que se va obteniendo una evasión y alivio temporal del malestar.
Sino también a aquellas prácticas en las que se incurre con frecuencia para “no sentir tristeza” como la adicción al trabajo, al sexo, a los juegos de azar, etc.
En todos estos casos la persona puede que no sea consciente de la depresión que está experimentando y tratando de sustituir por estas actividades.
3. Ira
A menudo, la ira se manifiesta como una reacción ante otras emociones que no se pueden manejar o se reprimen, como en este caso la tristeza o la sensación de vacío.
Hay quienes que llagan a sentirse muy cómodos remplazando la irá por la tristeza, ya que la final, aunque negativa la ira no es una emoción “debilitante” como la tristeza.
Esto puede convertirse en un problema que impide a la persona identificar sus propias emociones, una posible depresión o cualquier otro trastorno emocional.
4. Somatización
Esta es otra manera en la que las personas transforman su tristeza. Se puede expresar la tristeza mediante dolores, malestares u otros síntomas físicos.
Por ejemplo, es común que ante una situación de pérdida (caracterizada por un gran dolor emocional), algunas personas refieran no poder sentir tristeza.
En cambio, comienzan a manifestar una serie de síntomas físicos, como dolores de cabeza, espalda, adormecimiento de extremidades o erupciones en la piel.
La somatización hasta cierto punto, es una reacción natural que puede formar parte de las etapas del duelo (negación), pero también es muy común en personas deprimidas.
5. Enfermedad
Cuando se tiene alguna enfermedad física como problemas de tiroides, lesiones cerebrales, tumores, diabetes, etc.
Puede ser que en ese momento no haya nada en la vida de la persona por lo que pueda estar triste, sin experimentar otros síntomas de depresión provocados por la enfermedad.
6. Tristeza intermitente
Algunas personas con depresión sólo experimentan tristeza por cortos periodos, es decir no necesariamente están tristes todo el tiempo.
Sienten tristeza sólo en ciertos momentos para después “volver a la normalidad”, aunque generalmente no notan que están manifestando otros síntomas de depresión.
7. Alexitimia
Se refiere a la incapacidad para reconocer las propias emociones, y no es de extrañar que alguien con este problema tenga dificultad para identificar su melancolía.
En este caso, la tristeza sí está presente como componente emocional, el problema es que quien la padece no es capaz de reconocer que eso que siente es tristeza.
8. Anhedonia
La anhedonia se caracteriza por la pérdida del interés en actividades que antes se disfrutaban, razón por la cual el deprimido deja de realizarlas.
Como la tristeza, es una de los síntomas más representativos de la depresión, sin embargo y al igual que esta última puede o no presentarse.
Es decir, una persona puede experimentar una depresión sin estar triste, cuando la falta de motivación es evidente y expresa tener la sensación de que “ya todo le da igual”.
Depresión sin tristeza en la infancia y adolescencia
En la infancia y adolescencia también se dan muchos casos de depresión sin tristeza, lo que suele confundir a los padres y cuidadores al identificar el problema.
Es común que los niños deprimidos no hayan recibido una educación emocional oportuna, e interpreten sus emociones como signo de debilidad o las repriman.
En otras ocasiones realmente no experimentan tristeza, pero como ya vimos, el no manifestar uno de los muchos síntomas, no significa que no se padezca una depresión.
La depresión en niños pequeños suele acompañarse de conductas como la irritabilidad y las rabietas, que muchas veces se malinterpretan.
Es decir, generalmente las expresiones de ira, agresiones y berrinches tienden a tomarse por faltas de respeto y educación, pero pueden significar mucho más.
Los niños deprimidos se tornan problemáticos en su núcleo familiar, se alejan de los amigos y se recluyen en sí mismos experimentando una desilusión intensa.
Los adolescentes tienden a acostarse muy tarde, duermen muchas más horas de lo normal y tienen problemas para conciliar el sueño.
También es común que los adolescentes deprimidos empiecen a consumir (en secreto o de forma encubierta) cigarrillos, alcohol u otro tipo de droga.
Otras conductas autodestructivas, como los desórdenes alimentarios (anorexia y bulimia) y el “cutting” (marcarse la piel) son características del adolescente deprimido.
Suelen sentirse muy desmotivados y sin energías para realizar sus deberes escolares o en casa, sin que necesariamente sientan o expresen tristeza.
Depresión sin tristeza en la vejez
Según una investigación de la Universidad de Pensilvania y John Hopkins en Estados Unidos, la depresión sin tristeza es muy común en adultos mayores.
Ya que suelen negar la tristeza con mayor frecuencia manifiestan otros síntomas depresivos como la somatización, refiriendo angustia y quejas por malestares inexplicables.
También es común que presenten síntomas de ansiedad, lo que reduce su motivación y dejen de realizar actividades que antes disfrutaban (anhedonia).
Otra conducta que pone de manifiesto la depresión en adultos mayores es el descuido (casi total) de su imagen corporal, higiene o salud física en general.
Lo que los lleva a desatender enfermedades o problemas propios de la edad, como insomnio, falta de apetito y problemas de memoria o de movilidad.
Incluso se ha encontrado que las personas mayores que padecen de depresión pueden manifestar menos de 5 síntomas de los que se requiere para diagnosticar depresión.
Muchos de los ancianos deprimidos admitieron haber experimentado desesperanza y en ocasiones ideación suicida, sin embargo, no mostraban síntomas de tristeza.
Las personas mayores que más manifestaron estos síntomas de depresión sin tristeza, eran aquellas que tenían un mayor riesgo de discapacidad funcional.
Por lo tanto, aun sin motivos para estar tristes, el deterioro de sus habilidades los hacía desarrollar pensamientos recurrentes igual o más negativos que una tristeza.
Conclusiones
Como hemos visto, la depresión sin tristeza existe; así como la anhedonia, la irritabilidad o cualquier otro síntoma pueden aparecer o no en la depresión.
La tristeza suele aparecer con frecuencia en la depresión, es por ello que la hemos relacionado tanto con ella, sin embargo, no hay que olvidar que es un síntoma más.
El contexto de cada persona es único y por lo tanto la forma en que se experimentan los síntomas depresivos no serán iguales a los de nadie más.
Por lo tanto, en el proceso de superar la depresión es imprescindible tomar en cuenta que, a pesar de sus signos comunes, puede experimentarse de muchas formas.
Por ejemplo, cuando vemos a alguien que se la pasa trabajando, y aparentemente está “lleno de entusiasmo”, sin embargo, no hace otra cosa que no sea su trabajo.
Desconectándose por completo de otras personas y actividades, una adicción hacia el trabajo tras las cual puede esconderse una profunda depresión.
Claro que hay personas que siempre han sido muy activas, sociables y con mucha vitalidad sin que esto signifique que estén deprimidos.
Sin embargo, es una señal de alarma cuando de forma repentina comienzan a encerrarse en sí mismas, dejando de mostrar sus verdaderas emociones (incluida la tristeza).
Casos hay muchos, con frecuencia muchas personas se sorprenden al enterarse de que una persona que aparentemente “era feliz” decidió quitarse la vida.
Lo más importante es informarse y conocer a profundidad qué es la depresión, para poder distinguir todos y a cada uno de sus síntomas adecuadamente.
Hay que tener mucho cuidado si los síntomas no se explican por alguna enfermedad médica o por estar atravesando un momento difícil ya que no es una buena señal.
Si este es el caso, la mejor solución es consultar a un psicólogo, ya que la depresión es uno de los grandes males de nuestra época que requieren atención profesional.