El duelo ante la separación ¿Realmente el amor acaba?
“…En primer lugar: no hay nada que pueda sustituir la ausencia de una persona querida, ni siquiera hemos de intentarlo; hemos de soportar sencillamente la separación y resistir. Al principio eso parece muy duro, pero, al mismo tiempo, es un gran consuelo. Porque al quedar el vacío sin llenar nos sirve de nexo de unión. Es equivocado decir que Dios llena ese vacío; Dios no lo llena en modo alguno, sino que precisamente lo mantiene vacío, con lo cual nos ayuda a conservar aunque sea con dolor nuestra auténtica comunión.”
–Dietrich Bonhoeffer
Nuestra vida a pesar de nosotros y aunque no lo queramos está plagada de encuentros y desencuentros, de amor y desamor, de esperanza y tristeza… de un sinfín de emociones provocadas indudablemente por esa dulce miel que llamamos amor, algo que siempre cuestionamos y muchas veces tememos ¿Por qué? Por el simple hecho de saber que en algún momento de nuestra vida, este dulce se convierte más bien en algo tan amargo que duele o lastima, o bien lo cuestionamos tanto porque no entendemos como de repente las cosas pueden cambiar, sin embargo si lo pensamos fríamente es parte de la vida, de crecer, de avanzar, porque bien dice una frase “La única constante en el universo es el cambio” por lo cual, ¿Por qué no habría de aplicarse en el amor? Así como en cualquier circunstancia de nuestro día a día, aunque a veces nos cueste trabajo llegar al punto en que aquello que sentimos estable cambiará; en fin el tema de hoy me parece importante tocarlo debido a que he notado que las separaciones parecen ser una constante que bien o mal, tarde o temprano todos vivenciamos, ya sea con el primer amor, en un noviazgo, en un matrimonio o en una unión libre, sea cual sea el estatus de la relación cuando esta termina indudablemente duele, lastima y parece hasta que pesa, vaya se vivencian tantas emociones que es por ello que muchas veces es recomendable atreverse a pasar por el duelo, aunque mucha gente no lo entiende o no le toma importancia.
Esta etapa del término de las relaciones, en realidad es fundamental porque cuando hemos logrado superar aquello que nos lastimo, resulta en beneficio para nuestras próximas relaciones, ya que hemos cerrado el círculo, lo cual permite que en su momento las emociones de una relación anterior no afecten a la relación actual, pero que pasa cuando realmente dicha separación no se dio por falta de amor, sino más bien por otras circunstancias que en su momento afectaron a la pareja. ¿Qué hacer? ¿Se vivencia el duelo? ¿Si se reanuda la relación, ya no será igual? ¿Se sigue teniendo amor, hacia la otra persona? ¿Se puede salir adelante?, tratándose del amor son tantas las interrogantes al momento de una separación, casi el mismo cúmulo de emociones e interrogantes que surgen cuando un ser amado fallece.
En primer lugar me parece importante decir, que cuando llega el momento de una separación existirán muchas personas alrededor que lejos de ayudar, perjudiquen el proceso y esto se debe a que se la pasan fomentando en la otra persona que se sienta mal, se sienta culpable o bien haciéndole ver que no fue su culpa sino más bien de la otra persona, generando en cierta parte que vaya creciendo cierto odio hacia la otra parte, cuando llega una separación no necesariamente se debe terminar mal, sin embargo aquí lo que influye es el poder que le da la misma pareja a las personas externas, que tal vez lo hacen con la intención de no ver sufrir a las personas involucradas o bien para conseguir un beneficio propio, sea como sea debemos estar conscientes que lo que se está viviendo en la pareja no le corresponde a nadie más, más que a ellos, ya que por algo estuvieron o están juntos es por ello que debemos dar la oportunidad de que sean ellos mismos los que se encarguen de cerrar ciclos o bien que comiencen con su duelo, muchas veces y aunque parezca contraproducente se debe dar la oportunidad que entre ellos mismos dialoguen y hagan un análisis de lo que ha pasado en su relación a fin de que ellos mismos se den la oportunidad de perdonarse de forma individual y como pareja, lo que generará de manera positiva que el termino de dicha relación no se vea desde un lado negativo sino más bien como la oportunidad de crecer y ser mejores seres humanos.
Desde mi perspectiva al momento de una separación se debe dejar a la persona vivir sus emociones tal cual las siente porque esto permitirá que sane, no de manera inmediata claro está pero esto a la larga servirá para que la persona se sienta capaz de seguir adelante, así como cuando se pierde un ser amado porque ha muerto y se recomienda a las personas cercanas al afectado(a) dejar que este se sienta libre de desahogarse también pasa en estos casos porque sí, claro que nos duele ver a una persona querida triste o desanimada pero el hecho de estar, presionando para que “continúe con su vida” lejos de ayudar terminara confundiendo a la persona ya que pensara que entre más rápido olvide de sus emociones mejor, y en realidad no, porque solo estamos fomentando que la persona guarde lo que siente, lo que más adelante puede resultar hasta perjudicial para su salud, ya que si nos ponemos a pensar, se trata de una persona que se distancia de la persona amada, creo que desde ningún punto de vista resulta fácil, debido a que desprenderse nunca viene acompañado de una dosis de «todo ira mejor», es normal ver que existen días buenos y malos, pero para las personas externas no queda más que ser comprensivos y dejar fluir, es por ello que aunque resulte repetitivo este DUELO es igual de importante que cualquier otro y si este se vivencia de la manera adecuada cuando este termine la persona que hoy se encuentra en cenizas se sentirá capaz de resurgir y seguir adelante, no existen tiempos establecidos, por lo cual las personas que están alrededor deben ser pacientes y respetar a la persona que está pasando por ello, el asistir o no a un psicólogo o pedir ayuda también dependerá de la misma persona, no debe presionarse en lo absoluto porque lejos de hacerlo por su bien lo termina haciendo simplemente por obligación.
Por otro lado debemos considerar que cuando la relación no termina por falta de amor sino por otras circunstancias, es común ver que alguna de las dos partes buscan darle solución con el fin se continuar con la relación, por lo que de igual manera es respetable, como personas externas podremos experimentar tal vez hasta un cierto enojo por ver que la personas retoman la relación, debemos tomar en cuenta que en este caso solo las personas que ha vivido la relación saben cómo, cuándo, donde, vaya todo lo que han experimentado de su relación y si bien esto ocurre cuando ya se pasó por un duelo tal vez esto servirá para que en esta ocasión la relación se retome con fuerza y de cierta forma de una manera más sana, porque en este caso se podría considerar que el duelo ha permitido a ambos reconocer las fallas, o sea que podemos verlo en cierta manera como un punto de apoyo, también es común en algunos casos que cuando las parejas regresan tomen algún tipo de terapia lo cual resulta aceptable de igual forma mientras ambos busquen una manera de sanar tanto de forma individual como en pareja, vaya no debemos cerrarnos a que después de un duelo debe venir necesariamente algo o alguien nuevo, en algunas ocasiones sirve para renovarse y crecer como seres humanos lo que permitirá que esto se vea reflejado en la forma en como toman su relación.
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Es por esto que, desde mi punto de vista una separación no necesariamente debe representar que el amor acaba, muchas veces dichas separaciones junto con sus duelos sirven para reflexionar y valorar lo que existe, lo que se ha construido con el paso de los años, aunque también en caso de que esto no se retome no significa que todo ha terminado, vaya que de un día para otro la persona ha dejado de amarse, no más bien el amor se ha transformado y deja siempre un cierto cariño y respeto hacia el otro, insisto es como cuando alguien muere no por el hecho de no estar significa que después del duelo mágicamente ya dejaron de existir los sentimientos, NO, el duelo debemos tomarlo como aquello que nos ayudara a entender, sobrellevar y superar la perdida.
Recordemos entonces que el duelo no es malo al contrario puede resultar una forma efectiva de afrontar nuestras perdidas y ayudarnos a nosotros mismos a sanar. AMAR TAMBIÉN ES SOLTAR…