Crianza Respetuosa: Guía de educación amorosa y positiva
La crianza respetuosa promueve la sana autoestima de los niños, su capacidad para expresarse abiertamente y un alto sentido de responsabilidad ante la vida.
Además, puede prevenir problemas de conducta y emocionales a medida que los niños crecen, fomentando un clima de confianza en el ambiente donde interactúan.
Ya que, se basa en técnicas de comunicación asertiva para la familia, también les ayuda a establecer relaciones saludables en los diferentes contextos sociales.
Si te interesa este modelo de crianza para tus hijos, aquí aprenderás todo lo que debes saber para orientarlos y educarlos con las mejores pautas crianza respetuosa.
¿Qué es la Crianza Respetuosa?
La crianza respetuosa es un enfoque de la educación y cuidado de los niños basado en la disciplina, la tolerancia y el respeto mutuo en la relación existente entre padres e hijos.
Se trata de un modelo de crianza que busca fomentar el desarrollo de la autonomía, la confianza y la responsabilidad en los niños, al tiempo que se les brinda afecto y apoyo.
En otras palabras, la crianza respetuosa es una forma de crianza que concibe a los niños como personas con emociones y pensamientos propios, cuyas decisiones deben respetarse.
Por lo tanto, se enfoca en enseñarles a hacerse responsables de sus propias decisiones y de brindarles la autoconfianza y libertad que necesitan para desenvolverse de manera sana.
8 Principios de la Crianza Respetuosa
La crianza respetuosa, por sobre todo, busca fomentar una relación saludable entre padres e hijos, lo que se logra a través de la aplicación de sus 8 principios esenciales:
1. Respeto Mutuo
Se refiere a la idea de que padres e hijos deben tratarse mutuamente con respeto y consideración, tomando en cuenta sus necesidades, sentimientos y opiniones al relacionarse.
De igual manera, procurar un ambiente seguro y amoroso en el que, tanto niños como padres puedan convivir, cooperar y desarrollarse de una manera responsable y saludable.
2. Autonomía
Consiste en fomentar la independencia y el pensamiento crítico en los niños, permitiéndoles tomar decisiones y resolver problemas por sí mismos de acuerdo a su rango de edad.
Esto implica darles la oportunidad de explorar, experimentar y aprender directamente a través del medio en el que se desarrollan, brindándoles apoyo y guía si lo necesitan.
3. Comunicación abierta
Este principio implica escuchar activamente y hablar con los niños de una manera honesta y respetuosa, donde la meta es crear un canal de comunicación abierto y auténtico.
La crianza respetuosa promueve la comunicación asertiva como herramienta esencial del desarrollo emocional del niño, y para mejorar la relación con sus padres y familia.
4. Límites claros
Los niños necesitan límites claros y consistentes para sentirse seguros y protegidos. Los padres tienen el deber de establecer esos límites y vigilar su cabal cumplimiento.
Las reglas deben ser sencillas, fáciles de entender y coherentes para los niños, manteniéndose de forma consistente. Esto les da un sentido de responsabilidad y disciplina.
5. Impedir la violencia
Significa abstenerse de castigar o corregir a los niños a través del agravio físico o emocional. En su lugar, se fomenta la resolución pacífica de conflictos y el diálogo abierto.
Se ha comprobado que es mucho mejor enseñar a al niño expresar sus emociones y necesidades de manera cordial, así como corregirle de forma franca y directa pero pacífica.
6. Responsabilidad
Implica que los padres asuman la responsabilidad de guiar y apoyar a los niños, pero sin sobreprotegerlos, resolverles sus problemas, consentirlos o tomar decisiones por ellos.
Esto permite a los niños aprender a tomar decisiones y a hacerse responsables de sus acciones, preparándolos para enfrentar desafíos y elegir mejor sus decisiones a futuro.
7. Conectividad
Se refiere a la importancia de establecer una relación cercana y positiva entre padres e hijos. Esto se logra a través de la convivencia, las expresiones de afecto y el apoyo mutuo.
La conectividad permite a los niños sentirse seguros y amados, lo que a su vez los ayuda a desarrollar una autoestima sana y a ser más resilientes ante los desafíos de la vida.
8. Adaptabilidad
Es la habilidad que deben desarrollar los padres para ser flexibles y modificar su enfoque de crianza de acuerdo a los rasgos, necesidades y etapas del desarrollo de sus hijos.
La adaptabilidad es una pieza clave de la crianza respetuosa, ya que permite que los padres puedan apoyar a sus hijos a enfrentar nuevos desafíos a medida que se desarrollan.
¿Qué ventajas tiene la Crianza Respetuosa?
Aplicar la crianza respetuosa como modelo de educación para los hijos conlleva considerables ventajas y beneficios para el desarrollo de los niños y niñas, algunos de ellos son:
- Desarrollo de la autoestima: Al sentirse valorados y comprendidos, los niños desarrollan un mejor concepto de sí mismos, así como de sus talentos y habilidades.
- Seguridad y autoconfianza: Al ser alentados a tomar decisiones y resolver problemas, los niños se percibirán como personas capaces, eficientes y autónomas.
- Comunicación sana y abierta: Poder expresar sus ideas y reclamar sus derechos asertivos fomenta una relación “padres – hijos” mucho más estrecha.
- Independencia: Promover la toma decisiones y la resolución de conflictos (según la edad del niño) fortalecerá su criterio y capacidad de respuesta a los problemas.
- Resolución de problemas complejos: Al saberse independientes y apoyados por sus padres, incrementarán su deseo de resolver dilemas cada vez más difíciles.
- Responsabilidad: El niño aprenderá a respetar límites y normas, organizando su tiempo y conducta para cumplir sus obligaciones sin afectar la rutina de los demás.
- Empatía: El respeto al ser uno de los pilares de este modelo de crianza, promueve en los niños la capacidad de cooperar, ayudar y ponerse en el lugar de otros.
- Comportamiento sano: Al aprender a resolver sus conflictos personales de forma pacífica, el niño será menos proclive a desarrollar algún problema de conducta.
- Autorregulación emocional: el niño será capaz de expresar sus emociones de manera apropiada y responsable, y de gestionar su estado de ánimo sin dificultad.
- Buena relación padres-hijos: Al tener una alta empatía, una comunicación franca y ser responsables, la relación padres-hijos mejora como consecuencia lógica.
¿Cómo poner en práctica la Crianza Respetuosa?
Poner en práctica la crianza respetuosa puede ser algo desafiante, pero también puede ser muy gratificante debido a sus efectos positivos. Aquí algunas pautas para practicarla:
1. Escuche a su hijo
Para escuchar efectivamente lo más importante es estar presente, ser empático y no interrumpir, proporcionar apoyo emocional y darles espacio para expresarse libremente.
Por lo tanto, es esencial que se les deje expresarse sin prejuicios; de esta forma se sentirán entendidos, se fortalecerá la relación con ellos y desarrollarán mejor su faceta social.
2. Aliente su independencia
Deje que sus hijos hagan cosas por sí mismos. Deles la oportunidad de tomar decisiones y resolver problemas. Esto les ayudará a desarrollar su confianza y responsabilidad.
Para ello requerirá de una combinación de límites claros y amor incondicional. Es importante respetar sus elecciones, y animarlos o alentarlos a corregir su error si es el caso.
3. Comuníquese abiertamente
Fomente un ambiente de comunicación abierta y confianza con sus hijos. Enséñeles a expresar sus sentimientos de manera directa y también a escuchar los de los demás.
Al establecer una comunicación abierta con sus hijos permitirá que conozcan mejor sus convicciones, criterio y forma de pensar y, por lo tanto, a tolerar un punto de vista ajeno.
4. Establezca límites claros
Los límites ayudan a los niños a sentirse seguros y a entender lo que se espera de ellos. Para establecer límites efectivos lo más importante es ser consistente y coherente.
Es decir, mantenerse firme y explicar las razones detrás de las reglas y ofrecer alternativas positivas. Además, es crucial escuchar su opinión y ajustar los límites si es necesario.
5. Enseñe la responsabilidad
Para enseñar a los hijos a ser responsables es preciso comunicarse abiertamente, establecer límites claros y asignar tareas y obligaciones apropiadas de acuerdo a su edad.
También es importante permitirles experimentar y tomar decisiones por sí mismos con guía y apoyo, y de esta manera enseñarles a asumir las consecuencias de sus actos.
6. Fomente la conectividad
En este aspecto lo más importante es dedicar tiempo de calidad y escuchar sin juzgar, realizar actividades juntos, respetar su opinión, necesidades y ser un buen ejemplo.
Por supuesto, demostrar afecto y aprecio por ellos también es fundamental, la continuidad y el trato afectuoso es la clave para lograr una conectividad saludable con los hijos.
7. Sea flexible
Ser flexible con los hijos implica ser comprensivos, tolerantes y pacientes mientras aprenden cosas nuevas. Es decir, estar dispuestos a adaptarse a sus traspiés o cambios.
La flexibilidad en la crianza también fortalece la relación padres-hijos y ayudará a los niños a desarrollar otros aspectos importantes como la autoestima y la tolerancia social.
8. Actúe con congruencia
¡Practique lo que predica! trate a sus hijos como usted desea ser tratado (y no al revés), cultive primero en usted aquella conducta que desea ver reflejada en sus hijos.
Sin embargo, no espere ser un padre o madre perfecto(a), simplemente este dispuesto a mejorar continuamente. Ser congruente requiere de tiempo, paciencia y práctica.
¿Cómo poner límites con la crianza respetuosa?
La crianza respetuosa va de establecer límites claros para fomentar un sentido de seguridad y disciplina. Aquí algunos consejos para asignar límites de manera respetuosa:
- Sea Claro: Debe asegurarse que su hijo comprende las reglas y normas que se han establecido, las directrices deben ser bastante claras y fáciles de entender.
- Consistencia: Se firme en la aplicación de los límites, y no ceda ante chantajes o rabietas. Esto ayudará a su hijo a entender aquello que no puede o debe hacer.
- Explique el por qué: Comente con su hijo la razón de ser de cada uno de sus límites, esto le ayudará a entender el por qué son necesarias determinadas actitudes.
- Escuche: Tómese un tiempo concreto para escuchar la perspectiva de sus hijos. A veces, existen motivos detrás de su comportamiento que todavía no conoce.
- Sea un modelo: Sea un ejemplo a seguir respetando los límites que usted mismo ha impuesto dentro de su hogar o en determinados contextos sociales.
- Encuentre soluciones juntos: Trabaje con su hijo para analizar, ponderar y encontrar soluciones a problemas relacionados con los límites o sus consecuencias.
- Fomente la autonomía: Respete los deseos, necesidades y los propios límites de su hijo, de esta forma ayudará a desarrollar mejor su sentido de independencia.
- No amenace con castigos innecesarios: Sobre todo, aquellos que son desproporcionados para la situación, o los que de antemano ya sabe que no podrá cumplir.
- Sea comprensivo: Recuerde que los niños necesitan tiempo para aprender y entender los límites. Sea tolerante y paciente mientras sus hijos están aprendiendo.
Es importante tener en cuenta que establecer límites no significa ser autoritario o irrespetuoso, sino guiar al niño a desarrollar una conducta respetuosa y responsable.
La crianza respetuosa y los berrinches
Cuando se trata de lidiar con berrinches la clave es tratar a los niños con comprensión y empatía. Aquí algunas pautas para lidiar con las rabietas de manera respetuosa:
- Valide sus Sentimientos: Asegúrese de que el niño se sienta escuchado y comprendido. Dígale algo como: «Entiendo que estás enojado / frustrado / triste».
- Ofrézcale Alternativas: En lugar de imponerle sus deseos o expectativas, brinde opciones a sus hijos. Por ejemplo: «¿Quieres usar este vestido o ese otro?».
- Busque un espacio seguro: Identifique un lugar para que su hijo se calme. Puede ser un rincón o un lugar al aire libre donde el niño pueda liberar su energía.
- Enseñe a manejar sus emociones: Ayude a su hijo a gestionar sus sentimientos pidiéndole que exprese lo que siente hasta que se desahogue por completo.
- Fomente la comunicación: Promueva un ambiente de comunicación abierta y confianza para que su hijo se sienta cómodo hablando sobre sus emociones.
- Acepte que los berrinches son normales: Las rabietas son parte inevitable del desarrollo del niño. Asuma que sucederán y no se las tome como algo personal.
- Sea un modelo a seguir: Sea un ejemplo a seguir para su hijo, por supuesto, deberá empezar por manejar sus propios problemas y emociones de forma sana.
- No le castigue por tener berrinches: Esto debido a que puede dificultar aún más el manejo de las emociones y generar un ambiente de inseguridad y tensión.
Recuerde que cada niño es único y puede reaccionar de forma diferente a situaciones similares, por ello es importante ser paciente y tratar a cada uno de manera individual.
Corregir o castigar según la crianza respetuosa
Debido a que la crianza respetuosa se basa en un modelo no violento y de respeto mutuo, las correcciones o castigos no pueden implicar ninguna forma de daño o maltrato.
Ya sea físico, psicológico, económico o de cualquier tipo, por lo tanto, el objetivo de la corrección siempre consistirá en ayudar al niño a entender y aprender de sus acciones.
En lugar de simplemente reprender o aplicar alguna corrección negativa, aquí te proponemos varias directivas para corregir a tu hijo de acuerdo a la crianza respetuosa:
- Sintonice con sus emociones: Asegúrese de estar tranquilo antes de implementar una corrección o castigo.
- Sea concreto: Mientras más específico sea sobre la conducta que está corrigiendo mejor.
- Apele a su criterio de justicia: El castigo debe ser proporcional al comportamiento inapropiado.
- Reaccione positivamente: Fomente la actitud deseada en lugar de solo castigar la conducta indeseable.
- Practique la prudencia: Elija el momento adecuado para corregir o castigar el comportamiento.
- Ponga el ejemplo: Sea un modelo a seguir al respetar las normas y límites.
- Condúzcase con respeto: Hable de manera atenta, sin ofender y evitando humillaciones o castigos físicos.
- Colabore: Trabaje con su hijo para encontrar soluciones y reparar el error o el daño causado.
- Sea comprensivo: Los niños necesitan tiempo para aprender y comprender las consecuencias de sus actos.
- Evite la incongruencia: Sea coherente con los límites que establece y en su forma de castigar o corregir.
Es crucial entender que el objetivo de la corrección no es la sumisión o la obediencia ciega, sino aprender de los actos propios fomentando la autonomía y la responsabilidad.
Diferencias: Crianza Respetuosa y Tradicional
La crianza respetuosa y la crianza tradicional son dos enfoques completamente diferentes en cuanto a la forma en que los padres se relacionan, tratan y educan a sus hijos.
La crianza respetuosa tiene como objetivo primordial el respeto mutuo entre padres e hijos, enfatizando el afecto y la comprensión para estimular la sana actitud del niño.
Por otro lado, la crianza tradicional se basa en una relación más autoritaria, en la que los padres establecen reglas que los hijos deben cumplir sin cuestionamiento alguno.
En la crianza respetuosa, los padres escuchan activamente a sus hijos, les permiten tomar decisiones en base a su criterio y responsabilizarse por sus propias acciones.
Los padres también brindan apoyo y establecen límites claros, pero sin recurrir a la violencia o al castigo, alentando a sus hijos a comunicarse de una manera abierta y honesta.
En la crianza tradicional, los padres suelen establecer reglas estrictas y castigar a los hijos por sus faltas sin tomar en cuenta su opinión o expectativas acerca del problema.
Estos castigos pueden incluir tanto la reprimenda como la privación de privilegios o el castigo físico, enfatizando, sobre todo, la obediencia ciega y la sumisión a la autoridad.
En este enfoque, la comunicación entre padres e hijos suele ser menos abierta y más tensa, con los hijos temerosos de hablar con sus padres sobre sus ideas y sentimientos.
Por otro lado, la crianza autoritaria aumenta el riesgo de trastornos emocionales, ya que, se enfoca en el logro de tareas específicas sin tomar en cuenta el desarrollo del niño.
En resumen, la crianza respetuosa y la crianza tradicional son enfoques muy diferentes que tienen grandes implicaciones en la forma en que los niños aprenden y se desarrollan.
Crianza Respetuosa y Teoría del Apego
Según el psicoanalista inglés John Bowlby: “los niños necesitan una relación segura y cercana con una figura de cuidado para poder desarrollarse de forma saludable”.
La Teoría del Apego de John Bowlby y la crianza respetuosa tienen similitudes importantes: ambas enfatizan el valor de las relaciones saludables entre los padres y los niños.
Debido a esto, es que se considera a la Teoría del Apego de Bowlby como el fundamento teórico-científico en el que se basa la crianza respetuosa como modelo educativo.
Ambas también, apoyan la autonomía y el desarrollo del niño. Por ejemplo, la crianza respetuosa alienta a los niños a emanciparse tomando decisiones según su edad.
Mientras que, la Teoría del Apego de Bowlby sostiene que los niños deben tener la libertad de explorar un entorno seguro para poder desarrollar su confianza y habilidades.
De igual forma, ambas enfatizan la importancia de la comunicación abierta y respetuosa como requisito para poder establecer una interacción óptima entre padres e hijos.
La crianza respetuosa promueve la comunicación abierta y respetuosa, y Bowlby sostenía que las interacciones cara a cara son esenciales para una relación segura y positiva.
Es decir, la crianza respetuosa y la Teoría del Apego comparten demasiadas similitudes, empezando por la meta común de fomentar las relaciones sanas entre padres e hijos.
Conclusiones
En síntesis, la crianza respetuosa es un enfoque en el que los padres tratan a sus hijos con amor, comprensión y respeto, y los apoyan en su desarrollo psico-emocional y personal.
Asimismo, la crianza respetuosa es un modelo educativo basado en 8 principios, entre los que destaca, el respeto a las demás personas en cualquier tipo de situación o contexto.
Y a diferencia de la crianza tradicional (en la que se usan castigos y recompensas externas), la crianza respetuosa alude a la empatía y el diálogo para gestionar la actitud de los hijos.
Por lo que, ofrece muchas ventajas para los niños, por ejemplo: una sana autoestima, estabilidad emocional, autonomía, proactividad y una relación cercana y positiva con sus padres.
Si deseas saber todavía más sobre el tema puedes contactarnos y resolver tus dudas. Juntos, podemos colaborar para que tus hijos tengan una crianza más amorosa y compasiva.