¿Y esto de dónde salió? Acercamiento al duelo adolescente por el cuerpo
Para poder abordar el periodo de la adolescencia, retomaremos los estudios de la psicoanalista argentina Arminda Aberastury acerca de los tres duelos del adolescente, en esta primer entrega hablaremos del duelo por el cuerpo.
Los primeros 6 años de vida de un hijo representan para los padres un intenso trabajo, ya que el niño depende de ellos para comenzar a desarrollar las habilidades físicas, psicológicas y sociales que después usará a lo largo de su vida; pasando esta etapa, se vive una relativa calma, tanto para los papás como para el niño.
Sin embargo, alrededor de los 10 o 12 años, esta tranquilidad llega a su fin con la entrada de la temida adolescencia.
Todo comienza con la pubertad, ese momento en el que el cuerpo del niño o niña comienzan a desarrollarse: aumentan los senos y las caderas en la niña, cambia la voz y se ensanchan los hombros en el niño, crece vello en el cuerpo, pareciera que de un día para otro crecen, la ropa ya no le queda, los zapatos tampoco, sus dimensiones ya no son las mismas, se vuelve torpe, se tropieza, tira las cosas, ha llegado el caos hormonal, ahora es “un extraño de su propio cuerpo”, el espejo le refleja a alguien que ya no conoce.
El adolescente vive en la ambivalencia, extraña ese cuerpo que ya conocía a la perfección con el cual se sentía cómodo, pero también le emociona poder familiarizarse con este nuevo cuerpo, esto crea un conflicto interno en él, se pregunta ¿Cómo puede sentirse tan extraño y tan a gusto con esta nueva persona?
Los padres lo ven diferente, quisieran abrazarlo o besarlo como antes pero resulta incómodo para ellos y para su hijo o hija, ahora es una nueva persona cohabitando con ellos.
Sin embargo, la calma y naturalidad con la que los padres puedan aceptar este cambio le ayudarán al hijo a sentirse tranquilo con perder su antiguo cuerpo y seguro de disfrutar el cuerpo nuevo que ahora posee y con el cual pasará el resto de su vida.
Gracias por visitar el blog de Ayuda Psicológica en Línea, espera la siguiente entrega del duelo del adolescente; si te gustó este artículo de psicología del desarrollo agradeceremos lo compartas en tus redes sociales, si tienes algún comentario con gusto lo leeremos.