El manejo del enojo, un manual de psicoterapia cognitivo conductual
Temática: Cómo controlar la ira y el enojo
Una sensación constante de enojo provoca agotamiento físico, aumento del ritmo cardiaco y la presión sanguínea.
Cuando estos episodios se presentan de forma recurrente conllevan graves riesgos a la salud física, como hipertensión, problemas del corazón y una respuesta inmunitaria débil.
Además de estas consecuencias físicas, el enojo repercute en la salud psicológica como resultado de una expresión inapropiada del mismo.
La ira y el enojo como problema psicológico
El enojo se vuelve un problema cuando empieza a experimentarse con demasiada frecuencia, intensidad o se desahoga de forma negativa.
Una gestión emocional deficiente puede convertir un simple enfado en un episodio de ira, que se manifiesta a través de conductas agresivas y amenazadoras.
En casos extremos la persona puede atentar contra su propia integridad física o la de otros.
Sin embargo no es necesario que el enojo llegue al extremo de la agresión física para tener secuelas psicológicas.
Conductas negativas como el abuso verbal, la prepotencia o el maltrato psicológico, son suficientes para que la persona experimente fuertes episodios de abatimiento, culpa y remordimiento, además del grave deterioro que sufren sus relaciones personales.
Las recompensas secundarias
Por supuesto la ira y la expresión inadecuada del enojo implican ganancias secundarias, y es por ello que para muchos superar estos hábitos destructivos se convierte en todo un reto a vencer.
La recompensa secundaria más común es la influencia o manipulación que se ejerce sobre los demás por el miedo a una reacción violenta.
Otra ganancia secundaria sería la sensación de alivio o la liberación de tensión que se experimenta luego de un episodio iracundo.
Sin embargo a largo plazo estas ganancias secundarias se ven rebasadas por mucho por sus consecuencias negativas.
Aunque la persona pueda desahogarse con un episodio de ira, es muy probable que el manejo del estrés la desborde, después sienta remordimiento y se meta en más problemas debido a su reacción.
De igual forma, una persona que acostumbra satisfacer sus demandas mediante la intimidación o la violencia
Aunque satisfaga sus expectativas inmediatas, a largo plazo provocará que la gente se aleje afectivamente, deje tomarlo en serio o aprenda a ignorarlo.
Cómo controlar la ira y el enojo asertivamente
Debemos tomar consciencia de lo que nos sucede, estar alerta ante los acontecimientos y actitudes de las otras personas que nos conducen a la irritación o el enojo.
En el sentido más practico posible “¿Qué me beneficios obtengo al enojarme?”, “¿Porqué me resulta útil el reaccionar de esta forma?”, “¿Cómo puedo obtener los mismos resultados sin necesidad de enojarme?”.
Es indispensable aprender a gestionar nuestras emociones, empezando por analizar las ganancias secundarias que obtenemos del enojo.
También de sus consecuencias negativas en nuestra situación particular. Concretamente «¿Cómo me estoy dañando a mí mismo o a los demás al reaccionar de esta manera?«.
Además de tomar conciencia del enojo, es necesario aprender a expresarlo de forma asertiva. Las técnicas que se proveen en esta guía son eficaces para prevenir o detener la intensidad de los episodios de ira.
Una guía eficaz sobre cómo controlar la ira y el enojo que contiene tanto estrategias inmediatas como preventivas para gestionar el enfado y la forma en que reaccionamos ante el…
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Créditos
Autor(es): Patrick M. Reilly, Michael S. Shopshire
Título: El manejo del enojo, un manual de psicoterapia cognitivo conductual
Editores: U.S Department of Health and Human Services
Recuperado de: Department of Health and Human Services
Año: 2002. Páginas: 73.
Categoría: Autoayuda