12 Mecanismos de Defensa y su funcionamiento
Todos en algún momento hemos recurrido a los mecanismos de defensa para estar a salvo y sobrellevar las situaciones adversas de la vida.
Sin embargo, a pesar de ser recursos tan importantes para sobrevivir, no somos totalmente conscientes de cómo o cuándo los utilizamos.
¿Quién no ha escuchado alguna vez a la expresión: “¡no te pongas a la defensiva!”? Pues vaya, que a veces sí que los percibirnos en los demás.
Sobre todo, cuando no logramos entender por qué alguien se defendería de algo, que a primera vista nos resulta tan inofensivo o insignificante.
En este apartado nos adentraremos en el sinuoso mundo de las motivaciones inconscientes y cómo es que funcionan sus mecanismos de defensa.
¿Qué son los Mecanismos de Defensa?
Son los recursos psicológicos que utiliza la mente de forma inconsciente para enfrentar amenazas y no claudicar ante una realidad dolorosa.
Su principal objetivo es reducir la angustia o el impacto emocional que implica aceptar una experiencia sumamente desagradable o inadmisible.
Al percibir una amenaza nuestra mente los desencadena automáticamente, es decir, no tenemos que esforzarnos para producirlos o ponerlos en marcha.
En otras palabras, su funcionamiento esta basado en estrategias inconscientes que pretenden preservar nuestro equilibrio mental.
Los 12 mecanismos de Defensa
En 1925 Sigmund Freud con la Teoría del Psicoanálisis dejó sentadas las bases de los mecanismos de defensa, que luego, su hija Ana describiría y clasificaría.
Ahora sabemos que, aunque cada persona tiene reacciones únicas, los mecanismos de defensa son patrones comunes que manifestamos de diversas formas:
1. Negación
El rechazo a reconocer lo evidente, con la finalidad de evadir el impacto emocional y reducir la ansiedad ante eventos perturbadores o amenazantes.
Ejemplos:
- “Ana fuma una cajetilla de cigarros a diario, pero se dice a sí misma y los demás que lo puede dejar cuando quiera”.
- “Carlos asegura que su exmujer todavía le ama, aunque hace 3 años que le abandonó y no ha sabido más de ella”.
- “Jaime estudia en el extranjero y lleva 1 mes sin ir a clases, cuelga el teléfono cada que ve el número de sus padres”.
2. Represión
El bloqueo de recuerdos dolorosos o traumas no superados, mediante la censura de la memoria o pensamientos que puedan traerlos a la conciencia.
Ejemplos:
- “Una persona víctima de abuso sexual infantil no es capaz de evocar ningún recuerdo sobre su infancia”.
- “Un paciente informado de posible cáncer terminal “olvida” realizarse los análisis para corroborar el diagnóstico”.
- “Pedro sufrió bullying hasta la universidad, pero no puede recordar el nombre de sus compañeros de clase”.
3. Proyección
Adjudicar los propios defectos o falencias a otra persona u objeto, con el fin de negarlo como propio, anular la culpa, o escapar al rechazo social.
Ejemplos:
- “Una mujer frustrada por no poder salir con sus amigas le grita su hija de 3 años: ¡Eres una egoísta desconsiderada!”.
- “Un vendedor le dice incompetente a su mujer por no ayudar con los gastos, pero lleva meses sin cerrar una venta”.
- “El pastor tacha de pervertida la conducta y vestimenta de una feligresa mientras no deja de mirarle los senos”.
4. Introyección
Incorporar las cualidades o virtudes ajenas asumiéndolas como propias, de tal manera que se minimicen los fracasos o carencias personales.
Ejemplos:
- “El jefe escucha las sugerencias de su empleado estrella, luego se presenta con “su gran idea” ante la junta directiva”.
- “Una mujer que no superó el abandono de su madre se inscribe en la universidad para ser psicóloga infantil”.
- “Jaime es muy tímido con desconocidos, pero con su familia habla y se comporta como el líder social al que admira”.
5. Regresión
Volver a una etapa previa del desarrollo, o a comportamientos inmaduros e infantiles para obtener seguridad y enfrentar el estrés.
Ejemplos:
- “Cuando Oscar de 7 años se enteró que tendría un hermanito comenzó a chuparse el dedo nuevamente”
- “A partir del fallecimiento de su padre, María de 30 años duerme con su osito de felpa todas las noches”.
- “Un hombre maduro entra en cólera y hace “berrinches” cada vez que se encuentra atrapado en el tráfico”.
6. Formación Reactiva
Manifestar intenciones y/o expresar ideas opuestas a las verdaderas, con la finalidad evitar la ansiedad o evidenciar valores inaceptables.
Ejemplos:
- “Un adicto a la marihuana apoya fervientemente la nueva campaña antidrogas del sector salud”.
- “Un hombre receloso de los hijos de un matrimonio anterior de su pareja los trata de manera sobreprotectora”.
- “Lucía tiene una aventura en la oficina, pero se queja con su esposo de lo injusto que es tener que trabajar horas extras”.
7. Desplazamiento
Reaccionar injusta y exageradamente con una persona indefensa o un objeto aislado de la situación que originalmente provocó la frustración.
Ejemplos:
- “El director corrige de forma humillante al gerente, después, este “se desquita” con sus subordinados”.
- “Luego de que naciera el hermanito de Rebeca, sus padres encontraron sus juguetes en el cubo de la basura”.
- “Al enterarse de que fue el único en suspender el examen, Rodolfo enfurece con sus amigos y decide no hablarles más”.
8. Sublimación
Satisfacer deseos inadmisibles a través de actividades socialmente aceptadas, o menos detestables para minimizar las consecuencias adversas.
Ejemplos:
- “Un psiquiatra con profundas motivaciones voyeristas se desempeña como psicoterapeuta sexual”.
- “Roberto es “coach espiritual” pero le gusta la violencia, así que se vuelve “sensey” de artes marciales”.
- “Lucía que padece una obsesión enfermiza por su expareja se dedica a escribir poesía amorosa”.
9. Racionalización
Excusarse mediante argumentos lógicos que permitan justificar errores, actitudes o deseos absurdos, y así ocultar las falencias genuinas.
Ejemplos:
- “Simón justifica sus malas notas argumentando que el profesor le tiene “mala fe” y cuenta toda la historia”.
- “Javier rechaza a Carla, ella va con sus amigas y les cuenta todas las razones por las que hubiera sido malo salir con él”.
- “Un mesero deja caer los platos, luego le da al gerente una cátedra sobre los grados de resistencia de la cerámica”.
10. Aislamiento del afecto
Los sentimientos relativos a eventos dolorosos son separados del discurso, de tal forma que las emociones no acompañan a las palabras.
Ejemplos:
- “Susana narra el suicidio de su madre en un tono plano, distante y con la mirada puesta en el teléfono móvil”.
- “Una víctima de abuso explica los hechos al policía sin el menor sobresalto, como si le hubiera pasado a otra persona”.
- “El sobreviviente a un campo de guerra describe fríamente la terrorífica escena mientras limpia sus botas”.
11. Supresión
Anular el significado de una realidad dolorosa mediante actitudes o ideas compensatorias para reducir la ansiedad o la sensación de amenaza.
Ejemplos:
- “Un padre preocupado por no tener suficiente dinero para navidad se muestra sumamente permisivo con sus hijos”.
- “Pedro plagió su proyecto de tesis, esperanzado en no ser descubierto, se promete a si mismo jamás volver a mentir”.
- “Una mujer con obesidad mórbida se aferra la idea de que “la belleza es interna” y continúa comiendo en exceso”.
12. Humor
Alterar el significado de una situación desagradable de forma divertida: la ironía, el sarcasmo o la burla para anular o aminorar la sensación de inadecuación.
Ejemplos:
- “El gerente se queja diciendo “hay días estúpidos…” Jaime piensa para sí mismo: “y un estúpido todos los días” y se ríe.
- “Un preso condenado a muerte un día lunes exclama: ¡bonita forma de comenzar la semana!”.
- “Raúl increpa a su mujer en tono altivo: “tu hijo es guapo porque salió a su padre”, “¿Acaso lo conoces?” le responde”.
La función de los mecanismos de defensa
Aunque todos tenemos distintas formas de lidiar con nuestros conflictos internos, los mecanismos de defensa son comunes a todas las personas.
Cuando nos frustramos o nuestra autoimagen se ve perjudicada, hay un desequilibrio en la psique que los mecanismos de defensa se encargan de regular.
Los mecanismos de defensa no son ni buenos ni malos, simplemente se activan ante lo que la mente pueda percibir como una potencial amenaza.
Al igual que las emociones, los mecanismos de defensa pueden funcionar bien o mal dependiendo del grado de salud mental de cada individuo.
Unos mecanismos de defensa óptimos promueven el bienestar de la persona logrando un equilibrio entre sus deseos, moral y posibles miedos.
Si quieres conocer más aspectos sobre la estructura de la mente o el psicoanálisis recuerda visitar el apartado de salud psicológica.