Terapia psicológica familiar: técnicas y beneficios
Las técnicas de terapia psicológica familiar tienen el objetivo de favorecer la interacción, la cohesión y el apoyo mutuo entre los miembros que integran una familia.
El ambiente familiar en el que se desarrolla una persona, ejerce una gran influencia sobre su “forma de ser”, sus valores creencias, decisiones y su manera de comportarse.
Sin embargo, existen familias que pasan por periodos críticos de estrés, incomprensión o enojo, repitiendo una y otra vez los mismos patrones de comportamiento dañinos.
Donde a pesar de sus esfuerzos, la convivencia familiar no puede recuperarse por sí misma, cayendo en un círculo vicioso que únicamente logra empeorar sus síntomas.
En estos casos, la terapia psicológica familiar brinda soporte a las personas cuyo sistema familiar se ha deteriorado, presentando conductas nocivas o signos de riesgo.
La familia es una pieza clave para nuestro propio desarrollo, por lo tanto, habrá ocasiones en las que sea necesario sanar y/o fortalecer este vínculo social tan importante.
Terapia Psicológica Familiar: 5 beneficios
Aunque a la situación específica de cada familia es distinta, los beneficios concretos que brinda la terapia psicológica familiar están bien identificados y son los siguientes:
1. Mejora la comunicación
Como es de suponer, para que cualquier relación funcione es necesario que exista una buena comunicación, y en el caso de la familia, cobra una importancia muy particular.
La comunicación familiar hace referencia a la manera en la que se intercambia información verbal y no verbal entre cada uno de los miembros del sistema familiar.
Cuando existe una buena comunicación en la familia, cada uno de sus integrantes desarrolla la capacidad de prestar atención a lo que sienten y piensan los demás.
Contrariamente a lo que podría pensarse, la habilidad para comunicarse de forma eficiente, no solo implica la capacidad de hablar, sino también la de escuchar al otro.
En el momento en el que la familia logra desarrollar este tipo de habilidades comunicativas, que incluye por supuesto, la escucha activa, se genera una mayor compresión y empatía.
La comunicación asertiva en la familia es sumamente importante ya que permite que cada uno de los miembros exprese lo que piensa, necesita, desea y siente.
Aprender a expresar lo que sentimos, al tiempo que somos capaces de escuchar a los demás, crea una atmósfera de amor, respeto, tolerancia y comprensión.
Lo cual tiene como resultado, afrontar con mucha mayor facilidad los problemas y dificultades familiares que puedan aparecer en cualquier momento.
2. Establece límites sanos
En muchas ocasiones, cuando los integrantes de la familia desconocen cuáles son sus derechos y los límites saludables dentro de la relación, se generan problemas innecesarios.
Establecer límites en la familia puede ser más complicado que con cualquier otro grupo. No obstante, aunque pueda costar trabajo, siempre valdrá la pena llevarlo a cabo en el núcleo familiar.
Cuando se establecen límites saludables en la interacción familiar, se puede mantener un equilibrio en la relación con cada uno de los integrantes de la familia.
Esto también garantiza que se respete el rol que tiene cada uno de los miembros de la familia, y brinda mucha estabilidad para todos.
3. Resuelve conflictos
Existen patrones de comportamiento que pueden estar llevando a cabo cada miembro dentro del ámbito familiar que dificultan la relación y obstaculizan la solución de problemas.
Aprender a identificar y reconocer cada uno de estos patrones, ayuda a cada miembro de la familia a ser consciente de aquello que no funciona dentro de la dinámica familiar.
Por supuesto, hay comportamientos positivos que ya están ahí y que vale la pena ser conscientes de ellos y hacer que permanezcan en la relación familiar.
Cuando somos conscientes de los comportamientos que debemos eliminar o modificar, y aquellos con los que nos vamos a quedar, podemos comenzar a generar cambios.
El terapeuta propone a la familia eliminar y/o acentuar este tipo de comportamientos, según sea el caso, para ir facilitando la convivencia y la sana resolución de problemas.
Hacer esto, es clave para resolver con mayor profundidad aquellos problemas que se repiten una y otra vez en la familia.
4. Cohesiona a la familia
Al aplicar las estrategias aprendidas durante la terapia psicológica familiar, se aumenta la posibilidad de que exista una relación más cercana entre los miembros de la familia.
Sentir el cariño y apoyo de la familia es sumamente importante en la vida de cualquier persona.
Y es que, cuando existe una mayor empatía y respeto entre todos, la relación se vuelve más estrecha y las personas se encuentran más abiertas a dar y recibir apoyo a los demás.
Existen estrategias que se enfocan en fortalecer los vínculos afectivos y aumentar la confianza familiar.
Cuando estas estrategias se mantienen en el tiempo, se convierten en hábitos positivos y saludables, que sin duda, marcarán una gran diferencia para fomentar el apoyo y la unión.
5. Reduce el estrés
Al aprender diferentes estrategias para hablar de los problemas complicados o expresar los propios sentimientos de manera constructiva se promueve la tranquilidad.
El terapeuta familiar es un mediador que se encarga de facilitar la comunicación y eliminar las barreras que dan pie a confusiones y malos entendidos entre los integrantes.
Cuando un problema se convierte en una fuente constante de estrés, la terapia psicológica familiar nos permite comprenderlo y resolverlo bajo una nueva perspectiva.
5 técnicas de terapia psicológica familiar
1. Tarea del “Post-it”
Esta tarea tiene como objetivo promover las interacciones familiares positivas.
Es recomendable aplicarla cuando dentro del núcleo familiar no suelen hacerse muchos elogios entre sí ni reconocer las cosas buenas de los demás.
Por lo que al llevarlo a cabo no solo va a reforzar a la persona que los recibe, sino que también le ayudará al que los da a prestar atención a los aspectos positivos del otro.
Instrucciones
Se les pide a algunos miembros de la familia (generalmente a los padres) que constantemente dejen “post-it” a otros (por lo general a los hijos) con mensajes positivos.
Estos “post-it” van a esconderlos en lugares poco habituales pero que la persona tiene probabilidad de encontrarlos.
Por ejemplo, en una agenda, encima del escritorio, en el espejo del baño, en un cajón de la mesita de noche, etc.
Tomar en cuenta
Esta tarea no es recomendable para familias que suelen hacerse muchos elogios entre ellos con frecuencia.
Para aumentar su eficacia esta tarea tiene que ser secreta y los demás integrantes de la familia no tienen que saber nada. Los elogios tienen que ser genuinos y no se debe de abusar de ellos.
2. La caja de caricias
Este ejercicio pretende reforzar la conducta positiva en cada uno de los miembros de la familia y así mismo aumentar la unión familiar.
Instrucciones
Se le sugiere a la familia que ponga una bonita caja de cartón en algún lugar de la casa que consideren importante, como la sala o el comedor.
La caja tiene que tener una ranura en la parte superior como si fuera una alcancía. Al lado de la caja se colocan varios papelitos de colores con un lapicero y se escogerá un color para cada miembro de la familia.
Cada vez que algún miembro de la familia note que otro dice o hace algo que le guste, va a escoger el papelito con el color que le corresponde a esa persona y le escribirá algo.
Por ejemplo, puede escribirle lo siguiente: “Me ha gustado mucho que te hayas ofrecido a ayudarme con…”, “me gustó tu actitud de hoy”, “te felicito por…”, etc.
Después meterá el papelito doblado en la caja de las caricias para que cuando finalice el día, todos se reúnan alrededor de ella y lean sus papelitos en voz alta.
Tomar en cuenta
No es aconsejable sugerir este ejercicio cuando el ambiente familiar es muy negativo y es posible que la caja quede vacía.
Una vez que el ambiente familiar haya mejorado y comiencen a aparecer conductas positivas entre todos, se puede llevar a cabo este ejercicio.
3. Sensibilización al cambio
Esta tarea tiene como objetivo que cada uno de los miembros de la familia comience haciendo pequeños cambios que no les impliquen mucho esfuerzo.
Es una forma de ir entrenándose para hacer cosas diferentes y que puedan poco a poco hacer cambios en las áreas problemáticas de sus vidas.
Este ejercicio también le demuestra a la familia que los pequeños cambios son valiosos y es importante identificarlos.
Instrucciones
Se le pide a cada uno de los miembros de la familia que hagan una lista de pequeñas acciones que pueden llevar a cabo en cualquier área de su vida (no problemática).
Por ejemplo, pueden cambiar de look cortándose diferente el cabello, probar a ponerse un tipo de ropa distinto, acostarse o despertarse a una hora diferente, etc.
Ni ellos ni los demás deben de saber qué cambios está implementando cada quien, así que cada uno tratará de descubrir aquellas cosas diferentes que está haciendo el otro.
Tomar en cuenta
Este ejercicio por sí solo no va a ayudar a resolver el problema central ya que se trata de un preliminar para que la familia vaya acostumbrándose a los cambios de forma paulatina.
Si la familia tiene mucha disposición para llevar a cabo este ejercicio y es muy colaboradora, se le puede pedir que cada uno anote los cambios que ha hecho y que ve en los demás.
4. El escudo familiar
El objetivo de este interesante ejercicio es ayudar a la familia a redescubrir y reconstruir su propia identidad.
Sobre todo, cuando está atravesando por un proceso de cambios importante (muerte de un familiar, separaciones, haberse mudado a otro país, una enfermedad crónica, etc.).
Instrucciones
Sugerir a la familia que se reúnan un momento algún día de la semana todos los integrantes.
Entre todos van a diseñar y dibujar un escudo de la familia que represente sus cualidades, valores como familia y todo aquello que desean alcanzar.
Una vez que hayan terminado el escudo, entre todos escogen un lema que recoja lo más importante de lo que han representado.
Tomar en cuenta
Cuando se esté realizando esta actividad se debe de tener en cuenta la participación de todos los miembros de la familia y asegurarse de que no solamente pesen las opiniones de algunos.
El escudo familiar se puede llevar a cabo con todo tipo de materiales. Así que la familia puede elegir hacerlo a su gusto (con plastilina, dibujado, con madera, etc.).
Incluso puede darse el caso de que quieran participar otros familiares y darle a la tarea un matiz intergeneracional (abuelos, tíos y otros familiares).
5. Espera tu turno
Este ejercicio tiene como objetivo mejorar la comunicación familiar y promover la escucha activa para resolver los conflictos.
Y es que en una gran cantidad de ocasiones las personas no dejan que el otro termine de hablar y de decir lo que piensa y se generan constantes interrupciones que impiden resolver el problema.
Instrucciones
Se les pide a todos los miembros de la familia que cuando quieran discutir acerca de un tema para tratar de encontrarle una solución, hagan un círculo y tomen un cojín.
Comenzará hablando y exponiendo su punto de vista la persona que tenga el cojín en mano.
Los demás no podrán hablar, solo escuchar atentamente a la persona que está hablando hasta que les toque tener el cojín en sus manos.
Una vez que la persona haya terminado de hablar, le pasará el cojín al integrante que tenga a su izquierda quien expondrá todo lo que siente y piensa acerca del problema.
Así sucesivamente hasta que todos hayan hablado y hayan comenzado a ponerse de acuerdo para darle una solución al problema.
Tomar en cuenta
Si por alguna razón la conversación se está poniendo tensa y subida de tono, alguno de los integrantes comienza a interrumpir al que está hablando, llevan mucho tiempo así, etc.
Es necesario dejar el ejercicio hasta ahí, hacer otra cosa y no tocar el tema hasta el día siguiente o en el momento en el que todos se encuentren más tranquilos.
Esperamos que estas técnicas de terapia psicológica familiar te hayan sido útiles. Si necesitas más información visita nuestra sección de psicoterapia online y contáctanos, será un gusto ayudarte.