Estrés y deseo sexual: cómo combatir sus efectos
La combinación entre estrés y deseo sexual es una formula de sobra conocida, que afecta seriamente la vida en pareja y por lo tanto, garantiza la insatisfacción sexual.
No obstante, las prisas, las preocupaciones y los conflictos constantes en el trabajo y la familia son las principales problemáticas que más padece la sociedad actual.
La hipersensibilidad al fracaso, la cultura del «deber ser impecables» y el buscar la perfección ante todo, llevan a muchas personas a sufrir de estrés o de ansiedad.
¿Qué pasa cuando nos estresamos?
Cuando estamos nerviosos o sobrecargados nuestro organismo segrega dos hormonas fundamentales que activan la nuerobiología del estrés:
- Adrenalina: provoca el incremento del ritmo cardíaco y la presión arterial, pone a la persona en estado de alerta.
- Cortisol: provoca el incremento de la cantidad de azúcar en sangre, preparando al individuo para la acción (lucha o huída).
Por lo tanto, si estamos estresados se activarán estas hormonas que dificultarán o incluso bloquearán totalmente cualquier tipo de respuesta sexual.
Efectos del estrés en el deseo sexual
Es prácticamente imposible experimentar deseo sexual cuando estamos en estado de alerta y el cerebro se prepara para enfrentar una situación amenazante.
Debido a que cualquier tipo de respuesta sexual causaría una interferencia con la actitud de lucha o huida, ya que disminuiría dicha capacidad de sobrevivencia.
Efectos en las mujeres:
- Disminución del deseo y excitación sexual.
- Relaciones sexuales dolorosas derivadas de la falta de lubricación.
- Alteración del ciclo menstrual debido al exceso de hormonas del estrés.
Efectos en los hombres:
- Descenso de la producción de testosterona debido a los altos niveles de adrenalina y cortisol.
- Disminución del deseo sexual por descenso de testosterona.
- Mayor vulnerabilidad a disfunciones sexuales (disfunción eréctil, eyaculación precoz).
Reduce el estrés en el deseo sexual
No permitas que el estrés se apodere de ti e interfiera entre otras áreas a tu vida sexual y en tu deseo, en tus ganas.
- Practica técnicas de relajación y de respiración.
- Practica algún deporte que te guste o sal a caminar treinta minutos al día.
- Realiza actividades que favorezcan la desconexión mental de la rutina de estrés (dibujar, leer, cocinar, pintar, etc.).
- Cambia de ambiente cuando puedas, sal de la zona de estrés.
Si necesitas ayuda para lidiar con tu estrés y el deseo sexual no dudes en contactarnos. ¡Te esperamos en el próximo artículo!