Resumen de la Celestina, de Fernando De Rojas
En este resumen de la Celestina, abordaremos los elementos más importantes de su argumento: narrativa, trama principal, y algunos datos relevantes del autor.
Sinopsis
El bachiller Fernando de Rojas publicó la primera edición de “La Celestina”, también llamada La Tragicomedia de Calisto y Melibea en Burgos, en el año de 1499.
Es una novela dialogada, dividida en 21 partes o actos, escrita en prosa y cuyo asunto central es la trágica y apasionada historia de dos jovencísimos enamorados.
Historia donde Calisto cae rendido ante la belleza de su amada Melibea, siendo capaz de todo con tal de enamorarla, incluso de recurrir a la vieja Celestina.
Dada la personalidad y profundidad psicologica del personaje, Celestina robará la atención del lector desde su primera aparición y a lo largo de todo el drama.
A pesar de que, en su momento su lectura fue censurada por el puritanismo, hoy en día, es considerada uno de los dramas más bellos de la literatura universal.
Resumen de La Celestina
Calisto es un joven apuesto, acaudalado y muy aficionado a la caza. Su historia comienza cuando, en un día de excursión se adentra en el bosque persiguiendo a un halcón.
Sin advertirlo, llega hasta la casa donde vive la bellísima Melibea. Una enorme y lujosa mansión con un hermoso jardín. Y en un instante ambos jóvenes se encuentran.
Él queda profundamente impresionado por la belleza de ella, que también es una jovencita de apenas 15 o 16 años. La atracción que él siente hacia ella es inmediata.
De tal manera que, Calisto ya no puede quitarse de la imaginación a la hermosa Melibea y, a poco, hace estallar la confesión de su irrefutable amor y deseo.
Pero Melibea, chica recatada, cuya integridad y buenas costumbres estaban bien entrenadas, rechaza dignamente las proposiciones del enamorado galán.
Con el peso del desprecio Calisto regresa a casa, y una vez ahí, maldice su mala suerte, prorrumpiendo en afligidos lamentos en presencia de su criado Sempronio.
Con quien mantiene un conmovedor y efusivo diálogo. Sempronio en su afán de ayudarle, le comenta a su amo sobre una hechicera astuta y experta en artimañas.
Una bruja como ninguna otra, hábil en ensalmos y hechizos, a quien llaman la Celestina, que es capaz de conmover el corazón de una roca y hacerla arder en lujuria.
Sempronio, que a la vez tiene amores con una criada de Celestina llamada Elicia, habla con la bruja de los problemas amorosos de su amo y conviene un negocio.
Mientras Sempronio cierra el trato con la bruja, otro criado de Calisto, el fiel Pármeno, intenta sosegar el desamor de su amo, y le advierte no confiar en la Celestina.
Pero Calisto, que está perdido de amor por Melibea, no hace caso a Pármeno y recibe a la vieja, a la que le da 100 monedas de oro adelantadas por sus servicios.
Regresa Celestina a su casa y dispone el instrumental: aceite de serpiente, versos escritos con sangre de murciélago, hilados y otros aparejos para hacer el conjuro.
Después, enciende unas velas y hace una invocación: “conjúrote triste Plutón, señor de la profundidad infernal, yo, la Celestina, tu más fiel y devota cliéntula…
…te conjuro por la virtud de estas bermejas letras, por la sangre de aquella nocturna ave, por la áspera ponzoña de las víboras, a que vengas sin tardanza…
…para que abras y lastimes de crudo amor el corazón de Melibea por Calisto, oh sólo tú, que eres capaz de arrebatar todo raciocinio, rectitud y compostura”.
Una vez terminado el maleficio y sintiéndose satisfecha, la Celestina va visitar a Alisa, madre de Melibea, con el pretexto de venderle unas madejillas de hilado.
Ahí aborda a Melibea, y valiéndose de todas las argucias posibles logra que Melibea le conceda una entrevista a Calisto a las puertas de su casa a las 12 de la noche.
Cuando la Celestina le avisa a Calisto que la cita ya está concertada, este incapaz de contener su regocijo, la premia con una cadena de oro que llevaba al cuello.
A la hora señalada y acompañado de sus dos criados (Sempronio y Pármeno), Calisto sale al encuentro de Melibea, fundiéndose ambos en un apasionado abrazo.
No había duda, el embrujo de Celestina había surtido efecto. Los enamorados se miraban tiernamente a los ojos, besándose, acariciándose y jurándose amor eterno.
La maldición infernal se consumaría al entrar Calisto a la casa. Mientras tanto, Sempronio y Pármeno acuden con la Celestina para repartirse los pagos de Calisto.
La Celestina los recibe, pero llegado el momento, se niega a compartir el botín. Se hace un altercado y Sempronio termina por matar a puñaladas a Celestina.
Ambos criados se dan a la fuga, pero al saltar por una ventana se lastiman las piernas. Al no poder correr, son apresados y decapitados al día siguiente en la plaza pública.
Calisto lamenta mucho la pérdida de sus criados y también de Celestina, pero absorto en su ensueño de amor, termina por acudir nuevamente a casa de Melibea.
Esta vez en compañía de otros dos criados: Sosias y Tristán, y con ayuda de ellos escala un muro para encontrarse con Melibea con quien se queda hasta el alba.
Pero al salir, la escalera de cuerdas se rompe y Calisto se precipita hasta el suelo sin que los criados puedan impedirlo. Se golpea la cabeza y cae muerto en el acto.
El cuerpo es recogido por los criados y trasladado a su casa. Lucrecia, doncella de Melibea se entera de lo acontecido y corre presurosa para avisar a su ama.
Melibea, al conocer la tragedia, rompe en sollozos desesperados: “¡Soy la más triste de las tristes, tan pronto alcanzado el placer, tan pronto llegado el dolor!”.
Al llegar el padre de Melibea a su recámara, esta se finge enferma, y le pide que traiga un instrumento musical para mitigar su dolor tañendo o cantando.
Cuando el padre sale de la recámara para buscar el instrumento, Melibea aprovecha la oportunidad, sube a la torre alta de la mansión y cierra la puerta tras ella.
Desde lo alto Melibea ve llegar a su padre, y desahogando su pasión a gritos, le confiesa su tórrido amorío, proclama su culpa y se arroja al suelo donde perece.
Ya hacia el final de la obra, Pleberio el padre de Melibea, regresa con su mujer Alisa, y en dramática escena la pone al tanto de lo ocurrido a su adorada hija.
En hermosas líneas, en las que se habla del amor y las miserias humanas, termina esta obra que, sin lugar a dudas, es un prototipo ideal del drama amoroso.
Tal vez sólo resta decir que, si bien es cierto que este libro de Fernando de Rojas no es apto para espíritus mojigatos, está muy lejos de merecer la censura.
Censura que algunos moralistas promueven en los más jóvenes, sin embargo, la Tragicomedia de Calisto y Melibea está impregnada de un valioso mensaje.
El hecho de que el amor puede ser tan bello, como trágico si se le rinde culto, entre muchas otras enseñanzas, dignas de un éxito editorial de más de 400 años.
Referencia: Severo Mirón. (1985). Resumen de la Celestina (de Fernando de Rojas). Platícame un Libro. Versión Sintética, Num. 54.
Análisis Breve de la Celestina
- El estilo narrativo es la novela dialogada, estructurada en 21 actos para su representación teatral, en un lenguaje claramente renacentista y del medievo.
- El tema central es el desdichado amorío entre Calisto y Melibea, que a partir de la intervención de la Celestina padecen una serie desgracias hasta llegar a la fatalidad.
- El tema secundario es la historia circundante a los amigos y familiares de ambos enamorados, que manipulados por la Celestina contribuyen a su trágico destino.
- Los valores y antivalores que aborda son la obsesión de Calisto, y la advertencia sobre las consecuencias que implica el querer forzar un amor por encima de todo.
Personajes de la Celestina
1. Principales
- La Celestina: protagonista y villana de la obra, inconmensurable en malicia, vieja, bruja y alcahueta, toda una experta en el arte de manipular.
- Calisto: el protagonista varón es un mozo burgués, enamoradizo y afecto a las prácticas cinegéticas, quien se obsesiona con la bellísima Melibea.
- Melibea: ocupa el rol coprotagónico, fémina recatada pero inocente e ingenua, que se deja manipular por las retorcidas argucias de la Celestina.
2. Secundarios
- Sempronio: asusto criado de Calisto, quien planea aprovechar su dilema amoroso y asesina a la Celestina.
- Pármeno: fiel criado de Calisto, pero hipócrita, ya que al final se deja seducir por la ambición de Sempronio.
- Lucrecia: doncella criada de Melibea, quien la pone al tanto del fallecimiento de Calixto.
- Tristán y Sosias: criados de Calisto (tras la ejecución de Sempronio y Pármeno) que presencian su muerte.
- Pleberio y Alisa: los infelices y desafortunados padres de la ingenua Melibea.
- Personajes de Reparto: Areúsa y Elicia (prostitutas), el Centurio, un bandido maniferro.
Ficha Bibliográfica
Autor: Fernando de Rojas
Título: La Celestina
Publicado: 1499
Ciudad: Barcelona
Editorial: Tomás Gorchs
Edición: 1841, Páginas: 375
Idioma: Español
El Autor de la Celestina
Fernando de Rojas nació en Puebla de Montalbán, Toledo, en 1475, fue bachiller en leyes y es considerado uno de los dramaturgos más brillantes del siglo XVI.
Dueño de una imponente biblioteca y amante del arte literario, se decide a estudiar en la Universidad de Salamanca, donde con gusto acogería la influencia clásica.
Fernando de Rojas tendría la edad de 24 o 25 años al terminar sus estudios, cuando escribiera su gran obra maestra: “La Celestina, comedia de Calisto y Melibea”.
Aunque la autoría única de “la Celestina” es un tema controvertido, se puede afirmar, que él sería el autor parcial o total de una primera versión de 16 actos.
Una vez terminado el drama, (que después sería considerado como una obra clásica de talla mundial), pasaría gran parte de su vida alejado del ámbito literario.
En 1512 contrajo matrimonio con Leonor Álvarez de Montalbán, hija de Álvaro de Montalbán, y de 1513 a 1523 se hizo padre de tres niñas y cuatro niños.
Hacia 1517 estableció su residencia en Talavera de la Reina, Toledo, lugar donde en 1538, fungiría como Alcalde Mayor de la Ciudad por un tiempo breve.
Haciéndose de gran reputación social y una buena estabilidad económica. Su testamento y registro de bienes alcanzaría la suma de unos 400 mil maravedíes.
Testamento que otorgó en Talavera de la Reina, un 3 de abril de 1541. Debiendo morir poco después, ya que su esposa inició su inventario de bienes el 8 de ese mes.
Fernando de Rojas fue enterrado en una Iglesia de Talavera a la cual pertenecía, sus restos fueron hallados en dicha capilla en marzo de 1936, y exhumados en marzo de 1968.
Si te interesa consultar la obra completa de Fernando de Rojas, puedes descargar “La Celestina”, en versión digital (PDF), desde el siguiente link: