Resumen de la Cuádruple Raíz del Principio de Razón Suficiente
En el resumen De la Cuádruple Raíz del principio de Razón Suficiente, abordamos sus elementos más importantes: teoría, conceptos y los datos biográficos de su autor.
Sinopsis
Esta es la primera obra del filósofo alemán Artur Schopenhauer (1788- 1860), que él mismo cita como precedente a su ensayo “el mundo como voluntad y representación”.
La cuádruple raíz del principio de razón suficiente es la piedra angular de su teoría, en la que se apoyaría para desarrollar sus ensayos posteriores.
Se trata en rigor de la tesis que escribió para obtener su doctorado, cuya repercusión en otros importantes pensadores la convirtieron en un texto obligado en su campo.
Schopenhauer la publicó en 1813, pero continuó ampliándola, realizando múltiples adpataciones y ediciones hasta llegar a su versión final en 1847.
Aborda las cuatro raíces del principio de razón, que explican el funcionamiento del mundo, basándose esencialmente en los afectos y motivaciones humanas.
Razón, Lenguaje e Inteligenica
Schopenhauer afrima que la razón es producto del lenguaje, ósea que las palabras son los instrumentos de la razón, así como los números lo son a la aritmética.
Sin palabras no habría razón, sin la razón no habría reflexión y sin la reflexión no existiría la capacidad de crear y descubrir.
La razón es distinta aún en género de la inteligencia, la razón es una actitud, en tanto que la inteligencia es una aptitud.
Aun los animales tienen inteligencia y es posible que lleguen a desarrollar ideas concretas, lo que no tienen es razón.
Por lo tanto, aunque puedan copiar mentalmente lo que ven, lo que no pueden tener es ideas abstractas, ósea modificar lo que ven.
Todos los objetos del mundo sensible pasarán a convertirse en conceptos abstractos por la facultad de razonar.
El empleo de conceptos por el intelecto, ósea, la presencia de ellos en la conciencia, es lo que se llama “pensar”, en su sentido estricto.
La Facultad de Conocer
El juicio es el elemento mediador entre el conocimiento intuitivo y el abstracto, ósea, entre la inteligencia y la razón.
El sentido general del principio de razón es que siempre, y en todas partes, cada cosa sólo puede ser mediante otra, ósea que “nada existe sin una razón de ser”.
Tal es la importancia del principio de razón suficiente, que puede se considerada como el fundamento de todo conocimiento.
Y no es susceptible de demostración, porque toda demostración presupone ese principio necesariamente.
La facultad de conocer, es bidireccional hacia el exterior y el interior, ósea, hacia la inteligencia que es la capacidad de recibir, y hacia la razón que es la capacidad de analizar.
La facultad de conocer se descompone en sujeto y objeto y nada hay fuera de esto: ser objeto para el sujeto o ser el sujeto que observa el objeto.
Todas nuestras representaciones se nos hacen perceptibles relacionando el sujeto con el objeto y pueden determinarse “a priori”…
Específicamente en lo que se refiere a la forma en la que aparentemente nada, sino el todo, tiene existencia o características propias aisladas.
Para que un sujeto observe un objeto es condición necesaria que exista dicho objeto, esto prueba suficientemente el principio de “razón suficiente”.
Sin embrago, de acuerdo con las formas en que el objeto se presenta ante el sujeto, se pueden determinar diferentes “raíces”.
Una, se constituye con los objetos que caen bajo nuestros sentidos de manera intuitiva, total, empírica, por ejemplo, el tiempo y el espacio que sólo son perceptibles por su contenido.
De tal forma que, el tiempo y el espacio se manifiestan en la materia como su producto representado en la forma de casualidad.
El Tiempo-Espacio y la Causalidad
El tiempo y el espacio tienen en común su definida invisibilidad y su indefinida extensión, pero difieren totalemnte en su esencia.
Lo que distingue a uno, carece de significación en el otro y viceversa . La simultaneidad no se da en el tiempo y la sucesión no se da en el espacio.
La inteligencia reúne y opera distintas formas de sensibilidad interior y exterior para representarse la materia (y con ella un mundo externo permanente).
Sin embrago, el sujeto sólo conoce por su sensibilidad exterior, siendo esta a su vez, objeto del interior, que percibe de nuevo las percepciones de la primera.
Por lo tanto, para comprender mejor el proceso de causalidad, no tiene caso perder el tiempo diciendo que un objeto es causa de otro.
La causalidad regula, o debe regular, únicamente aquellas relaciones en las cuales la anterior se llama causa, la siguiente: efecto, y el producto necesario: consecuencia.
Así se forma la cadena de la causalidad que no tiene principio, pues si lo tuviera sería anular el principio de la razón suficiente.
Causa, Estímulo y Motivo
En cuanto a lo que se refiere a las leyes de inercia y permanencia de la materia, estas se deducen de la ley de la causalidad.
En la infinita cadena de causas y efectos que rigen la naturaleza hay tres formas diferentes: la causa, la excitación o estímulo y el motivo.
La causa, en su significado más estricto, es lo que produce las variaciones en cualquier aspecto del reino inorgánico.
Siendo característico en ella que la acción y la reacción son iguales, y que el grado del efecto es siempre proporcional al de la causa.
La excitación rige la parte inconsciente de la vida animal donde están ausentes los caracteres de la causa anterior, y la vida orgánica.
El motivo rige la vida animal propiamente dicha, esto es, la actividad, comportamientos o acciones conscientes de toda criatura animal.
El “médium” del motivo es el conocimiento y la receptividad del motivo, implican por lo tanto una inteligencia independientemente de su significación etimológica.
La palabra animal quiere decir “el que conoce”, ya que si le faltara el conocimiento le faltaría el movimiento hacia el motivo, y le quedaría únicamente la vida vegetativa.
Los sentidos principales por donde nos llega el principio de conocimiento son la vista y el tacto.
Juicios Metalógicos y la Cuádruple Razón del Principio de Razón Suficiente
Lo conocimientos operados por la razón se convierten en juicios, y se distinguen entre sí según su origen: los sentidos, la intuición o como efecto de otro juicio.
Estos juicios que tienen su origen en otros se denominan juicios meta-lógicos, y pueden ser de 4 clases que se distinguen cuando:
- El sujeto es igual a la suma de sus predicados.
- El sujeto no se puede ni afirmar ni negar en el predicado.
- En el resultado de dos predicados contradictorios predomina uno.
- Se confirma que la realidad es la relación de un juicio con algo que está fuera de él y que su razón es suficiente.
Hay una relación entre las naturalezas del espacio y el tiempo. En el espacio esa relación se llama lugar y en el tiempo sucesión.
De acuerdo con el principio de razón suficiente, todo el catálogo de nuestro conocimiento está sometido a cuatro tipos de necesidad:
- FÍSICA, basa en la ley del devenir y la causalidad, según la cual produciéndose la causa no puede dejar de producirse el efecto.
- LÓGICA, basada en la razón del conocer conforme a la cual, dada las premisas, está dada la conclusión.
- MATEMÁTICA, fundada en la razón del ser en virtud de la cual la verdad en su teorema cierto e irrefutable.
- MORAL, basada en la razón de obrar de acuerdo con un motivo dado según su carácter nativo y constante.
Referencias
- Mirón S. (1985). Resumen de La cuádruple raíz del principio de razón suficiente. Platícame un Libro. Versión Sintética, Num. 9.
- Martínez R. J. (2008). Schopenhauer y la crisis del concepto moderno de razón. Digitum, Universidad de Murcia. Enlace.
- Guarino, J. I. (2011). La teoría schopenhaueriana de la visión. Prometeica, Revista de Filosofía y Ciencias, (5), 28 – 37. Enlace.
Ficha Bibliográfica
Autor: Arthur Schopenhauer
Título: La Cuádruple Raíz del principio de Razón Suficiente
Publicado: 1813
Ciudad: Madird
Editorial: Gredos, S. A.
Edición: 1981, Páginas: 227
Idioma: Español
Acerca del Autor
Arthur Schopenhauer, también conocido como “el padre del pesimismo”, nació en 1788, Danzig (Gdansk), Polonia, y es considerado uno de los filósofos más influyentes del siglo XIX.
Inició su carrera como estudiante de medicina en la Universidad de Gotinga en 1809, sin embargo, sus intereses intelectuales siempre se inclinaron más hacia la filosofía.
Pensadores como Platón y Kant eran de su especial interés, al grado de trasladarse a Berlín en 1811, para estudiar durante dos años con Fichte y Schleiermacher.
Decepcionado de ambos, se apartó temporalmente de la filosofía para dedicarse a la filología, pero su pasión por la primera ya había echado raíces.
Concibiendo en 1813: “La cuádruple raíz del principio de razón suficiente”, su tesis doctoral por la Universidad de Jena, que redactó durante su retiro en Rudolfstadt en plenas campañas napoleónicas.
De 1820 a 1825 fungió como catedrático en la Universidad de Berlín, dónde sostuvo una fuerte rivalidad con Hegel, ya famoso por aquel tiempo, y cuyos cursos se impartían en el mismo horario.
A partir de 1831 vivió aislado y dedicado a su obra. Alcanzó su máxima popularidad en 1847, tras republicar su obra, la cual enriqueció notablemente con 50 capítulos nuevos.
Entre su legado más importante sobresalen obras como: “Sobre la cuádruple raíz del principio de razón suficiente”, “Sobre la visión y los colores”, “El mundo como voluntad y representación” y “Sobre la voluntad en la naturaleza”.
Schopenhauer falleció en 1860 a los 72 años, en Frankfurt, Alemania, a causa de un paro cardio-respiratorio como consecuencia de su avanzada edad.
Puedes descargar “La Cuádruple Raíz del principio de Razón Suficiente” en versión digital (PDF), desde el siguiente enlace: