Resumen de Robinson Crusoe, de Daniel Defoe
En el resumen de Robinson Crusoe analizamos los aspectos más característicos de la obra: estilo narrativo, argumento principal, trama y los datos biográficos del autor.
Sinopsis
Escrita por el periodista inglés Daniel Defoe y publicada en 1719, Robinson Crusoe es una célebre novela del siglo XVIII que marcó un hito en la narración de aventuras.
Es el relato autobiográfico de Robinson Kreutznaer, un expedicionario inglés que naufragó en una isla desierta, y cuyas vivencias están basadas en supuestos hechos reales.
Concretamente, se considera que la obra es la adaptación del naufragio del marinero Alexander Selkik, quien sobrevivió en el archipiélago chileno por más de cinco años.
Sin embargo, y a diferencia de este último, nuestro tenaz protagonista “Robinson Crusoe” logra mantenerse vivo en su confinamiento tropical durante 27 largos años.
Robinson Crusoe es una historia cautivadora que aborda las vicisitudes que implica satisfacer las necesidades humanas más elementales en un entorno totalmente virgen.
Un clásico de la literatura donde el ingenio y la audacia son requisitos para sobrevivir a lo inexplorado e inesperado, pero, por sobre todo, a la soledad más cruenta.
Resumen de Robinson Crusoe
La travesía de Robinson Crusoe empieza el día en que, haciendo caso omiso a las peticiones de su padre, quien quería estudiara abogacía, se decanta por emprender un viaje a ultramar.
La obra está escrita en primera persona del singular y dice:
“Nací en York en el año de 1632. Mi nombre de origen es Robinson Kreutznaer, pero una corrupción común en Inglaterra lo convirtió en Crusoe.
Tenía dos hermanos, el primero de los cuales murió en Flandés y del segundo nunca he sabido su paradero, del mismo modo que mis padres nunca han sabido el mío”…
Un día estaba en Hull con un amigo que iba a marchar a Londres en un barco, y lo invitó. Él se dejó seducir por la aventura, sobre todo porque no le costaba nada.
Sin preocuparse ni por su familia, se embarcó cuando tenía apenas 19 años de edad. El viaje fue accidentado, tanto, que terminó en un naufragio del que pudieron salvarse en un bote.
Este fracaso lo hizo determinar volverse a su casa; pero la casualidad pudo más, pues a poco conoció a un viejo capitán que le invitó a un nuevo viaje marítimo a la Guinea.
Consiguió algún dinero y compró algunas baratijas para comerciar con los negros, según le aconsejó el capitán. Su viaje no sólo le resultó feliz, sino que le proporcionó muy buenas utilidades.
Regresan a Londres y poco tiempo después muere su amigo el capitán. Robinson, ilusionado por el éxito logrado en su viaje anterior determina hacer un segundo.
Auxilia como puede a la viuda de su amigo y adquiere nuevas baratijas para insistir en los negocios con los negros. Aborda el mismo barco que es mandado ahora por una ayudante del capitán.
Se hacen a la vela y algún tiempo después son atacados por un corsario. Robinson es abandonado en la costa de Marruecos y más tarde adquirido como esclavo por un moro rico.
Un día, aprovechando un descuido del moro, suelta los cabos de una barca que estaba muy bien abastecida y se da a la fuga en compañía de un moro pequeño llamado Xury.
Hay una serie de incidentes y accidentes, en algunos de los cuales Robinson está a punto de perder la vida, pero al fin son rescatados por un barco mercante portugués que va camino a Brasil y que los conduce felizmente hasta esa nación
Robinson se queda en el Brasil. Con el dinero que obtuvo por la barca, realiza algunos negocios y al cabo de algún tiempo se convierte en el rico propietario de una plantación.
Pero la vida burguesa no complacía a su espíritu aventurero. A los cuatro años les hablaba a sus vecinos de las fantásticas aventuras de Guinea y lo provechoso del intercambio de baratijas con los negros africanos.
Los colonos, más que en el intercambio de objetos pensaron en la posibilidad de atrapar a los negros para traerlos como esclavos a las plantaciones.
Estaban seguros que sus respectivas haciendas producirían más que cualquier otro cambio de espejitos por oro, con el trabajo de los negros.
Brindaron a Robinson toda clase de facilidades para fletar un barco ostentando la representación de todos para comprar, atrapar o hacerse de cualquier manera lícita o ilícita de todos los negros que pudiera.
Sin ponerse a considerar que con el dinero que tenía podía mandar a comprar todos los esclavos que quisiera sin necesidad de ir él personalmente a la aventura.
Hizo los preparativos necesarios y se embarcó con destino a Guinea. Se hizo a la vela, pero a los pocos días de navegación se desata una tormenta terrible.
El barco empieza a zozobrar. Robinson y sus compañeros no tienen más remedio que refugiarse en una frágil lancha que no tarda en ser destruida por la furia del mar.
Robinson se abraza de un pedazo de madera que apenas lo mantiene a flote. Por tanto esfuerzo pierde el conocimiento, pero el instinto lo hace no aflojar la sujeción del madero.
La resaca lo empuja y a la mañana siguiente recobra el conocimiento en las arenas de una playa desconocida.
“Tenía yo – Robinson – un golpe en el vientre y otro en el pecho, por lo cual me faltaba la respiración y si una ola hubiese vuelto en ese instante me hubiera ahogado sin remedio
Por fortuna recobré el conocimiento antes de que volviese y me interné tierra a dentro fuera de la furia del agua. No me cabía duda que todos mis compañeros habían perecido
Volví la vista y descubrí que el buque estaba encallado en unas rocas, pero por la posición podía advertirse a simple vista que no había nadie en él… sólo tres sombreros, una gorra y unos zapatos que había aventado el mar hacía la playa”.
Robinson vuelve la cara alrededor para resolver el camino tomar. Estaba mojado y casi sin ropa, no tenían ningún arma. Todo lo que poseía era un cuchillo, una pipa y un poco de tabaco en una bolsita.
Una vez que hubo conseguido agua para beber y dormido un buen tiempo fue a registrar el casco del barco. Le es posible hacerse de algunas armas blancas, pistolas y rifles, pólvora, municiones, ropas, herramientas, una biblia, víveres, ron y algunas otras cosas.
Para traer a tierra todo eso tiene que construir una balsa y el esfuerzo lo agota verdaderamente de manera que cae enfermo, con fiebres altísimas que apunto está de perder la vida.
Casi por milagro nota algún alivio y muy débil tiene que volver a trabajar. Empieza a escribir su diario 30 de septiembre de 1659: “doy a esta isla el nombre de Isla de la desesperación”.
1º de octubre vi el buque. 2 de octubre: bajé lo que pude porque llovía mucho. Del 2 al 24 de octubre: trabajé bajando las cosas del barco. 25 de octubre: se vuelca la balsa y tengo que pasar varios días rescatando las cosas que se cayeron.
Empieza a construirse una trinchera primero y un respaldo más formal después. Analiza la vegetación y hace pruebas para ver qué clase de plantas pueden servirle para la alimentación.
Construye su cabaña con una cueva anexa que le sirve de almacén. Con unos granos obtenidos en el barco siembra arroz y trigo y empieza a aprender una serie de oficios: la carpintería, la alfarería, la siembra, etc.
Un día atrapa unas cabras salvajes y con una paciencia verdaderamente admirable va domesticándolas hasta hacerse de un considerable rebaño.
Después se hace una piragua con la que viaja por los alrededores de la isla con la esperanza de encontrar algún ser vivo, pero para su desesperación comprueba que él y sólo él vive en la isla.
En el diario se enseñan todas las alternativas de optimismo y desaliento que sufrió, y que solamente la lectura de la biblia podía sosegarle el alma. Pues llegó un día inclusive en que pensó en quitarse la vida.
Pero siempre encontraba paz en la biblia y terminaba agradeciendo a Dios el beneficio de conservarlo vivo. Un día y después de estar acostumbrado a estar completamente solo, se sobresaltó hasta el terror al ver en la playa la huella de un pie humano descalzo.
Después de una larga investigación, se entera que una isla vecina vive una tribu de antropófagos y que ocasionalmente vienen a su isla a hacer festines macabros.
Traen a sus víctimas para sacrificarlas y comérselas. Robinson puede salvar a un joven al que adopta más que como su esclavo, como su amigo, lo bautiza con el nombre de “Viernes” en homenaje al día en que lo encontró.
Una vez llega una nueva expedición de salvajes antropófagos para sacrificar y comer a dos víctimas; un español y un anciano aborigen en el que Viernes reconoce a su padre.
Para entonces Viernes ya sabe manejar los rifles y entre los dos hacen huir a los antropófagos, matando a muchos de ellos y rescatando vivos al español y al padre de Viernes.
Estos le informan que ellos viven en un socorro que no está muy lejos de la isla. Que ahí los apresaron los antropófagos. Usando una canoa echa por Robinson van los dos a tratar de localizar la comunidad a fin de establecer comunicación.
Se quedan Robinson y Viernes solos en la isla cuando llega un barco. Escondidos tras los árboles se dan cuenta de lo que ocurre. La tripulación se amotinó y bajaron a la isla para asesinar al capitán.
Robinson y Viernes se abren por diferentes rocas para dar idea de que son dos grupos. Los dos usan ambas manos para hacer disparar simultáneamente cuatro armas haciendo creer a los amotinados que en la isla hay una fortificación y muchos hombres.
Logran liberar la capitán y a los tripulantes que le son fieles. Una vez que el capitán recupera el mando, castiga a los amotinados dejándolos en la Isla mientras Robinson y Viernes abordan el barco que los lleva a Londres tras 35 años de ausencia.
Ya en Londres determina ir a arreglar los negocios que dejó pendientes en Brasil. En este país hace arreglos económicos tan favorables que lo hacen un hombre acaudalado para toda la vida.
Pues los colonos que lo habían enviado para adquirir esclavos se habían hecho cargo de los negocios de su hacienda que había producido verdaderas fortunas en su ausencia.
Pasa algunos meses en los arreglos de estos negocios y otro en otros puertos del mundo. Narra después el final del viaje:
“Mi asociado y yo encontramos en Hamburgo una buena colocación para nuestras mercaderías traídas de la China así también para las pieles de marta traídas de Siberia.
Repartimos las utilidades; mi parte ascendió a 3475 libras esterlinas, 17 chelines y 3 peniques, incluyendo 600 libras en cuyo precio evalué los diamantes que había adquirido en Bengala”.
Con esta fortuna decide establecerse definitivamente, se casa, tiene una larga descendencia y pasa 7 años sedentarios al cabo de los cuales dice:
“En la actualidad, luego de haber atravesado las vicisitudes tan varias de una vida de 72 años y de haber aprendido a conocer el precio de reposo; necesito prepararme para una viaje más largo que todos los demás que acabo de narrar”.
Análisis Breve de la Obra
La historia de Robinson Crusoe a pesar de ser una novela en toda la extensión de la palabra, tiene tintes y maneja un lenguaje como de quien narrase un hecho verídico.
Y es que la intención del autor es precisamente esa, Defoe describe las condiciones físicas y las vivencias emocionales de Robinson de forma tan sistemática que raya en el realismo más creíble.
A lo largo de toda la obra, Defoe deja plasmada su singular manera de escribir evidentemente periodística, y que según él mismo, está basada en un “informe de sucesos fidedignos”.
Por lo tanto, el estilo narrativo de la obra es el informe periodístico narrado en primera persona, donde se presentan los hechos ficticios como si de un documental se tratara.
Alternándose las voces de un Robinson Crusoe joven, que va narrando las experiencias más recientes en su diario, y un Robinson Crusoe viejo, que describe su situación en retrospectiva y a manera de recuerdos.
Antes de llegar a la “isla de la desesperación” Robinson Crusoe realiza dos viajes, en los que por poco pierde la vida y que sirven como preámbulo para dejar enmarcada la personalidad aventurera del protagonista.
Pero definitivamente, el tema central de la obra es la experiencia del naufragio a consecuencia de su tercer viaje, en el que se ve obligado a enfrentar los desafíos más insólitos para poder sobrevivir.
De tal experiencia la novela devela un valioso trasfondo psicológico: la profunda necesidad de los humanos de interactuar entre sí y las ventajas que representa vivir en una sociedad organizada.
Los valores que maneja la obra son la esperanza ante la absoluta incertidumbre, el espacio reflexivo que únicamente la soledad puede brindar y la importancia de la compañía y colaboración humanas.
Referencia: Severo Mirón. (1985). Resumen de Robinson Crusoe (de Daniel Defoe). Platícame un Libro. Versión Sintética, Num. 29, tomo 2.
Ficha Bibliográfica
Autor: Daniel Defoe
Título: Robinson Crusoe
Publicado: 1719
Ciudad: España
Editorial: BibloK
Edición: 2018, Páginas: 574
Idioma: Español
El Autor de Robinson Crusoe
Daniel Defoe nació en Inglaterra en 1661 y murió ahí mismo en 1731. Su vida constituye una auténtica novela de aventuras.
Cuando niño fue testigo de una gran peste y un terrible incendio en Londres que dejaron en su vida un recuerdo imborrable.
Al principio se decantó por la trayectoria eclesiástica, que abandonaría al poco tiempo para dedicarse a viajar por toda Europa emprendiendo negocios que nunca prosperaron.
Negociante fracasado se lanza a la política y ataca violentamente al gobierno de Jacobo II. Conoce la prisión y la picota; después goza del favor de Guillermo III pero el advenimiento de la reina Ana le causa nuevamente sinsabores.
No conforme con la Iglesia Anglicana escribe un panfleto que lo lleva de vuelta a la cárcel. Su estilo hace que se reconozca en él uno de los precursores de periodismo moderno.
Luego de su desengaño comercial y tras su turbulenta implicación en la actividad política, se decide a incursionar como periodista en el “progubernamental The Review”.
Aunque desde 1701 logró cierto éxito con “El verdadero Inglés” (obra en la que defendía a Guillermo III), su producción más fructífera sucedió entre 1719 y 1722, entre algunas de sus obras más importantes están:
- Ediciones de la revista “The Review”, (1713).
- Aventuras de Robinson Crusoe, (1719).
- Memorias de un caballero, (1720).
- Las aventuras del capitán Singleton, (1720).
- Venturas y desventuras del famoso Moll Flanders, (1722).
- El coronel Jack y Diario del año de la peste, (1722).
- El perfecto comerciante inglés, (1727).
Daniel Defoe escribió diversos libros de historia y economía política; pero la fama definitiva le alcanzaría con Robinson Crusoe, obra que es la epopeya del esfuerzo humano.
Si te interesa consultar la obra completa de Daniel Defoe, puedes descargar “Robinson Crusoe”, en versión digital (PDF), desde el siguiente link: