¡Quiero verme igual que ellas! La enfermedad de la belleza
Muchas jóvenes y mujeres adultas de hoy en día, consideran que es necesario tener el «cuerpo ideal» para poder tener una vida feliz y exitosa.
Mujeres que ven diariamente revistas, videos, televisión y el internet, pesándose y mirándose al espejo constantemente, sin darse cuenta que pueden sufrir una obsesión.
En los años 50, Marilyn Monroe o Sofía Loren, mujeres de anchísimas caderas, con redondeadas y voluptuosas piernas fueron los modelos a seguir.
La palidez deja de usarse, ahora se pretendía una piel bronceada. La publicidad comenzó a difundir hábitos de belleza e higiene, enfatizando el cuidado del cuerpo.
Los años 80s, son una época de grandes cambios. Las mujeres más admiradas por su físico fueron Claudia Shiffer, Naomi Campbell y Elle Mc Pherson.
A partir de la década de los 80s las prácticas físicas pasan a ser más regulares y cotidianas, manifestándose en la expansión de gimnasios por todos los centros urbanos.
Paralelamente a este proceso vemos el nacimiento de la llamada “Generación Salud”. La importancia de la apariencia física en los jóvenes es tal, que la obsesión por estar bien puede llevarles a auténticas locuras.
Como resultado de los cambios sociales y culturales, y del nacimiento de un nuevo patrón de belleza impulsado especialmente por los medios, donde la delgadez extrema es la reina.
Comienzan a diagnosticarse cada vez más casos de desórdenes alimenticios (anorexia, bulimia y el trastorno por atracón), que han llegado a convertirse en casi una epidemia.
Hemos visto los problemas que nos dan los espejos. Las soluciones habría que buscarlas en los que nos miramos en ellos.
Y deberían venir de la mano de la sabiduría, para conocer y admitir la verdad; de la bondad, para reconocer y tolerar los defectos; del equilibrio y del disfrute de la vida.
Los espejos pueden ser utilizados como instrumentos de auto-terapia, pues sirven para reforzar la autoaceptación de la imagen corporal.
El uso inteligente del espejo es eficaz cuando se cuestionan los estereotipos de belleza y se pone en marcha el pensamiento crítico.
Pues facilita el auto-análisis, el mejor método para lograr una mente objetiva. Tu espejo es tan listo como lo seas tú. Aprende a mirarte inteligentemente, y tu espejo será sabio y justo.
Beyoncé pretende proyectar en su video Pretty Hurts, los sacrificios a los que se enfrentan muchas mujeres para lucir impecables, y sobre todo, para combatir el envejecimiento.
Una de las prácticas “obsesivas” que, en opinión de la artista, son absurdas y un signo de que la sociedad sigue viendo al sexo femenino como mero objeto de deseo.
Lo que explica que la artista aparezca en varias escenas exhibiendo dolor y angustia causados por las agujas, y el hecho de verse rodeada de personas que quieren modificar su apariencia.
Uno de los casos más claros de “estereotipo de belleza” es el uso desproporcionado (e innecesario) de la cirugía estética, que puedes ver ejemplificado en el este video.
Todo es cuestión de percepción, el «cómo y por qué» proyectamos en los demás nuestros gustos, miedos o aspiraciones es un tema que abordamos en el artículo sobre proyección psicológica ¡No te lo pierdas!