Cómo vivir en el presente
“No te detengas en el pasado, no sueñes en el futuro, concentra la mente en el presente”
–Buda Gautama
El otro día durante la charla que realicé en la escuela de padres, dije que admiraba a los niños por su capacidad de vivir en el presente. Y es que, ¿No tenéis la sensación de que los días de la semana pasan como un flash y los años cada vez parecen más cortos? Entonces la cuestión es: ¿Cómo lo hacen los niños? ¿Por qué ellos saben vivir mejor el día a día?
Porque ellos están en continuo aprendizaje del mundo, son sus primeros años de vida, cada día es un mundo por descubrir: cómo adaptarse al medio, nuevas formas de comunicarse, nuevos conocimientos, nuevos lugares, nuevos ambientes, nueva gente… Resulta complicado vivir en el ayer o en el mañana cuando te están presentando cada día nuevas cosas por aprender en el AHORA. De hecho, los niños que piensan tanto en el mañana son niños que llegan a tener estrés y ansiedad.
Los adultos, en cambio, estamos cada dos por tres pensando en lo que va a suceder mañana, planificando nuestro fututo, pendientes y preocupados de algo que aún no ha sucedido (ni sabemos si realmente va a suceder), mientras que otros en ocasiones nos estancamos en el ayer en lo que debería haber dicho o hecho, en lo que pasó con tal persona… rebobinando una y otra vez a un momento que ja no podemos cambiar (por mucho que nos esforcemos en pensar en ello).
Podemos aprender del pasado gracias a nuestra reflexión de lo que ocurrió, pero, ¿de qué sirve estar una y otra vez culpándonos de lo que ya ha pasado? También, podemos pensar en planes futuros, pero, ¿de qué sirve preocuparse en exceso por algo que aún no ha sucedido?
Y te preguntarás, ¿Y cómo hacemos los adultos para vivir en el presente si el día a día es trabajar, preparar comidas y llevar a los niños de aquí para allá…?
El truco se encuentra en:
- APRENDER: La rutina es una “asesina” del presente, ya que como llegamos a hacer todos los días lo mismo, llegamos a perder con más facilidad la noción del tiempo (vamos, que todos los días nos parecen iguales). ¿Qué te parece entonces si aprendemos a hacer algo nuevo? La rutina del trabajo, por ejemplo, no te la quita nadie, pero si incorporas algo nuevo todos los días o algunos días de la semana entonces será diferente. Por ejemplo: apúntate a algún curso, aprende a hacer ganchillo o un nuevo idioma, incluso aprender a dibujar, a tocar un instrumento…
- RELACIONARSE: queda con esa persona que hace tanto tiempo que no ves. Si el problema es la distancia y os es imposible desplazaros, siempre podéis quedar vía online por videoconferencia. ¿Que conseguimos con ello? Novedades. Ya que en lugar de ver las mismas caras siempre: la de tu mujer, tu marido, tus hijos, tu jefe, la señora de la panadería… que nos sumergen más en la rutina, cuentas con cosas diferentes que no oyes todos los días.
- VIAJAR: si eres de los que siempre que tiene tiempo libre vas al mismo bar o al mismo lugar en la misma ciudad, pidiéndote siempre el mismo plato para cenar, entonces seguro que alguna vez has tenido la sensación de que todos los fines de semana son iguales. Prueba en ir cada vez a un sitio diferente. No hace falta que viajes fuera del país, puedes probar a ir a otro restaurante dentro de tu ciudad o en la de al lado, improvisar y buscar un pueblecito para pasear por sus calles. También entérate de ferias, rastros, mercados, etc. en donde se mezclan muchas culturas y sabores nuevos sin ir tan lejos de casa.
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