¿El amor puede con todo? La adversidad en la relación de pareja
Se dice que “el amor todo lo puede”, como si fuera la panacea para cualquier problema: “con amor todo se soluciona”, “el amor te dará la fuerza necesaria”, “el amor supera cualquier adversidad”.
Lo que nadie nos dice es exactamente cómo, o de qué forma, el amor produce esos resultados tan maravillosos.
Esta premisa tan popular, es la causante de la mayoría de “decepciones amorosas” cuando las relaciones van mal, y especialmente cuando terminan de “forma inesperada”.
Aquí analizaremos las consecuencias de esta creencia, y por supuesto aprendernos algunas pautas para enfrentar la adversidad en la pareja.
El poder del amor en imágenes y frases
Pensémoslo: Estamos pasando por dificultades en nuestra relación y de pronto nos encontramos con esto:
Las imágenes con frases pueden transmitir ideas complejas (como el amor) muy rápidamente, y al mismo tiempo dotarlas de una gran carga emocional.
Existen imágenes con frases realmente inspiradoras, pero que un mensaje sea muy emocionante o romántico no es prueba de su veracidad.
“Una imagen vale más que mil palabras” pero para el amor romántico parece que con una no basta. ¡Nos bombardean con ellas todo el tiempo!
Es fácil encontrar imágenes como estas en la red. ¿Qué SIENTES cuando las observas? Por supuesto: “¡Qué frases tan románticas!”.
Pero, y tu PENSAMIENTO CRÍTICO ¿Qué más te dice?… Al analizarlas fríamente su utilidad práctica refleja su verdadero valor.
Aunque claro, cuando estamos enamorados y en una situación difícil, estos mensajes nos dan un aliento de esperanza y ánimos para seguir adelante.
¿El amor realmente puede con todo?
Lamentablemente no. Sentir amor no es garantía de que un problema de pareja se resuelva. Esto no significa que no sea importante o incluso necesario.
Significa que el amor en sí mismo no es una solución, y que resulta ineficaz para tratar cualquier problema de pareja que se considere grave.
En terapia de pareja se suele preguntar a las personas “Si realmente aman a su pareja”, y la mayoría responde con un “SÍ” absoluto, sin embargo, su relación pende de un hilo.
El amor es la motivación para reencontrarse, pero por mucha motivación que se tenga, el problema de pareja no se resolverá sino se atienden sus causas reales.
Por ejemplo:
- Comunicación deficiente
- Objetivos contrapuestos
- Desconfianza, dudas y resentimientos
- Sexualidad insatisfactoria
- Dificultades económicas
- Problemas personales
- Convivencia nula o esporádica
- Incompatibilidad de valores
- Violencia física y/o psicológica
- Conflictos con otras personas
Las consecuencias del “Amor Omnipotente”
La falta de amor es la consecuencia (y no la causa) de un problema de pareja; y es que el error más común es “confiarse” y no atender sus causas a tiempo.
Cuando creemos ciegamente que “con amor todo lo podemos”, somos incapaces (irónico) de reconocer nuestros errores y aceptar nuestras limitaciones.
Es la consecuencia lógica: ¡quien todo lo puede… no tiene límites! pero ya sabes, los seres humanos no somos omnipotentes.
Esto es más común de lo que se cree, sólo observa como algunos intentan “forzar el amor” mediante conductas como:
- Llorar y deprimirse
- Chantajear y victimizarse
- Insistir, rogar y suplicar
- Mostrar celos o indiferencia
- Estar irritables o hipersensibles
- Exigir, reclamar, echar en cara
- Vigilar, espiar, invadir la privacidad
Y es que, cuando la premisa falla se convierte en obsesión: “el amor DEBE poder con todo” ¿Por qué? porque yo creo (o me dijeron) que así es.
Si, es irónico, la consecuencia más lamentable de creer que el amor nos hace omnipotentes es precisamente perder aquello que amamos.
Bien menciona Walter Riso: “Las palabras nunca, siempre, todo o nada son peligrosas porque no dejan opciones”
Aplicar la filosofía del “amor omnipotente” a las relaciones, es como decirle a un enfermo de cáncer: “¡Si amas tu cuerpo, entonces se curará!”. Intención y posibilidad son cosas distintas.
El amor y la adversidad en la pareja
La realidad es que, para superar la adversidad, resolver conflictos, o simplemente lograr un acuerdo, se necesita más que un “amor a prueba de balas”.
“¿Se trata entonces de poner en duda el amor que siento?”, “¡Pero claro que amo a mi pareja! Hasta la pregunta ofende.” Nada más lejos de la verdad.
No se trata de resignarnos, sino de ser inteligentes y forzar una relación argumentando “amor” es lo menos inteligente que se puede hacer.
Si no lo crees inténtalo, pero ya sabes: “No arriesgues nada que no estés dispuesto a perder”…
En fin, sólo pretendo hacer énfasis en que a veces damos al “amor” una responsabilidad que no tiene ¡y hasta una entidad propia!
El amor no es un ente. No existe por sí mismo. Existe a través de nosotros, le damos vida mediante nuestras acciones.
Si creemos que por el simple hecho de “amar” nuestros problemas de pareja se resolverán (por acto de magia), nos quedaremos sentados esperando…
Debemos crear y creer en un nuevo concepto, en el que “desidealicemos” la concepción tóxica que nos han vendido del amor.
Los alcances reales del amor
Entonces, “¿Pará que sirve el amor frente a los problemas?” Pues de mucho, es una poderosa fuente de motivación si lo utilizas inteligentemente.
Ya dijimos que con amar no basta, pero si “sientes un gran amor”, bien por ti, porque es un requisito indispensable.
El siguiente paso es identificar los alcances reales de tu situación, y desarrollar medidas para contrarrestar el problema.
5 pautas para enfrentar la adversidad (en una relación)
1. Identifica el problema: “¿Qué pudo haber causado esto?”, “¿Por qué las cosas no están funcionando como esperaba?”
2. Toma consciencia y responsabilidad: Recuerda que una relación es de dos y dos son necesarios para mantenerla. Asume tu 50% y acepta que el otro 50 % no está en tus manos.
Lo que depende de mí:
Lo que no depende de mí:
3. Plantéate un objetivo: “¿Qué es exactamente lo que deseo lograr?”, supera la ambigüedad e intenta ser lo más concreto posible.
4. Crea un plan de acción: Deja de “idealizar tu amor” y señala sus debilidades, después comienza a “materializar tu forma de amar” con acciones concretas y contundentes.
¿Qué me lo impide?
¿Qué lo hace posible?
5. Pide ayuda profesional: A veces el gesto más honesto (y humilde) del amor, es aceptar que no podemos con todo, admitir que necesitamos ayuda ¡y pedirla!
El “amor que todo lo vence” es hijo heredero del “querer es poder”, ¡son juegos de palabras! la realidad es que cumplir un objetivo implica mucho más que sólo “quererlo”.
Detrás de cualquier meta, hay mucho trabajo duro, una curva de aprendizaje, y por supuesto la capacidad de analizar la situación y las oportunidades que ofrece.
Conclusiones
El amor no existe por sí mismo, no es una entidad mágica y no llegará a salvarnos y rescatarnos de nuestros conflictos de pareja.
Nosotros somos quienes le damos vida, nosotros lo hacemos crecer, madurar, cambiar y, sobre todo, evolucionar.
Dejemos de responsabilizar al “amor” de todo lo bueno o malo que nos sucede, y comencemos a tomar la responsabilidad de lo que deseamos lograr.
Sólo así podremos tomar decisiones efectivas para enfrentar la adversidad, ya sea por cuenta propia o si es necesario con la ayuda de un profesional.