La violencia infligida por la pareja
La violencia infligida por la pareja es una de las formas más comunes de violencia contra la mujer e incluye maltrato físico, sexual o emocional y comportamientos controladores por un compañero íntimo”
(OMS, 2013).
¿Hablar una vez más de violencia? A pesar de que existen estudios e información dirigida sobre todo al género femenino, es necesario retomar este tema, ya que la violencia ha pasado a tomar forma en acciones mucho más complicadas de descifrar, lo que disfraza su aparición en las relaciones, haciéndolo ver como algo “normal” en la relación.
Para comenzar, es importante recordar lo que dice la Organización Mundial de la Salud (2013) acerca de este tema. “La violencia en la pareja se refiere a cualquier comportamiento, dentro de una relación íntima, que cause o pueda causar daño físico, psíquico o sexual a los miembros de la relación.”. A su vez, esta organización realiza la siguiente distinción en base a los tipos de violencia:
- Agresiones físicas: abofetear, golpear, patear o pegar. También se incluye la violencia sexual, por ejemplo relaciones sexuales forzadas y otras formas de coacción sexual.
- Maltrato emocional mediante insultos, denigración, humillación constante o intimidación (como al destruir objetos), amenazas de causar daño o de llevarse a los hijos.
- Comportamientos controladores y dominantes contempla acciones como aislar a una persona de sus familiares y amigos, vigilar sus movimientos y restringir su acceso a recursos financieros, empleo, educación o atención médica.
Es muy probable que ya conocieras la definición y los tipos de violencia que se pueden ejercer en la pareja; seguramente hasta has evaluado a tu pareja en una especie de check list mental para saber si tu relación es violenta y en qué grado lo es. Sin embargo, hay una pregunta que pocas veces nos hacemos, y muchas menos la respondemos con honestidad: y yo, ¿violento a mi pareja?
La respuesta instantánea es un rotundo NO. La violencia es un gran problema, y es lógico que si queremos una relación sana, nosotros no violentemos a nuestra pareja. Como lo mencioné al principio, puede que la violencia no sea tan evidente, pero eso no significa que no exista. Entonces, ¿cómo puedo saber si estoy violentando a mi pareja?
El primer paso es desnudarnos, ponernos frente al espejo y analizar las siguientes preguntas, teniendo en cuenta que nuestra mente siempre puede hacer trucos mentales con la finalidad de evitarnos sufrimiento… pero eso es solamente un autoengaño.
¿Me violento a mí mismo? Y no se trata únicamente de auto-flagelarse o pegarnos cuando las emociones nos sobrepasan… Hablando de cosas más “disfrazadas” puede encontrarse el recriminarnos cosas hacia nosotros mismos, ya sea por culpa, remordimiento o juicios; ente otros. De la misma forma, realizar acciones que vayan en contra de lo que queremos, sentimos o pensamos, simplemente porque anteponemos algo, o a alguien más a nosotros. No ser fieles a nosotros mismos no es violencia en sí misma, pero los actos que ejercemos al poner en práctica esa infidelidad sí se catalogan como violencia.
¿Cómo permito que los demás me violenten? Algunas veces es muy obvio cuando nuestra pareja nos quiere controlar e invadir nuestra privacidad… pero ¿qué pasa cuando queremos ver esto disfrazado? Con esto me quiero referir a que respondemos a pretextos bastantes trillados como “si te pregunto es únicamente porque me preocupo por ti”, “sólo quiero saber porque me interesas mucho”, “era sólo para tener un tema de conversación”, etc. Muchas veces la justificación a permitir esta intrusión de la privacidad, es la forma en que se hace. Aparentemente no es violenta, además aparece como un signo y símbolo del amor. ¿Qué puede tener de malo? Puede ser un signo de violencia cuando sentimos intrusión en nuestras vidas y es una actitud repetitiva, cuando se busca invadir nuestra privacidad y tener cierto control sobre nuestra vida.
¿Violento a mi pareja? Desde revisar un mensaje en el celular (que sí, invades la privacidad y por lo tanto violentas a tu pareja) hasta un golpe (que es la forma más evidente de violencia) cuenta como violentar a tu pareja. Es necesario que analices lo que haces con tu pareja… cosas que parecen intrascendentes como interrumpirlo al hablar, menospreciar sus logros, hacer las cosas por él, sobreprotegerlo o cuidarlo de forma excesiva, cuentan también como ejemplos de violencia.
No es bueno ni recomendable generar predisposición a este tipo de circunstancias, pero es importante que si algo nos hace ruido desde el principio, prestemos atención y no lo tomemos a la ligera. A veces nuestra intuición no está tan equivocada. La violencia en pareja requiere de dos personas, alguien que violente y otro que permita la violencia… aunque a veces los dos participan en ambas funciones.
Lecturas Recomendadas
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La mayoría de las veces ponemos en el papel del victimario a nuestra pareja, sin siquiera poner atención en nuestras propias acciones, que bien pudieran ser generadoras también de violencia, y ponernos a nosotros en el papel del victimario y al otro de víctima. Te invito a reflexionar sobre las preguntas sugeridas, y poder responder a la pregunta: y yo, ¿violento a mi pareja?