Cultura, Sexualidad y Violencia
“La violencia sexual, racial, de género y otras formas de discriminación en la cultura no pueden ser eliminadas sin cambiar la cultura”
–Charlotte Bunch
La violencia sexual es una forma de agredir a las personas, a su identidad sexual, por eso no se puede definir únicamente como el forzar a mantener relaciones sexuales o el intento, va más allá de comentarios o insinuaciones sexuales, chantajes, o discriminación a una persona por sus preferencias sexuales. La violencia sexual se lleva a cabo sin importar el tipo de relación que se mantenga con la víctima ya que el agresor puede ser alguien desconocido o cercano e incluso puede presentarse en el hogar, trabajo, en los medios de comunicación masiva, en la escuela o en cualquier otro lugar público. Debido a la multiplicidad de formas y niveles de gravedad en que se manifiesta, se vuelve muy difícil identificar, tanto para las víctimas como para las personas que la rodean, pasando desapercibida en diversas ocasiones.
La forma de violencia que se presenta en mayor número de ocasiones es en contra de las mujeres. En 1993, la Asamblea General de las Naciones Unidas definió́ a la violencia contra las mujeres como:
“Todo acto de violencia basada en la pertenencia al sexo femenino, que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así́ como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública, como en la vida privada.”
La razón por la que los casos de violencia que más se presentan son en contra de las mujeres es debido al tipo de sociedad machista en la que nos encontramos. El autor Beneyto, afirma que específicamente la violación es el fenómeno que se presenta con más frecuencia en todos los contextos, incluso dentro del matrimonio dado que muchas mujeres son obligadas a tener relaciones sexuales cuando su marido lo desee, bajo la premisa de “su derecho a poseerla cuando y como quiera” alimentado de la cultura machista en la que estamos sumergidos. Según describe Stolke el hombre ejerce el “derecho” de poseer a la mujer, debido al machismo sobresaliente a través del cual el hombre es la medida de todas las cosas y la mujer se construye como “la otra del hombre” “la segunda”; es decir es definida por el hombre a partir de él y no como una misma, sino como un objeto más de este. La violencia sexual es un acto que busca dominar a la pareja, su propósito es haciendo entender a la pareja que es de su pertenencia.
A pesar de la multiplicidad del fenómeno de la violencia sexual la Secretaria de Salud en México menciona que se considera una violación a los derechos humanos cualquier forma de violencia sin importar en qué etapa de la vida y ámbito en que se realice. En México la violencia sexual es considerada un delito grave, pero a pesar de esto el registro que existe de los casos reportados es muy bajo. El bajo registro de las denuncias se debe a muchos factores, desde como son vistas las víctimas de este delito en la sociedad, al miedo que tienen las víctimas o familiares de éstas a que el agresor tome represalias, a la vergüenza, a la falta de apoyo que se da a las víctimas, hasta a la desconfianza que se tiene en los sistemas de justicia encargados de castigar a los agresores de la violencia sexual, volviendo un círculo vicioso este grave problema presente en nuestra cultura.
Existen estudios como el de Ruiz (1991) en donde se demuestran las consecuencias negativas psicológicas y físicas para las víctimas de violencia sexual, ya que estas experiencias pueden llegar a afectar todas las dimensiones de la vida de las personas que han sobrevivido a este tipo de violencia, por lo que es necesario buscar ayuda profesional para devolver la capacidad de disfrutar la vida como lo era antes de la experiencia traumática. Con la ayuda de un psicólogo la victima puede recuperar sus ganas de vivir, su capacidad de trabajar, autoestima y salud mental.
A lo largo de este artículo que explica que cualquier mujer, o mejor dicho cualquier persona puede ser víctima de esta violencia, pero no es algo que todas las mujeres deban de experimentar solo por el hecho de estar en esta sociedad, si eres, fuiste o conoces a alguna persona que haya sido víctima de esta situación busca ayuda para que la víctima deje de sobrevivir y vuelva a vivir. Porque para ser escuchado hay que alzar la voz.
Lecturas Recomendadas
- Violencia hacia la mujer » Sus efectos sobre la salud.
- Escuchar voces en la cabeza » ¿Qué puedo hacer?
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